Málaga agasaja a sus campeones de Europa
Varias decenas de aficionados reciben a Alberto Díaz y Darío Brizuela. “Ganar un Eurobasket te cambia la vida. Estoy en el equipo que amo”.
Ya están en Málaga los flamantes campeones de Europa. Alberto Díaz, Darío Brizuela y los integrantes del staff técnico de Scariolo Ángel Sánchez-Cañete, Enri Salinas y Javi Salvo han llegado a la Costa del Sol este mediodía en dos trenes AVE diferentes, con aproximadamente una hora de diferencia. En la estación María Zambrano han sido agasajados por decenas de personas que no han dejado pasar la oportunidad de felicitarles y fotografiarse junto a ellos.
“Ganar un Eurobasket te cambia la vida”, afirmaba el base marbellí, que ha jugado un papel determinante en los partidos decisivos del Eurobasket. “Ahora uno empieza a asimilar la magnitud de lo conseguido, quizás cuando lo hicimos en Berlín estábamos más en nuestra burbuja celebrándolo. Ahora es cuando uno se da cuenta, estamos en una nube, tanto yo como los compañeros y como el cuerpo técnico. Era el primer Eurobasket, ha sido llegar y besar el santo, ¿quién no soñaría algo así? Lo hemos conseguido, ha sido todo el campeonato increíble, todo ha salido perfecto y rodado, no tengo ningún pero. Me incorporé deprisa y corriendo, casi sin margen de maniobra, con nervios y con estrés de organizarlo todo, sobre todo con la familia. Hemos llegado con este oro y bienvenido sea”, añadió.
Alberto Díaz también tuvo palabras de agradecimiento a Sergio Scariolo por la oportunidad recibida: “Nos hemos despedido y agradecido mutuamente la confianza. Hubo una conexión muy buena en todo momento. Al final hay cosas que se quedan para nosotros, pero tremendamente agradecido por que me haya dado la oportunidad y me haya hecho campeón. He hecho lo que he podido, lo he dado todo, aportar al equipo lo que tenía y podía. Creíamos en el equipo, estar juntos. Sabíamos que si estábamos juntos algo bueno iba a pasar, no sabíamos si medalla o no, la gente iba a estar orgullosa de nosotros. El partido más trascendente fue el de Lituania, sin ninguna duda. Es un partido que fue un momento clave para nosotros. Muy complicado y quizá fue el que nos marcó bastante”.
Sobre el espaldarazo que el oro puede suponer para su carrera, el malagueño se lo toma con calma: “Sigo tranquilo, no sé qué repercusión va a tener esto en mi carrera. Yo sé quién soy, estoy en el equipo que quiero y amo y daré el 100%. El resto ya se verá. La repercusión es mucho mayor, se magnifica, pero es normal, es la Selección española y hemos quedado campeones de Europa. Es una ola que bajará y ya está y tengo que seguir mi camino. No os preocupéis, estoy en el Unicaja, en mi ciudad, nada cambia, ha sido una experiencia con la selección, todo sigue igual”.
El base y Darío Brizuela se pondrán desde ya a las órdenes de Ibon Navarro para preparar la fase de clasificación para la disputa de la BCL, que el Unicaja inicia el viernes. “La medalla sabe muy bien, todavía estamos asimilando todo lo que hemos conseguido. Queremos traer la mentalidad competitiva y de unión de la Selección al Unicaja”.