Domantas lleva el apellido Sabonis a otro nivel

Siempre es difícil comenzar tu propia carrera cuando creces a la sombra de tu apellido. El caso de los Sabonis no escapa de ello, la figura de Arvydas es muy recordado tanto en Lituania como en España con su exitoso paso por el Real Madrid (1992-95) y Valladolid (1989-1992). Un gigante de casi 2,20 m de altura con la coordinación y el tiro de un alero y la habilidad para asistir de un base. Las graves lesiones le obligaron a reinventarse y aun así tuvo éxito en la NBA (1995-2001 y 2002-03). En Europa fue uno de los mejores de siempre, campeón europeo, mundial y olímpico con la Unión Soviética y héroe de Lituania. Con el Zalgiris derribó al CSKA y en la selección se colgó dos medallas de bronce en los Juegos, en Barcelona y Atlanta. En el curso 2003-04 volvió a Kaunas para retirarse definitivamente y lo hizo como MVP de la Euroliga a solo unos meses de cumplir 40 años. Leyenda. Luego, su familia, con sus cuatro hijos, creció en su querida Málaga.

Allí creció uno de ellos, que con su inevitable acento malagueño un pequeño Domantas, que seguiría los pasos de su padre en el mundo del baloncesto. Comenzó su carrera en el Unicaja antes de dar el salto al baloncesto americano, aunque lo hizo en la etapa universitaria. Su carrera en la NBA siempre había ido a contrapié, siendo traspasado en la noche del Draft, en el traspaso que llevó a Ibaka a Orlando Magic. Un año duró en Oklahoma antes de entrar en otro traspaso, el que llevó a Paul George a los Thunder y al lituano le llevó a ser una de las estrellas de la reconstrucción de Indiana Pacers. Y allí fue progresando cuatro temporadas hasta que el 8 de febrero, se movería por última vez hasta el momento en un movimiento entre Sacramento e Indiana: Jeremy Lamb, Justin Holiday a Sacramento Kings a cambio de Tyrese Haliburton, Buddy Hield y Tristan Thompson. Llegaba a la franquicia maldita que estaba a semanas de confirmar lo que nadie había hecho jamás en la NBA: 16 años seguidos sin playoffs. No era fácil su llegada, Haliburton se había ganado el cariño de la afición. Sabonis fue all star, por tercera vez en su carrera (2020, 2021, 2023). Fue el máximo reboteador del curso con 12,3 por noche y promedió 19,1 puntos, esos 12,3 rebotes, 7,3 asistencias y un 61,5% en tiros, registrando 65 dobles-dobles y 14 triples-dobles.

Los datos eran difíciles de superar, añadiendo que fueron terceros en temporada regular, rompiendo esa mala racha histórica. Aunque la post temporada no fue la soñada, cayendo en el séptimo partido en casa frente a los Warriors. La asignatura pendiente todavía de la franquicia, pasar al menos una ronda esta temporada. La temporada regular de Sabonis está superando con creces la anterior: 20,1 puntos, 13.5 rebotes, 8.4 asistencias y un 64,9% en True Shooting. A pesar de todo ello, no fue elegido para participar en el All-Star, siendo su compañero Fox, el único representante del equipo en participar en el fin de semana de las estrellas. Su última victoria frente a San Antonio acabó con 31 puntos, 17 rebotes y 9 asistencias. Esta temporada encabeza la NBA en dobles-dobles con 58 (+6 respecto a Jokic), 45 de forma consecutiva. Y en triples-dobles es el primero con 22 (dos más que Jokic y siete más que Doncic). En ese encuentro consiguió un robo y mate para ganar el partido. Incluso cuando el equipo no consigue vencer, como el encuentro del domingo frente a Houston donde rozó el triple-doble (25-10-8 con 3 robos y 2 tapones) y un porcentaje del 90% en tiros de campo (10/11).

Esta temporada no se ha perdido ningún partido, el balance de 36-27 les hace pelear por los últimos puestos de playoffs directos, clave evitar un play in que actualmente jugarían contra los Mavericks, y en caso de perder contra el ganador de Lakers - Warriors. Si la temporada pasada finalizó séptimo en la carrera por el MVP, esta campaña ya es sexto (un puesto por detrás de Doncic). Parece que el mal récord de la franquicia le ha condenado a quedarse sin su cuarta participación en el All-Star y puede hacerle no entrar en la pelea por el MVP. Domantas si tiene posibilidades de entrar en el segundo quinteto de la temporada, mejorando el tercer quinteto del año pasado. Su padre Arvydas no consiguió nunca un premio individual, fue segundo en la pelea del rookie del año y en la de sexto hombre en la temporada 1995-1996. En algo que no ha sido capaz de adelantar a su padre es en partido de playoffs, Arvydas llegó a unas finales de conferencia en la 99-00 donde cayó frente a los Lakers, que acabaron ganando el anillo. La pelea por mantener la dinastía del apellido Sabonis le mantiene con la ambición también de hacer algo importante con su selección, este Mundial debido a una lesión fue baja.

La comparación con su progenitor es, para lo bueno y para lo malo, algo con lo que siempre ha vivido: “Desde que era niño he escuchado que mi padre era mejor que yo, que si mi padre esto o lo otro. Todo el rato, en todos los partidos. Pero, al menos, creo que sin eso no estaría donde estoy. Al menos, creo que supe usarlo como carburante para ser cada vez mejor”. Pero es que el mismísimo LeBron James se acuerda de la familia para hablar de Domantas: “Él y Fox se complementan muy bien, sobre todo por la capacidad de Sabonis para jugar desde el poste, igual que hacía su padre. Tiene esa habilidad para pasar, para rebotear... y también anota. Es un jugador muy dinámico”.