Se reabre el ‘caso Campazzo’
Dallas Mavericks ha prescindido del base argentino, que debe decidir ahora si vuelve al Madrid, a otro equipo de la Euroliga o sigue llamando a la puerta de la NBA.
“Estuve cerca de volver a Europa porque no llegaba ninguna oferta de la NBA, pero quise esperar un poco por si surgía la oportunidad”, explicaba Facundo Campazzo hace unas semanas en Dallas sobre cómo vivió un verano de incertidumbre, más de tres meses esperando la opción de continuar en la NBA. Y la ocasión apareció in extremis, sobre la bocina. La oferta le llegó el 13 de octubre, dos días después viajaba a EE UU y tres más tarde, el 18, el mismo día que arrancaba la temporada, se hacía oficial su incorporación a Dallas Mavericks por una campaña (no debutó hasta el 25, cuando tuvo el visado, y en 17 partidos disponible solo participó en 8 para un total de 52 minutos). Luego se supo que ese año por 1,83 millones de dólares (1,77 millones de euros al cambio actual) no era garantizado hasta el 10 de enero, por lo que la franquicia podía prescindir de él, como este lunes hizo de manera oficial. Los Mavs esperan ahora cerrar el fichaje de Kemba Walker, base de 32 años y 1,83, cuatro veces all star, pero que lleva sin jugar desde febrero y genera grandes dudas. Una decisión a la desesperada tomada por el propietario de los Mavericks, Mark Cuban, para tratar de arropar a Luka Doncic con otro manejador de balón en pleno bajón del equipo.
La salida de Campazzo de Dallas reabre el culebrón del pasado verano sobre dónde jugará el argentino. “Sería iluso obsesionarme con la NBA”, dijo hace dos meses en su país, en Todo Noticias. Facundo puede esperar una nueva (y difícil) oportunidad en la NBA o cerrar ese capítulo de su carrera y volver a Europa. “Florentino me dijo que me esperarán siempre”, aseguró en AS tras su marcha a Denver en diciembre de 2020. El Real Madrid tiene el derecho de quedarse con el jugador si iguala cualquier oferta europea que reciba, aunque, si no hay acuerdo previo entre las dos partes, será complicado porque hablamos de cantidades en neto y por fiscalidad, mucho más baja en Italia o Turquía, pueden ofrecerle bastante más dinero en limpio pagando lo mismo o menos en bruto.
El base renovó por cinco temporadas con el equipo blanco en el verano de 2019 y unos meses después tomó la decisión de marcharse a la NBA interrumpiendo un contrato que superaba ligeramente los tres millones de euros brutos anuales (cerca de dos millones netos). Para ello se acogió a la cláusula de salida, de 6 millones, de la que aún le queda por abonar alrededor de 2,6 millones (hasta ahora ha pagado una cantidad proporcional en función de sus contratos NBA). En caso de volver al Madrid, los agentes del jugador no contemplan otra opción que no sea que la deuda quede saldada, pero por cuestiones tributarias se antoja un asunto muy complejo. Las relaciones entre ambas partes se han desgastado en los últimos tiempos.
Y más allá del club blanco puede haber otros candidatos. En octubre se habló de un posible interés del Fenerbahçe, que AS no pudo confirmar, y también de que quizá entrara en los planes del campeón, el Anadolu Efes, por la lesión de Shane Larkin, que ahora está a punto de regresar. Fuentes del mercado añaden el nombre del Armani Milán, en una severa crisis porque tiene una plantilla para pelear el título y, en cambio, es el actual colista de la Euroliga y acaba de perder por lesión a su base Kevin Pangos, aunque el tiempo de baja es solo de seis semanas.
En Europa son muy pocos los clubes capaces de asumir un fichaje como el de Campazzo. Y es la Euroliga o seguir llamando a la puerta de la NBA y esperar que se abra, otra vez.