Juancho se supera a sí mismo
El alero español del Panathinaikos bate su marca anotadora en la Euroliga de la pasada temporada en apenas dos meses de ésta. Confianza y mejora.
En la presente temporada el Panathinaikos se encuentra ante un reto mayúsculo. Porque ya se sabe, más que llegar a la cima lo complicado en mantenerse en ella. El superproyecto que dirige Ataman en Atenas tuvo éxito el pasado mes de mayo, cuando se coronó campeón europeo en la Final Four de Berlín ante el Real Madrid. Este verano se ha dado una nueva inyección económica para mantener la columna vertebral en su sitio y el objetivo no es otro que repetir.
Para ello los jugadores en los que se basó la victoria en la Euroliga son primordiales. Los que aportaron regularmente y los que lo hicieron en pequeñas dosis o momentos importantes. En ese segundo grupo estuvo el español Juancho Hernangómez. Cuando se le fichó se le esperaba en un rol importante, por el contrato firmado y sus referencias en Estados Unidos y Selección Española, pero nada más lejos de la realidad. Lo pasó mal. Le costó entrar. Su volcánico entrenador incluso le puso a los pies de los caballos en un par de ocasiones para que reaccionara, se revolviera y sacara lo mejor de sí. Hecho consumado. Así ocurrió. El ex de Nuggets o Wolves -entre otros- fue clave en el tramo final de la 2023/24, la que llevó al PAO a ser el nº1 europeo una vez más.
El salto del segundo grupo al primer grupo, evolucionando en la referencia que él esperaba ser, se ha producido con el cambio de temporada. Con la llegada de Cedi Osman se especuló con su salida, por falta de hueco, pero fue el propio Ataman el que, vestido de confianza, aseguró que Juancho no se movía del equipo. El español le había dado la vuelta a la situación. Y en el nuevo curso está dejando brochazos del jugador que un día hizo las Américas y luego regresó.
Juancho ha ido sobreponiéndose a ese mal comienzo de su andadura en la Euroliga, en la que no llegó a debutar antes de su etapa americana, dejando de lado miedos y encasillamientos. Le habíamos visto mucho en ese papel de triplista inmóvil, en una esquina o muy ladeado, y sin explotar a tope la pelea del rebote, una de las grandes armas que posee. Por fin está mostrando su mejor faceta.
Durante este curso 2024/25 ha batido en apenas dos meses, 14 partidos en total, el cómputo global de puntos que en la Euroliga del año anterior había acumulado. Los 134 están ya superados y queda más de una vuelta de fase regular. Es un simple ejemplo para ilustrar cómo de mejorado está Hernangómez, ensamblado entre jugadorazos y siendo una herramienta buena para Ataman tanto de ‘3′ como de ‘4′. El lunar es la línea de personal, donde lleva un pírrico 3/11, pero en tiros de dos está en 63% y en tiros de tres se coloca con 45%. De media son 9,6 puntos, además de 5,4 rebotes y 1,3 asistencias en 25 minutos de media. Le ha ganado la partida a Mitoglou, local, y ha frenado el ímpetu con el que aterrizó Osman. La mejora, evidentemente, no se reduce a la competición continental; en la griega, Stoiximan Basketball League, ha sido proclamado el mejor jugador en varios encuentros, incluido el último contra el Panionios (donde además encestó el triple que lo sentenció). El nuevo Juancho ha venido para quedarse.
Hernangómez también es estandarte de España a nivel de selección nacional. Junto a su hermano y otros referentes han cogido el testigo de los Gasol, Navarro, Ricky, Rudy, Calderón o Rodríguez, una empresa complicada dado el palmarés que acumularon esos hombres. Hace su camino, sin pensar más en lo que dejó en Toronto y demás, teniendo en el Panathinaikos el presente que esperaba.
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