Durant vetó su regreso a los Warriors
El alero ha reconocido que no quiso que los Warriors completaran el traspaso por él en febrero y que su relación con los Suns se deterioró cuando supo que estaba en el mercado.
En el último cierre de mercado invernal, estuvo muy cerca de concretarse una bomba extraordinaria en la NBA: el regreso de Kevin Durant a los Warriors, el equipo con el que fue campeón en 2017 y 2018 y donde formó, junto a Stephen Curry (y Klay Thompson, Draymond Green, Andre Iguodala…) uno de los mejores proyectos de toda la historia de la competición. Uno que parecía imparable hasta que en 2019 llegó una plaga de lesiones y, ya en medio de serios problemas de química, la salida de Durant. El alero se fue a los Nets, de ahí a los Suns… y ahora jugará en los Rockets. Sigue buscando su sitio después de su larga etapa en OKC Thunder y su corto pero inolvidable paso por los Warriors.
Durant cabalga a lomos del infierno
Cuando la operación con los Warriors no se concretó, la salida de Durant de los Suns (un proyecto faraónico metido de lleno en un fracaso estrepitoso, histórico) se aplazó hasta el verano y los de la Bahía se lanzaron a por su plan b, Jimmy Butler. Ahora, en el marco del Game Plan Sports Business Summit, el propio KD ha hablado con total franqueza de ese convulso final en los Suns, de sus emociones cuando tuvo claro que los de Arizona le habían puesto en el mercado y de su veto personal al regreso a los Warriors. Él ha confirmado lo que fue un secreto a voces: que acabó muy distanciado de los Suns y que no quería volver a jugar con Curry, Green y compañía.
“Al principio estaba decepcionado porque creía que los Suns y yo habíamos construido una relación sólida. Y enterarme por terceros de que estaban intentando traspasarme fue un disgusto. Pero así es este negocio. Me recompuso rápido y me puse a pensar en cuáles tenían que ser mis siguientes pasos”, asegura un Durant que habla sin tapujos de los Warriors: “Escuché que los Warriors eran una opción, que había negociaciones cuando se acercaba el cierre de mercado. Pero ahí apareció Rich (Kleiman, manager y socio empresarial de KD) y, con los contactos que tenemos en la liga y después de haber jugado ya en los Warriors, pudimos decirles que no lo hicieran, que pararan eso”.
Aunque nada se concretó en febrero, Durant sabía que ya estaba claro que solo le quedaban unos meses como jugador de los Suns: “Había estado en febrero cerca de salir, así que sabía que en cuanto los equipos acabaran la temporada y analizaran sus necesidades, las conversaciones se retomarían en verano. Ahí aparecieron los Rockets, y todo se hizo muy rápido a partir de ese momento”.
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