Doncic y su cambio físico: “Si me detengo, habrá sido en vano”

Sobre Luka Doncic siempre ha colgado el mismo San Benito: está fuera de forma, está gordo. No se cuida lo suficiente. Su condición física no es la de una de las grandes estrellas de la NBA. Sentencias llenas de realidad que el base (26 años y 1,98 m) quiere cambiar y, según lo visto y narrado en un extenso reportaje en la revista Men’s Health, no es un deseo vacío.

El esloveno se ha puesto manos a la obra y los resultados están a la vista. Con dos sesiones de entrenamientos diarios basadas en ejercicios de peso, agilidad y tiro, Doncic se encuentra más fino, más atlético, más fuerte con respecto al día de su debut con Los Angeles Lakers el pasado 10 de febrero ante Utah Jazz.

 “Solo visualmente, diría que todo mi cuerpo se ve mejor”, asegura el canterano del Madrid, que no solo ha cambiado su mentalidad dentro de la cancha, sino también fuera con su alimentación. Tiene una dieta sin gluten, baja en azúcares y carbohidratos, que incluye al menos 250 gramos de proteínas y un batido de leche de almendra al día. Hace ayuno intermitente de 20:30 horas a las 12:00 horas del día siguiente para mejorar su recuperación muscular y la quema de grasa. No realiza su primera ingesta de comida hasta cerrar su primera sesión de 90 minutos.

Un cambio radical en su estilo de vida empujado desde 2023 cuando formó el Team Doncic con su entrenador personal Anze Macek, su fisioterapeuta Javier Barrio y la nutricionista Lucía Almendros. Esa temporada se quedó fuera de los playoffs de la NBA. Pero ha sido este verano cuando todo ha rodado mejor.

¿El motivo? Más tiempo libre. En 2023, el Mundial; y el año pasado, tras jugar las Finales con Dallas Mavericks, llegó el Preolímpico y muy poco descanso. Este año, en mayo, el curso había acabado para él y para LosAngeles Lakers, y hasta agosto, cuando se reúna con Eslovenia para el Eurobasket, había tiempo de sobra para descansar, primero, y, luego, entrenar, bajar de peso y prepararse para una de las campañas más importantes de su carrera.

“Si me detengo ahora, habrá sido en vano”, subraya a Men’s Health Doncic, que tuvo prohibido tocar una cancha durante su primer mes de veraneo. No le gustó y lo cambió por el pádel y el pickleball. “Al principio, fue difícil. No puedo estar sin el baloncesto. Pero cuando era pequeño, practicaba muchos deportes”, continúa el esloveno. Sin embargo, se consiguió lo esperado: que desconectara, que su cuerpo se tomara un respiro: “Mi sueño, mi cuerpo, todo en mí... me sentí más descansado”.

Antes de empezar los entrenamientos, Doncic se sometió a diferentes pruebas para ver qué necesitaba, para ver cuáles eran sus principales armas físicas. “Su fuerza excéntrica es muy buena”, comenta Barrio. “Y su fuerza es impresionante; tiene piernas increíblemente fuertes. Además, su centro de gravedad es muy bajo. Así que cuando está en su posición, cuando se agacha, es muy difícil moverlo”, prosigue su fisio.

“No todo es saltar alto. Creo que soy muy atlético en otras cosas: en el equilibrio, en el control del cuerpo, en lo que hago al frenar, en la desaceleración”, dice el exjugador del Madrid, que se pone como ejemplos a Michael Jordan y Kobe Bryant: “Hicieron mucho en sus carreras. Se sacrificaron mucho”.

Todo un esfuerzo que tiene un objetivo: “Dar lo mejor de mí, cuidarme. Este año, con mi equipo, creo que dimos un gran paso. Pero esto es solo el principio. Necesito seguir adelante. No puedo parar”.

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