“Muchas gracias a todos, me lo he pasado genial”
Rafa Martínez se despide del baloncesto profesional en una sala abarrotada, rodeado de excompañeros y amigos, en un acto muy emotivo.
Han sido 19 temporadas como profesional, 629 partidos y 885 triples. Una carrera larga que ha transcurrido entre Manresa, Valencia y Bilbao pero todos, absolutamente todos los que participaron en el homenaje a Rafa Martínez, destacaron a la persona por encima del deportista. Ha sido un jugador mayúsculo, pero su vertiente humana ha calado en compañeros, entrenadores y aficionados. En la sede de la ACB recibió el cariño de los más cercanos y el reconocimiento de todo el mundo del baloncesto.
Antonio Martín, presidente de la ACB, lo definió como el “prototipo de deportista de equipo” , una etiqueta que le ha acompañado a lo largo de su carrera. Martínez siempre fue un jugador que priorizó lo colectivo por encima de lo individual. Que “pasó por encima” de los problemas físicos, que se sacrificó por el equipo. Por eso en su homenaje estuvieron muchos de los que fueron sus compañeros, entrenadores y rivales. La sede de la ACB se quedó pequeña para rendirle un merecido reconocimiento y muchos no pudieron ni sentarse en el auditorio. Y no estaban todos los que hubiesen querido estar.
A través de un vídeo algunos de los ausentes le mandaron también un mensaje. Como Víctor Claver, que le definió como “un ejemplo”. “El reconocimiento más grande que te llevas es el cariño de la gente. El impacto que has tenido en tanta gente”, dijo. También participó Llull, que tras una pequeña e irónica crítica al calendario de la ACB recordó que Rafa Martínez ha sido “un modelo a seguir” para muchas generaciones de jugadores. Al protagonista, como es lógico, le costó reprimir las lágrimas.
No pudo sin embargo contenerlas cuando le llegó el turno de hablar a él y recordó una trayectoria brillante: “Ha sido un orgullo y un honor jugar tantos años en la mejor Liga de Europa. Solo tengo palabras de agradecimiento”, arrancó. Quiso dar las gracias al Basquet Manresa “donde no podía tener un mejor final”, pero también a Valencia Basket y Bilbao. Tras once años jugando en la Fonteta los recuerdos son imborrables: “Fueron 11 años inolvidables, ganamos títulos, pero me quedo con el cariño de la afición y del club. Me llevo un trocito de la ‘terreta’ a casa”, comentó. No se olvidó de su año “especial en Bilbao” ni de dar las gracias a la FEB por el “respeto y el trato” que le dispensaron. Tras agradecer a todos, presentes y ausentes, concluyó emocionado: “Muchas gracias a todos, me lo he pasado genial”.
Y si Rafa Martínez fue agradecido con todos también el mundo del baloncesto lo fue con él. Recibió un obsequio de la ACB, de la asociación de jugadores, de la de entrenadores y de la de árbitros. El mejor ejemplo del cariño transversal que se ha ganado en el mundo del baloncesto.