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BALONCESTO

Los peores fichajes en la historia del Real Madrid de baloncesto

Os presentamos a diez jugadores que prometían grandes cosas cuando firmaron por el equipo blanco, pero que finalmente fracasaron.

Con un currículum excepcional (Euroliga, Eurobasket y plata Mundial), Papadopoulos era uno de los grandes pívot del Viejo Continente. El pívot heleno firmó por tres temporadas en 2007 a razón de dos millones de euros cada una de ellas. Era una gran apuesta para dominar el juego interior en España y en Europa… pero fue un auténtico bluf. Desde el principio no funcionó: parecía fuera de forma, lento, sin entender los sistemas ni saber aprovechar su físico. Duró poco más de un curso antes de ser cedido a Bolonia y romper posteriormente su relación con los blancos.
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Lazaros Papadopoulos

Con un currículum excepcional (Euroliga, Eurobasket y plata Mundial), Papadopoulos era uno de los grandes pívot del Viejo Continente. El pívot heleno firmó por tres temporadas en 2007 a razón de dos millones de euros cada una de ellas. Era una gran apuesta para dominar el juego interior en España y en Europa… pero fue un auténtico bluf. Desde el principio no funcionó: parecía fuera de forma, lento, sin entender los sistemas ni saber aprovechar su físico. Duró poco más de un curso antes de ser cedido a Bolonia y romper posteriormente su relación con los blancos.

FOTO:LA OTRADIARIO AS
Troy Bell
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Troy Bell

Algunos recordarán a Troy Bell (Minneapolis, 1980) por haber compartido equipo, aunque sólo fueran unos pocos minutos (34), con Pau Gasol en los Grizzlies y por su paso fugaz por el Real Madrid en diciembre de 2004. Jugó dos partidos en la ACB sustituyendo al lesionado Bennett­. En ambos venció el Madrid, pero Bell acabó con una valoración negativa de -15. Díganlo si quieren: no triunfó.

FOTO:CHEMA DIAZ DIARIO AS
Morris Almond
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Morris Almond

Tenía buena pinta. El alero estadounidense aterrizó en abril de 2010 para dotar de munición al equipo que entrenaba Ettore Messina. Y tenía dotes para ello como demostró en la G-League: 26,8 puntos de media esa temporada y 53 tantos en un solo partido. Su debut fue esperanzador con 14 tantos y un 3 de 4 en triples. Pero ahí acabó su idilio con el Madrid: en el siguiente duelo, frente al Gran Canaria, bajó a 8 y contra el Baskonia se quedó a cero en 25 minutos en pista. Un rosco que le relegó al fondo del banquillo y a solo 4 tantos más en los cuatro duelos siguientes en los que tuvo minutos.

FOTO:MACARIO MUÑOZDIARIO AS
Rolf Van Rijn
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Rolf Van Rijn

Uno de los fichajes más extraños en la historia del Real Madrid. Pocos le recuerdan y es normal: fue fichado en abril de 1998 como refuerzo para el playoff. Una especie de anti-Dueñas por sus 215 centímetros que apenas tuvo oportunidades. Jugó solamente tres partidos (dos en cuartos contra el Valencia y uno en semifinales ante el Manresa). Estuvo seis minutos en total en pista y no llegó a anotar.

FOTO:DAMIR SAGOLJREUTERS
Chasson Randle
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Chasson Randle

El base llegó para cubrir una baja imposible, la del lesionado Sergio Llull, sobre todo en la Euroliga. Con experiencia en la NBA (Sixers y Knicks), el estadounidense tenía buena pinta: podía jugar de ‘uno’ o de ‘dos’ y destacaba por su buen manejo de balón y velocidad en las penetraciones… pero no cuajó y casi no entró en los planes de Pablo Laso. Jugó 23 partidos en la ACB (no fue inscrito ni en la Copa ni en el playoff) y 23 en la Euroliga.

FOTO:FELIPE SEVILLANODIARIO AS
Jeremiah Massey
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Jeremiah Massey

El ala-pívot de Detroit era una de las grandes apuestas del Real Madrid para la temporada 2008-09. Y no era para menos tras sus tres buenas temporadas en Grecia entre el Larissa y el AEK de Salónica, donde fue nombrado jugador más espectacular de la Euroliga en 2007. Pero no llegó a cuajar por una adaptación lenta a la que no acompañaron los resultados del equipo. Solo cumplió un año de los tres que tenía firmados.

FOTO:PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP
Michalis Pelekanos
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Michalis Pelekanos

El alero griego solo duró una temporada, la 2007-08, en el Real Madrid. A pesar de las expectativas creadas alrededor suyo (buenas cualidades defensivas) no llegó a ser lo que se esperaba y no se adaptó bien al sistema de Joan Plaza. Su aportación en la Liga Endesa fue completamente nula: jugó 31 partidos con una media de 2 puntos y 1 rebote en 11 minutos sobre la pista.

FOTO:ARIS MESSINISAFP
Maurice Ndour
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Maurice Ndour

El ala-pívot senegalés firmó por el Madrid como parche a la lesión de Andrés Nocioni en diciembre de 2015. Su salto al conjunto blanco fue sin paracaídas, sin experiencia en grandes ligas y se notó: salió de la universidad probó en la Liga de Verano con New York Knicks, Dallas Mavericks le cortó antes de comenzar la temporada y recaló en el Real. Jugó 12 partidos en la Liga Endesa y 6 en la Euroliga. No superó los 2,5 puntos de media en ninguna de las dos competiciones. “Llegué allí y era como si nunca hubiera jugado al baloncesto”, afirmó en una entrevista con Eurohoops sobre su etapa en la capital.

FOTO:EMILIO COBOSDIARIO AS
Thomas Heurtel
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Thomas Heurtel

El francés aterrizó en el verano de 2021 en el Real Madrid tras su abrupta salida del Barcelona: el club le dejó tirado en el aeropuerto de Estambul después de conocerse que negociaba en secreto con los blancos. Era el fichaje perfecto para el puesto de base. Un jugador de primer nivel cuyo rendimiento en pista fue irregular en sus 53 partidos de blanco y que acabó apartado del equipo por su salida en Atenas la noche previa a un encuentro de Euroliga frente al Panathinaikos.

FOTO:EDUARDO CANDEL REVIEJODIARIO AS
Stefano Attruia
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Stefano Attruia

En la temporada 2001-02, Sergio Scariolo dirigía el banquillo del Real Madrid. El italiano decidió dejar salir a Jean-Marc Jaumin y cubrir su hueco con un compatriota, Stefano Attruia, todo un veterano de 32 años y una Copa Korac y una Copa italiana en su palmarés. Su paso no dejó nada. Jugó solo 19 partidos en los que promedió 6 puntos y 1,6 asistencias. Se le recuerda más por su pelo a lo afro que por su juego. “No Woman no Cry”, le cantaba la Demencia por su pinta más de rastafari que de italiano.

FOTO:ALBERTO MARTINEFE