Acuerdo amistoso entre el club y Peñarroya para finiquitar la relación contractual
Las dos partes se encontraron en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación y cerraron un acuerdo para pactar los plazos de los pagos.
No sería la primera vez en la que el asunto se estanca y acaba en manos de la Justicia como ocurrió con Marco Crespi, que reclamó la ficha por dos años mientras el club aseguraba que suele firmar los compromisos por una temporada con opción a una segunda si las dos partes están satisfechas. En otros casos como con Pedro Martínez, Zan Tabak o el propio Dusko Ivanovic se llegó a un acuerdo de plazos antes de abrirse el proceso judicial.
Peñarroya ya estaba consultando al Sindicato de Entrenadores cuando todavía ocupaba el banquillo del Baskonia. Le aconsejaron templar gaitas y tratar de cerrar un acuerdo para poder volver al mercado sin mayores preocupaciones o litigios. Un entrenador que a veces parecía arisco y nervioso antes del affaire, demostró frialdad y saber estar en los momentos más complicados, cuando ya estaba condenado.
Sus ruedas de prensa previas y post-partido con Panathinaikos y Andorra fueron ejemplares. Él era consciente de la frialdad del club y de su futuro fuera del banquillo vitoriano. Pero lidió con arte las preguntas de los periodistas. En el club existía la sensación de que la prensa no estaba a la altura pero la realidad es que pegó en la diana. Una semana más tarde presentaba a Dusko Ivanovic en el Buesa Arena.
Peñarroya y el Baskonia se reunieron recientemente en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) y las partes llegaron a un acuerdo para el cobro de la ficha en determinados plazos. En verano, el club tardó 23 días en confirmar al técnico egarense tras realizar movimientos en el mercado que no acabaron por cuajar. El catalán se plantó en la pretemporada consciente de que no era la primera opción y con un salario inferior al de la temporada anterior.
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