Doncic ya tiene pívot estrella: Christian Wood, a los Mavericks
El equipo texano sella una operación brillante para sus intereses. Entrega el pick 26 del próximo draft y se hace con Christian Wood, el pívot de primer nivel que buscaba para acompañar a Doncic.
Christian Wood será jugador de Dallas Mavericks y el nuevo gran compañero interior, por lo tanto, de Luka Doncic. El nuevo régimen de los texanos, con Nico Harrison al frente de los despachos y Jason Kidd como muy bien recibido entrenador, sigue con una remodelación que por ahora solo ha dado buenas noticias: en febrero salió Kristaps Porzingis, que no encontraba su lugar ni con Rick Carlisle ni sin él, y ahora llega Wood a un equipo que ha sido una de las revelaciones de esta temporada que está a punto de terminar: 52 victorias y plaza en la final del Oeste, donde no pudo con los Warriors tras dejar en la cuneta, en semifinales del Oeste, a Phoenix Suns, el gran favorito al anillo y el equipo líder de la fase regular (64 victorias). Ahora, después de su mejor temporada desde la de su único anillo (2010-11), los Mavs demuestran que van a por todas y que trabajan para rodear de la mejor forma posible a Luka Doncic.
El traspaso con Houston Rockets, que no será oficial hasta la noche del draft (en una semana: 23 de junio) tiene muy pocos riesgos para los Mavericks, que dan el número 26 del draft (al final de la primera ronda) y a cuatro jugadores que no han sido relevantes en la rotación: Boban Marjanovic, Trey Burke, Marquese Chriss y Sterling Brown. Además, Wood (que cumple 27 años en septiembre) está en último año de contrato. Cobrará 14,3 millones de los 41 por tres años que firmó en noviembre de 2020 con los Pistons para irse traspasado (en un sign and trade) a Houston Rockets. Allí iba a relanzar a un equipo que había sido un aspirante perenne al anillo, pero su llegada acabó coincidiendo con la salida de Russell Westbrook y James Harden. Wood, que llamaba a las puertas de su primer All-Star, se vio en un equipo en reconstrucción que ha ganado 37 partidos en las dos últimas temporadas después de ocho años seguidos en playoffs.
Objetivamente, los Rockets reciben muy poco a cambio. Pero se desprenden de su salario sin recibir dinero que no querían absorber en jugadores. Ganan flexibilidad (es posible que los cuatro traspasados no lleguen a jugar en Houston) y, sobre todo, reciben un pick de primera ronda más: ahora tienen el 3, la joya de la corona, y el 17 (vía Nets) y el 26 (de los Mavs). Estos dos últimos pueden usarlos para ascender a por otro pick más alto. La salida de Wood, además, deja espacio en la rotación interior. La pasada temporada quedó claro que el pívot del futuro era el turco Alperen Sengun (número 16 del Draft 2021). Esto podría dar más minutos también al español Usman Garuba (número 23) en un equipo que, también asunto clave, va a elegir a otro interior con el número 3. A uno que debería ser uno de los referentes de futuro de la franquicia junto al número 2 del año pasado, el escolta Jalen Green: Paolo Banchero, Chet Holmgren…
Una ayuda trascendental para Luka Doncic
El punto de vista de los Mavs es sencillo: hacía mucho que era obvio que necesitaban un pívot de primer nivel y se hacen con uno sin dar nada trascendental a cambio y sin comprometerse con un salario alto a largo plazo. Durante meses, cualquier pívot en el mercado se ha relacionado con la franquicia, desde Myles Turner a, últimamente, un Rudy Gobert que puede salir de Utah Jazz. Wood tiene un sueldo manejable y unas posibilidades enormes para ser un excepcional compañero de pick and roll de Doncic: en ataque es un gran finalizador cerca del aro y un brillante tirador de tres. La pasada temporada promedió 17,9 puntos, 10,1 rebotes, 2,3 asistencias y 1 tapón con un 50% en tiros totales y un 39% en triples. En sus dos años en Houston, 19,4+9,8+2+1,1 con un 50 y un 38%. Wood puede acabar cerca del aro mejor que Dwight Powell y abrirse para tirar tan bien o mejor que Maxi Kleber.
Como además está en último año de contrato, se espera que trabaje duro para ganarse su siguiente gran salario NBA. Sus problemas son la falta de concentración e intensidad en defensa y lagunas de actitud cuando las cosas no han ido como ha querido. Eso le llevó a recibir sanciones internas la pasada temporada en Houston. Pero en Dallas apuestan porque un entorno de primer nivel competitivo le haga poner los cinco sentidos en ello. Y en que un entrenador como Jason Kidd saque lo mejor que pueda dar en defensa un pívot de 2,11 y 97 kilos.
Wood no fue drafteado en 2015 aunque había sonado para el final de la primera ronda. Los Mavericks serán su séptimo equipo desde entonces: tuvo pasos fugaces y sin peso por Sixers, Hornets, Bucks y Pelicans. Despertó en Detroit Pistons (2019-20) y se fue a los Rockets, donde ha sonado como pieza de traspaso de forma constante desde que llegó... y el equipo entró en reconstrucción.
Con un nivel, al menos en ataque, que bordea el de jugador all-star, Wood necesita mejorar en defensa y demostrar que puede tener la actitud adecuada… y de forma constante. Si lo hace, será un grandísimo refuerzo para los Mavs y un interior que puede multiplicar su valor al lado de un generador como Doncic. El trabajo de Kidd será, también, que ambos no sean un eslabón débil en el eje central de la defensa. Pero los Mavs consiguen lo que querían sin entrar en operaciones de máximo riesgo, y tachan un asunto crucial de su lista de tareas pendientes. Les queda hacerse con un alero de rotación más, ver qué hacen con Tim Hardaway Jr (53,5 millones garantizados hasta 2025) y, sobre todo, atar la continuidad de Jalen Brunson, que será una de las piezas más codiciadas del mercado pero al que en Dallas se apuesta por retener sí o sí (incluso si eso implica ponerse en el rango de los 25 millones de dólares por año). En todo caso, la primera pieza del puzle ha caído, pronto y sin dramas ni apenas riesgo: Christian Wood será jugador de los Mavericks y se va a hartar a convertir pases de Luka Doncic en puntos para el equipo de Jason Kidd.