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NBA | TIMBERWOLVES 99 - MAVERICKS 104

Doncic se venga por los pelos

Una racha de triples en el último cuarto rescata a los Mavericks en un partido en general muy gris en Minnesota. Los dos equipos, en el 50% ahora.

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Doncic se venga por los pelos
Matt KrohnUSA TODAY Sports

Tal y como están las cosas, las victorias son victorias. Y ya se verá. Así que los Mavericks pueden ser prácticos y quedarse con eso tras su segundo partido en 48 horas en Mineápolis, una miniserie saldada en 1-1 para dos equipos que están, los dos, en 16-16. Así son las cosas en el Oeste. Casi todo el mundo está más o menos igual, sin brillo y con noches mejores o peores. Ahora, los Mavs son novenos y los Wolves, décimos. Lejos del nivel de lo que hay por delante (por sensaciones, sobre todo), que tampoco es por ahora gran cosa, pero con margen con respecto a lo que les sigue, que apenas aprieta en pleno desastre de Warriors, Lakers…

Que moverse en el play in con cierta comodidad es un objetivo pírrico para un equipo que viene de ser finalista de Conferencia en es un hecho. Pero, ahora, es lo que hay. Después de una noche desastrosa en pista de los Wolves, los Mavericks se vengaron (99-104) en un replay marcado por las ausencias y por los problemas ofensivos. Poca lucidez y la sensación de que una rachita lo cambiaría todo: la tuvieron los Mavs. En menos de tres minutos del último cuarto convirtieron un 85-82 en un 89-97. Y no sufrieron ya más de la cuenta. En ese tramo metieron cinco triples y en el último cuarto, seis. Un 6/10 determinante después de firmar un 7/29 desastroso en los tres primeros parciales. De esos seis que valieron la victoria, dos los metió Spencer Dinwiddie, dos Reggie Bullock y dos Tim Hardaway Jr. Y listo.

Parece obvio a estas alturas que los Mavs dependen básicamente del triple, así que el resumen de este partido es sencillo: metieron los suficientes. Cuando Tim Hardaway anota el 45% de sus tiros de campo, están 10-1. Esta vez el alero sumó 21 puntos con un 6/13 total. ¿Es eso un plan para hacer grandes cosas? No. Insisto, es lo que hay. Y a ver qué pasa. La defensa interior volvió a ser un desastre, para largo sin Maxi Kleber. Los Wolves anotaron 50 puntos en la zona (50-28), se puede imaginar que para urticaria de un Jason Kidd obligado por las bajas a jugar con un quinteto más ofensivo del que es de su verdadero gusto. Christian Wood al menos lo intentó algo atrás en el último cuarto. En ataque, no brilló (12 puntos, 5 rebotes). Pero, insisto porque no hay más, los Mavs metieron los triples que había que meter (terrible 8/30 de los Wolves) y lanzaron muchísimos más tiros libres: 27 por 10. Con el rebote y las pérdidas igualadas, la cosa se decidió por ahí y por esa racha de puntería del visitante en un partido que enseñó a dos equipos que querían ser alternativa en el Oeste pero que no lo son. No por ahora.

Regresó Rudy Gobert con 19 puntos y 15 rebotes pero los Wolves perdieron. Ni Anthony Edwards (23 puntos, 21 tiros) ni sobre todo D’Angelo Russell (8 y 13) estuvieron a gran nivel: 0/11 en triples y 6 pérdidas entre los dos. Un regalo para los Mavs, liderados por un Luka Doncic que venía de ser expulsado y quedarse en 19 puntos dos días antes: esta vez 25 con 9 rebotes, 10 asistencias, 3 robos, 4 pérdidas, mal desde el triple (1/5), muy bien desde la línea de personal (8/9). Notable (+7 en sus más de 37 minutos) aunque no súper. Al menos, su equipo ganó. Otro de esos partidos que se juegan a ver quién mete un par de tiros más cuando hay que meterlos. Es una make or miss league y todo lo demás, ya se sabe. Nada con lo que emocionarse demasiado pero, insisto, ahora mismo lo que hay. Sobrevivir… y a ver qué pasa.