El Bilbao Basket estrena casa en Artxanda
El equipo realiza su primera sesión en el nuevo polideportivo construido en las alturas de Bilbao. Ponsarnau: “Venimos con muchas ganas de trabajar aquí”.
El Bilbao Basket marcará la fecha de hoy en su calendario de acontecimientos históricos. Como cuando se mudó de La Casilla al BEC o cuando realizó el último traslado a Miribilla. Durante esa larga travesía ha ido saltando de sedes en el día a día siempre que el pabellón en el que jugaban los partidos oficiales estaba ocupado: Deusto, El Fango, Irlandesas... Tras la inauguración oficial de ayer a cargo de los políticos, que ya se sabe que para estas cosas se lanzan en plancha a las fotos, el equipo de Ponsarnau ha tomado contacto con el nuevo polideportivo que va a ser su casa a partir de ahora. Un espacio en Artxanda reservado para el baloncesto, integrado en el complejo polideportivo que se asienta junto al funicular. Las obras de remodelación iniciadas el pasado mes de mayo han permitido ampliar el espacio en más de 800 metros cuadrados, pasando de 5.105 a 5.971. “Estamos ante unas instalaciones de última generación y de gran calidad”, señaló ayer el alcalde Juan Mari Aburto, quien tildó la instalación de forma grandilocuente como “el Lezama del Bilbao Basket”.
La infraestructura cuenta con un espacio de uso común para todos los equipos que vayan a usar las instalaciones. Por un lado, está la pista que ocupa el lugar central del equipamiento, diseñada según las reglas que marca la ACB, FIBA y otras competiciones nacionales, una réplica de Miribilla. Por otro, un graderío totalmente accesible situado junto a la pista con un aforo para 244 personas y un espacio para asistentes con discapacidad. En uno de los fondos se han instalado unas pocas sillas de color oscuro, diferente a los tonos vivos del graderío al estilo de Miribilla. Bajo las mismas, conectado con la cancha, se encuentra el gimnasio, con vistas panorámicas de Bilbao desde las alturas. Se ha diseñado todo según las necesidades del equipo: vestuarios, aseos, zona de fisioterapia y recuperación, y lavandería y almacenes. Y en el otro fondo se aprecian los despachos para los técnicos y la sala de prensa, aislables con una persiana eléctrica. Desde ahí se divisa la cancha.
De esta forma, Miribilla contará con mayor disponibilidad para albergar eventos en la ciudad. “Liberamos ese espacio que da cabida a más de 10.000 espectadores para poder realizar diversos eventos”, argumenta Aburto. En su visita el alcalde destacó que el pabellón “cuenta con todo lo necesario para cubrir las necesidades del Bilbao Basket, como equipo profesional, y para dar también servicio a otros clubes de la entidad”. El equipo, todos con los ojos como platos, ha trabajado mirando casi más al envoltorio que estrenaba que a los ejercicios propuestos por el preparador físico y por Ponsarnau. La presidenta Isabel Iturbe estaba como una niña con zapatos nuevos: “Esto es una bienvenida. Estamos encantados de encontrarnos en nuestra casa. Esta instalación acerca Artxanda a Bilbao. Esperemos que dé buenos frutos. Es un gran paso dentro de los que está dando el club, permitirá una gran convivencia entre los equipos ACB y de cantera”. El Surne queda instalado en el denominado balcón de la capital vizcaína.
Ponsarnau no podía disimular su felicidad: “Enseguida percibí que hacía mucha ilusión al club venir aquí y nosotros nos hemos impregnado de ella. Venimos con muchas ganas de trabajar aquí. El contexto es muy bonito y hay unas vistas que hacen que todos queramos entrar al gimnasio para ver lo bonito que es Bilbao. Ahora tenemos que reorganizarnos para sacar el máximo rendimiento posible a nuestro trabajo y a las instalaciones, lo que nos han dado lo va a permitir”.
El técnico ilerdense cree que su nueva sede ayudará a reforzar “la identidad” del club al unir en una misma instalación a la primera plantilla con los equipos de cantera. “Esperamos que esa identidad sea un estímulo para que cada vez haya más baloncesto en Bilbao”, destacó. Se refirió también al estado de su equipo a diez días de comenzar la Liga Endesa y víspera además de encarar mañana, viernes, el último test de la pretemporada en la Euskal Kopa que le va a enfrentar al Baskonia en Galdakao. “Estamos bien. Es un grupo muy entrenable y estamos muy satisfechos con el trabajo, pero tenemos que ir a paso a paso. Baskonia es una prueba de supernivel y vamos a intentar sacar el máximo que tenemos ahora, que no es nuestro máximo”, señaló Ponsarnau, quien avanzó que no podrá contar para esta cita con Smith. El de Tarrega recalcó que de cara al futuro “sin ninguna duda la intensidad defensiva marcará” la “competitividad” del Surne Bilbao y que la clave será el rebote, “el punto más débil” que ha detectado en la fase de preparación. “A ver sí ahí vamos mejorando para tener más opciones de salir corriendo. La defensa tiene que ser la identidad y a partir de ahí tenemos valores para jugar a un ritmo más alto”, incidió.
Están siendo días de mucha actividad por parte del equipo. Hace poco realizó la ofrenda a la Virgen de Begoña, patrona de Bizkaia; después tuvo lugar la tradicional recepción en el Ein Prosit, uno de los restaurantes más populares de la ciudad; y ayer, la visita a la ciudad en el autobús turístico.
Hoy por la mañana se ha presentado al estonio Kullamae en una de las oficinas de Viajes Azul Marino en el centro de la ciudad, uno de los patrocinadores del club. “Me gusta nuestro grupo, todos son buenas personas. Necesitamos jugar con intensidad y defensa. Hay un bonito grupo, con experiencia y jugadores jóvenes. Es una oportunidad muy buena para mí, un reto apasionante”. El año pasado jugó la Eurocup con el Lietkabelis y se ganó la oportunidad de regresar a la ACB con un papel importante. Antes pasó por el Canoe, Burgos (donde coincidió con Rabaseda y Renfroe) y Palma. Se siente cómodo como base, aunque también actúa al dos, así que liberará de ese peso a un Smith que prefiere liberarse de subir la bola. ”Estoy contento por esta oportunidad y me siento listo”, remata esforzándose en español.