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GOLDEN STATE WARRIORS

Dwight Howard, ¿a los Warriors?

Los Warriors se reunirán con Dwight Howard en los próximos días para estudiar la posibilidad de un fichaje. Su veteranía, clave. Fue campeón con los Lakers en 2020.

Actualizado a
Antes de que entrase en una vorágine ciertamente destructiva, Howard fue uno de los grandes pívots de la NBA. Era el relevo natural de Shaquille O’Neal en la zona y la NBA lo trataba como tal. Era una máquina irrompible en la pintura y catapultó a Orlando Magic, franquicia que le eligió con el 1 en 2004, a unas Finales que perdieron contra Los Angeles Lakers. El anillo finalmente lo conquistó en su segunda etapa con los angelinos en 2020. Ha sido dos veces máximo taponeador y cinco reboteador del campeonato. Además, ha estado en ocho ocasiones en el All Star Game y ha obtenido tres premios como mejor defensor de la NBA.
Zhong ZhiGetty Images

Puede parecerlo, pero Dwight Howard no está retirado. Pasó la temporada pasada en los Taoyuan Leopards de la T1 League, en Taiwán, donde le desembolsaron la histórica cifra para el país de un millón de euros. Pero sigue buscando sitio en la NBA, una que siempre ha tenido en la cabeza. Ha sumado varias exhibiciones en Asia y se mantiene en una forma envidiable a pesar de llegar a los 37 años. Y se ha filtrado que pronto tendrá una reunión con los Warriors para firmar por el mínimo de veterano y convertirse así en parte de una plantilla histórica, la última gran dinastía de la mejor Liga del mundo, una que busca poner el broche de oro con un nuevo anillo, que sería el quinto. De momento van cuatro en seis Finales, multitud de récords individuales y colectivos, esas 73 victorias que son ya parte de los anales... y muchísimas cosas más, claro.

Howard es uno de esos jugadores veteranos que regresa a un equipo en un momento dado para dar un soplo de aire fresco y ayudar con físico y rebotes desde el banquillo. Y, por si a alguien se le ha olvidado, tiene un currículum envidiable: campeón olímpico en Pekín, suma 8 selecciones para el All Star, 8 selecciones para los Mejores Quintetos (5 en el primero), fue campeón del Concurso de Mates en 2008, 5 veces líder en rebotes, 2 en tapones y lideró a los Magic a las Finales de 2009. Su historia, además, es de esas que tanto gustan en la NBA: se convirtió en un jugador odiado tras su salida de Orlando y su llegada a los Lakers, donde no cuadró bien con Kobe Bryant. Luego pasó por los Rockets... y por muchos otros equipos: Hawks, Hornets y Wizards. Y después, todo cambió.

El ego de Howard se redujo y asumió otro tipo de papel en la competición norteamericana. De rol, saliendo desde el banquillo si hacía falta. Se reconcilió con los Lakers en ese papel, lloró la muerte de Kobe, le homenajeó en el Concurso de Mates de ese año y puso la directa en su camino hacia la redención. El anillo de 2020, el de la burbuja y en Orlando (vaya) permitió que la gente le viera con otra cara. Después, pasó por los Sixers y regresó a los Lakers. Había perdido la potencia de antaño y el salto vertical, pero lo suplía con veteranía, asegurando el rebote y con una buena adaptación al baloncesto actual, algo extraño si tenemos en cuenta que fue un pívot clásico en sus inicios y no tenía lanzamiento exterior. No volvió a ser el de sus años dorados en los Magic, pero sí un agente libre cotizado para reforzar según qué plantillas. Y ahí sigue.

Howard no se va, y una supuesta llegada a los Warriors reforzaría el puesto de pívot, en el que Kevon Looney está bastante en soledad, teniendo en cuanta también que son muchos los minutos en los que Draymond Green ocupa dicha posición y se juega con un quinteto de pequeños. Daría igual: Howard aportará veteranía y experiencia a un grupo que ya lo tiene, puede alargar la plantilla y dar minutos de calidad si se presenta en la misma forma física que hace un par de temporadas. Junto a Stephen Curry, Klay Thompson, Steve Kerr, ahora Chris Paul... Todo nombres propios, famosos, conocidos y que buscan un nuevo éxito, el último antes de que el tiempo lo impida. El vuelo de Superman podría planear por La Bahía. Y Howard podría tener su particular último baile. Veremos.