Doncic cumple: es el turno de LeBron
Con noticias positivas sobre su recuperación, LeBron descuenta días para su regreso y tiene lo que quería: unos Lakers que pueden competir con todo... si él sigue a un nivel óptimo.


Hay noticias sobre LeBron James, cuando se ha cumplido un mes desde que se anunció que estaría al menos “tres o cuatro semanas de baja” por un problema ciático que le afecta al lado derecho del cuerpo y que arrastra, así que no es algo menor, desde finales de julio o principios de agosto. LeBron nunca se había perdido el primer partido de una temporada, y esta va a ser, cuando debute, la vigesimotercera para él en la NBA. Más que nadie en toda la historia. Pero no ha sido solo el debut: van nueve partidos y quedan, como mínimo, unos cuantos más parado. El alero no estará en la gira de cinco que afrontan los Lakers ahora: Atlanta, Charlotte, Oklahoma City, New Orleans y Milwaukee.
La primera fecha con opciones reales para que debute en este curso, en el que cumplirá (justo antes de Fin de Año) 41 años, es el 18 de noviembre, cuando los Lakers reciben en su pista, ya de vuelta en L.A., a Utah Jazz. En cuanto ponga un pie en la cancha, será el primero con 23 temporadas de NBA y comenzará otra cuenta atrás histórica: está a 50 partidos de Robert Parish, el que más apiló en regular season (1.611). Así que hay catorce (nueve ya cubiertos) en los que seguro que no va a jugar: está casi garantizado también (la temporada tiene 82) que no llegará esta vez a los 65 que se requieren ahora para aspirar a los principales premios individuales y, algo más importante en este caso, la entrada en los All NBA Teams. Así que con toda certeza acabará otra racha de leyenda: LeBron ha estado 21 veces en esos quintetos All NBA (13 en el Primero); solo llegaron a quince (y no superaron ese número) Kobe Bryant, Tim Duncan y Kareem Abdul-Jabbar.
Lakers' LeBron James has officially been cleared for contact basketball activities and will be re-evaluated in one to two weeks. Next step, ramping up to 5-on-5 action. https://t.co/jAUEPz7X3B
— Shams Charania (@ShamsCharania) November 6, 2025
Sin él, los Lakers están funcionando en el nivel de los mejores equipos de la NBA. Han ganado cinco partidos seguidos y están 7-2 aunque han jugado cuatro sin Doncic (3-1), dos sin Austin Reaves (2-0) y uno sin ninguno de los tres principales (Doncic-Reaves y un LeBron que, claro, ha faltado en los nueve). Un rendimiento excelente que señala a un momento espectacular, uno de los mejores (y ya es decir) en la NBA de Luka Doncic: 40 puntos, 11,9 rebotes y 9,2 asistencias de media. El esloveno es el primer jugador de la historia que inicia una temporada generando 311 puntos, entre anotación y asistencias, en sus cinco primero partidos. En ellos ha apilado 200 puntos, más que el mejor curso de Michael Jordan (197 en los cinco primeros partidos de la temporada 1986-87) y solo por detrás de dos marcas de Wilt Chamberlain (264 en 1962 y 256 en 1961).
Doncic está en una forma física óptima y se le ve verdaderamente integrado, feliz y concentrado en su rol de líder absoluto de los Lakers: “Estoy disfrutando mucho con estos tíos. Nadie pone excusas con las lesiones, el que juega lo da todo. Ya sabemos que Austin Reaves es muy bueno, y desde luego echamos de menos a LeBron. Tenemos mucho potencial, todos damos el máximo. Es un equipo en el que se disfruta mucho jugando”. Una de las cosas, y no es una menor, en la que está a su mejor nivel es en defensa: “Es una cuestión de comunicación. Que todo el mundo esté donde tiene que estar, y yo tengo que encargarme de eso, a veces en el poste bajo. Tengo que encargarme de que todo el mundo esté en su sitio. Y luego, la actividad. Es mejor que antes, con más concentración”.
En esa parcela, Doncic se acuerda de uno de los recién llegados: “He visto a Marcus Smart hacer cosas que no había visto hacer nunca a nadie en defensa”. Los nuevos, efectivamente, están siendo una excelente noticia. Los Lakers apostaron por un plan de control de gasto, en salarios de futuro y en rondas de draft, para reforzarse: Jake LaRavia firmó como agente libre y Deandre Ayton y Smart tras firmar buyouts con otras franquicias. Por ahora, un éxito: Dorian Finney-Smith, que se fue a los Rockets, todavía no ha podido jugar por los problemas de tobillo que ya arrastraba el pasado curso. Y los tres recién llegados, con los que había (y todavía hay) obvias dudas sobre su peor escenario posible, están por ahora en el mejor. Sobre todo Ayton, el número 1 del draft de 2018, el de Doncic, que está a un nivel espectacular: más de 19 puntos y casi 10 rebotes por partido con intensidad física, ganas de hacer trabajo sucio y muchos recursos en ataque.
¿Pueden los Lakers competir por el título con lo que tienen ahora? Desde luego, sí si LeBron James regresa a un buen nivel. La pasada temporada todavía rindió como una estrella, en su increíble batalla contra el tiempo: 24,5 puntos, 7,9 rebotes y 8 asistencias de media. Si le queda otro año más en un techo parecido a ese en las piernas, los Lakers pueden ser un equipo bueno de verdad. Aspirante. Pero eso pone precisamente el foco en un jugador de 40 años que se acogió a su player option (52,6 millones) porque los Lakers, ya con Doncic como obvia piedra angular de su futuro, no quisieron saber nada de una posible extensión.
A LeBron eso no le gustó, y desde su entorno se lanzaron algunos de esos mensajes pasivo-agresivos que son ya marca de la casa. El más sonado, que “monitorizaría” la situación del equipo durante estas semanas en las que la ha tocado estar de baja. Porque todavía quiere intentar ser campeón por quinta vez y porque, ese era el asunto central de su mensaje, tenía dudas de que pudiera aspirar a lograrlo con estos Lakers metidos en una reconversión hacia el proyecto Doncic. LeBron ha reconocido que entiende que la franquicia ponga los cinco sentidos en el esloveno, que tiene catorce años menos que él. Y, además, la relación entre ambos es excelente. Además, y en todo caso, LeBron prefirió esos más de 52 millones garantizados que salir al mercado a ver qué podían ofrecer los aspirantes al anillo, todos con las cuentas económicas muy apretadas. Tampoco hay ninguna certeza de que quiera hacer otra mudanza en este momento de su vida y su carrera, y ni siquiera se sabe si está será su última temporada o si seguirá jugando.
Pero ese “monitorizará la situación del equipo” parecía un mensaje ominoso, pura desconfianza y un cálculo quizá mal estudiado, por una vez, de un jugador de jerarquía incuestionable pero cerca de los 41 años, con una lesión fea y al que, además, los Lakers de Doncic han respondido con un excelente tono competitivo: si tenía que monitorizar y lo ha hecho, habrá visto un equipo que pelea al máximo cada noche, que gana casi todos los partidos y que puede ser temible… con un refuerzo como él. Se supone que exactamente lo que buscaba, ¿no? Así que su reto al equipo de repente le señala a él. Lo que no quiere decir que, una vez más, no pueda ser capaz de estar perfectamente a la altura: es LeBron James, claro. Si vuelve, y lo hace con un buen nivel físico, lo normal es que encaje rápido, juegue con su competitividad y actitud habituales y los Lakers sean todavía mejores. El escenario ideal para él, para Doncic, para la franquicia… para todos, vaya.
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