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SURNE BILBAO BASKET

El Bilbao Basket, bajo mínimos

Sin Goudelock, Rigo y Withey, y con Ubal y Hakanson entre algodones, los últimos en caer son Andersson y Radicevic.

El Bilbao Basket, bajo mínimos
ACB MEDIA

Es para creer en brujas. No deja de caer gente lesionada en el Bilbao Basket, que puede contar con los dedos de una mano las veces que ha tenido la plantilla al completo. En realidad, nunca porque Goudelock, su jugador estrella, y Rigo se dañaron la rodilla en la pretemporada. Los que pasan a la enfermería son Anderson y Radicevic. A este último le persigue la fatalidad desde el verano, va encadenando una ausencia tras otra. En Gran Canaria salió ayudado por dos compañeros, ya que no podía pisar el suelo con uno de los pies. Sufre una fuerte contusión y edema óseo a nivel antero lateral del condilo femoral interno de la rodilla izquierda. Al menos, se descarta una lesión grave y podría estar en la Champions el martes. Por su parte, Andersson sufre una lumbalgia aguda. Este pronóstico esta a la espera de resultados de la RMN (Resonancia Magnética Nuclear) que se le ha realizado durante el día de hoy. Withey también permanece en el dique seco y se ha fichado al griego Tsalmpouris por lo que resta de temporada y cláusula de rescisión a las seis semanas. Además, Ubal se recupera de una distensión en el gemelo izquierdo y Hakanson hace lo propio de la afectación de su aductor izquierdo tras jugar con molestias en Las Palmas.

Mientras, el equipo trata de aislarse ante la desgracia y centra el foco en la visita a Miribilla mañana del Lenovo Tenerife (20:00 horas), con la intención de ganar para poder seguir soñando con los cuartos de final de la Champions, ya que marcha tercero y la amplia derrota en Murcia (-18) ha enfriado las posibilidades. Ante el Tenerife a domicilio también se cayó, pero esto entraba dentro de los cálculos. Los insulares marchan con 3-0, mientras que los pupilos de Sito llevan 2-1 y los bilbaínos 1-2. El Darussafaka ha perdido los tres compromisos de la primera vuelta. La moral está algo tocada tras el varapalo de ayer ante el Gran Canaria.

Hay un dato que sí aporta cierta moral al zurrón. El Bilbao Basket ha ganado los cinco partidos que ha disputado como local en competiciones europeas frente a rivales de la ACB. Los tres primeros fueron en la Euroliga 2011-12 cuando venció en el Bilbao Arena primero al Caja Laboral Baskonia en la fase de grupos (77-72) y, ya en el Top 16, al Unicaja (85-70) y el Real Madrid (93-69). La temporada siguiente, en la Eurocup, fue el Valencia Basket el que cayó en Miribilla por 91-76 y en esa misma competición, pero en la campaña 2016-17, el Fuenlabrada, hasta ahora el último equipo ACB que ha visitado Bilbao en competición continental, perdió frente a los ‘hombres de negro’ por 97-83. Ahora llega el turno para Tenerife y, en el cierre de la fase, el Murcia, el 21 de marzo.

Ponsarnau admite que el choque ante los aurinegros es “clave” para mantener las opciones de seguir adelante en la Champions y recalca que para superar al vigente campeón van a “necesitar a Miribilla más que nunca”. “Estamos necesitados, pero una cosa buena es que jugamos en casa y que nuestro público nos va a ayudar seguro a encontrar nuestro límite”, señala el preparador de Tàrrega. Considera al equipo de Vidorreta “el mejor de la competición junto al Unicaja” y cree que la cita es muy atractiva para los aficionados porque “es un partido de prestigio contra el actual campeón” y considera que además debe ser “una fiesta” jugar competición europea “contra el mejor rival”.

“Estamos en un momento difícil. Tenemos demasiados jugadores que no están al cien por cien a nivel físico y para competir a este nivel es demasiado. Y no tenemos a Withey, que es nuestro jugador con más impacto a nivel estadístico, pero estoy convencido de que con el apoyo de Miribilla daremos el máximo”, incidió. Por último, apenas 24 horas después de la contundente derrota encajada en la pista del Gran Canaria (94-71), Ponsarnau explicó que el vestuario han asumido que “el nivel competitivo fue muy malo” y que se lo han “reprochado, sin excusas”. “De lo que pusimos nosotros, Gran Canaria puso más. Y, además de su calidad, encontró la forma de que su energía se notase más que la nuestra. Eso no nos podemos permitir. Lo sabemos y esa es la reflexión más importante”, explicó sobre ese último partido liguero.