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EUROBASKET 2022

Un EuroBasket de nacionalizados: “No sabía ni dónde estaba el país”

El EuroBasket ha estado aderezado no sólo por la nacionalización de Lorenzo Brown con España sino por otros casos un tanto similares.

Jaleen Smith
Jaleen Smithpicture allianceGetty

La victoria de España en el Europeo de baloncesto de este año ha acrecentado un tanto más una polémica que está instaurada, por otra parte, desde que esa misma situación se empezó a dar. Las nacionalizaciones forman parte del deporte a todos los niveles y los pasaportes exprés son, además, un continuo fluir en el del balón naranja.

El campeón de la anterior edición, la Eslovenia que lidera Luka Doncic, había cambiado a Anthony Randolph (Madrid) por Mike Tobey (Barcelona) y con este segundo, al que ya se había probado en las ventanas de clasificación de la FIBA y los Juegos Olímpicos arrastrados al verano de 2021, respondiendo lo siguiente a la pregunta de si conocía siquiera la existencia del país: “Ocurrió cuando me dijeron que me daban el pasaporte”.

La naturalización de Lorenzo Brown pese a su nula conexión con el país fue explicada por Jorge Garbajosa, presidente de la FEB, en una entrevista con AS en el contexto de una necesidad deportiva debido a las lesiones de Ricky Rubio o Carlos Alocén en el ‘1′: “Cuando te encuentras con alguien que cuadra con esa necesidad y que muestra un compromiso, no para un verano sino que quiere formar parte de un proyecto, no le puedes volver la cara”.

El caso particular de Brown, tentado por Croacia para este mismo campeonato, es claro una vez que ha terminado el torneo. Su conexión con Scariolo, al que sí conocía de la etapa en Toronto, fue clave para su integración en el vestuario y para captar todo el juego que Sergio quería sacar a un equipo de menor nivel que en ocasiones pasadas pero de incuestionable pundonor. El estadounidense de nacimiento tuvo que jugar infiltrado muchos minutos, arrastrando un problema en el hombro desde la preparación. Su proceso de selección arrastró ruido y críticas, su rendimiento ha servido para lo que se había iniciado dicho proceso. La crítica ha llegado hasta desde Argentina, subcampeón mundial el año que España venció en China. También se ha hablado de ello entre Serbia o Lituania, particularmente reacios a esta estrategia. Simplemente se ha subido el tono de un debate que ya estaba en la mesa.

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De nuevo jugadores estadounidenses se comprometen con países que les van a proporcionar un pasaporte con el que pasar a ser comunitarios. En ciertas ligas, como la Liga Endesa, es un elemento capital para que tengan más opciones de jugar o ser fichados por sus equipos. La FIBA, como advirtió el secretario general Andreas Zagklis antes del EuroBasket, seguirá con la misma legislación: convocatorias de once jugadores del país y la posibilidad de incorporar un sólo nacionalizado, sin alteraciones, ya que se considera que ése es el equilibrio perfecto en estos tiempos. España se tuvo que enfrentar en la fase de grupos a Thad McFadden (Georgia), Dee Bost (Bulgaria), Kendrick Perry (Montenegro) o Shane Larkin (Turquía), el único con un vínculo claro al jugar desde 2018 en el Efes. Otros conocidos de la ACB como A.J. Slaughter (Polonia) o John Roberson (Bosnia) también han estado presentes en el campeonato.

Durante el transcurso del campeonato se hizo conocida otra confesión. La anteriormente mentada Croacia tenía un nacionalizado, Jaleen Smith (Alba), que no sabía situar el país en el mapa: “No sabía ni dónde estaba, era mi primera vez allí”. Es una situación más común de lo que puede parecer en un primer momento. En el torneo han estado otros a los que la FIBA califica como naturalizados, como Tyler Dorsey en Grecia (aunque su madre tenga origen griego), o asignados tras la revisión de su caso, como Ignas Brazdeikis en Lituania (pese a jugar con las categorías inferiores canadienses en el pasado), que andan lejos de los casos anteriores pero son igualmente excepcionales.