NBA | PELICANS 113 - PACERS 93
Buenas y malas noticias para Willy
Gran victoria de unos Pelicans en cuadro y aportación desde el banquillo de Willy. Garuba participa en uno de los mejores triunfos de los Rockets.
Siete victorias seguidas, cuatro derrotas consecutivas… y ahora otras tres victorias. Entre racha y racha, los Pelicans son uno de los mejores de un Oeste extraño y sin (todavía) las referencias claras: 21-12, a medio partido de los Nuggets y con medio sobre los Grizzlies después de aplastar a los Pacers (113-93) en una noche que dejaron claro que su gran virtud es una profundidad que está al alcance de muy pocos en la actual NBA.
Porque los Pelicans ganaron sin Brandon Ingram (lleva catorce partidos fuera de las pistas), Zion Williamson, Herb Jones, Trey Murphy y Dyson Daniels. Las dos estrellas principales. Tres titulares cinco importantes de la rotación… y paliza a unos Pacers que siguen avanzando poco a poco hacia un lugar más lógico tras su extraordinario inicio de temporada (17-17, octavos del Este). Los Pelicans impusieron su superioridad en las zonas en cuanto se cargó de faltas Myles Turner. De hecho, el pívot hizo la segunda con 6-16, mediado el primer cuarto. Siguió un 18-2 para cerrar (24-18) antes de un 16-0 en el segundo cuarto: de 27-23 a 43-23. Superados en el rebote, menos intensos que un rival hambriento y sin un buen día en el tiro ni de Tyrese Haliburton ni de Buddy Hield ni de Bennedict Mathurin: nada que hacer.
Los Pelicans se apoyaron en el eje CJ McCollum (19 puntos, 6 asistencias)- Jonas Valanciunas (20+5 y 12 rebotes). Pero tienen contribuidores por todas partes en su roster: con más responsabilidad, Naji Marshall disparó su producción (22 puntos, 4 asistencias). Reinsertado en la rotación por las bajas en el juego interior, Jaxson Hayes volvió a rendir a buen nivel por segundo partido consecutivo (esta vez 15 puntos, 9 rebotes y 3 tapones). Titular de emergencia por delante de Willy Hernangómez, que jugó a buen nivel en sus 18 minutos: 7 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias que pudieron ser más si sus compañeros hubieran embocado algunos tiros cómodos. El pívot español sigue aprovechando sus oportunidades pero estas no son las ideales en una temporada en la que sus expectativas eran muy altas tras el MVP en el Eurobasket. Un cambio de aires sigue pareciendo una opción muy real para él, ahora en un equipo en el que reaparece la competencia de un Hayes que estaba fuera de la rotación interior en el primer tramo de la temporada.
Los Rockets dan un disgusto a los Bulls
Otro de los héroes del oro de Berlín, Usman Garuba, se pegó un gustazo con sus Rockets en Chicago: 118-133 contra unos Bulls que llevaban tres victorias seguidas pero regresaron a sus peores hábitos defensivos en lo que está siendo una temporada muy decepcionante (14-19 ahora). Los Rockets habían enlazado cinco derrotas antes de este triunfo (10-23 ahora).
Garuba jugó 10 minutos (3 puntos con un triple frontal y 3 rebotes), asentado ya como secundario en la rotación interior de su equipo, el primer paso que tenía que dar para ir creciendo tras su difícil primera temporada. Entró en pista cuando Alperen Sengun (25 puntos, 11 rebotes, 6 asistencias) hizo la segunda falta y sufrió en un tramo de rotaciones en el que su equipo encajó demasiado. Fue, en todo caso, un partido de rachas: los Rockets empezaron 0-10 y ganaban 5-23 antes del ecuador del primer cuarto. Y llegaron a perder por siete (74-67) antes de un parcil de 1-17 en cinco minutos (75-84). Los Bulls, bien en ataque y muy mal en defensa, apretaron pero ya no remontaron.
El ataque de los Rockets jugó a placer: 55% en tiros, 17/44 en triples, 60 puntos en la zona y, además, control del rebote. Jalen Green sumó 24 puntos con su mejor noche en el triple de la temporada (6/10). Y Kevin Porter Jr sumó un 6/12 con dos seguidos para matar definitivamente el partido en un último cuarto en el que apiló 15 puntos. En total, 36 con 7 rebotes y 9 asistencias. Una gran noche para estos sufridos Baby Rockets a costa de unos Bulls que no terminar de ser lo que les gustaría. DeMar DeRozan anotó 31 puntos y repartió 9 asistencias, LaVine sumó 22 puntos… pero el equipo no dio ninguna sensación de jerarquía contra un rival menor y que venía en muy mala racha. Los buenos tiempos no parecen llegar nunca en Chicago.