Un Valencia Basket de récord arrolla al Covirán Granada

Cuando el talento individual está al servicio del equipo y, sobre todo, a una idea de juego. El Valencia Basket impuso un ritmo frenético desde el inicio que le fue imposible de aguantar al Covirán Granada (120-94). Vivo en el rebote ofensivo, rápido en transición y acertadísimo desde el triple (12 de 17 en la primera mitad), el equipo de Pedro Martínez firmó una primera parte de récord en la entidad con 67 puntos. El techo estaba en los 64 puntos que hizo el equipo taronja en 2001 contra Cantabria Lobos. También hizo números históricos en asistencias, con 34 totales, superando los números en Liga Endesa (33, en 2013 ante el CB Valladolud y en 1992 contra DYC Breogán) e igualando el récord absoluto en partido oficial (ante Keravnos Keo en la Copa Saporta).

A ritmo de triples, llegaron a labrar 19 puntos de distancia y un 25-3 de parcial desde un alley oop de Wiley en el primer cuarto. Todo el equipo estaba produciendo, Jean Montero regresaba de su lesión como si no hubieran pasado los días e incluso Pedro Martínez se tomó el lujo de dar descanso a Stefan Jovic, especialmente por el buen hacer del joven Sergio de Larrea (8 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, para 18 de valoración al descanso; rozando el triple doble al final del partido).

Elias Valtonen y Sergi García oponían algo de resistencia, pero el ritmo taronja era insostenible. Incluso cuando no aparecían los triples, el equipo seguía produciendo: en transición, desde la pintura, a media distancia y desde el tiro libre... Puerto volvió a abrir la veda desde más allá de la línea y cuando el Granada intentaba asomar la cabeza, aparecía el huracán Sestina con 10 casi ininterrumpidos, para que, Semi Ojeleye desde el triple y Jaime Pradilla de media distancia, cerraran la histórica anotación.

Tras el descanso, y con 25 puntos de ventaja, Amine Noua, Scott Bamforth y Jonathan Rouselle aprovechaban para alimentar sus números. Insuficiente por la irrupción de Brancou Badio y Matt Costello, con Chris Jones al mando en la distribución y Pradilla sumando desde su intensidad. El Valencia Basket era un rodillo imparable y los únicos que veían la fiesta desde la barra eran Nate Reuvers, que coqueteó con un alley oop para hacerse notar, y Xabi López-Arostegui, este último por un problema de faltas desde el comienzo del segundo cuarto.

En el último cuarto, tras alcanzar los 100 puntos de la mano de Chris Jones, el Valencia Basket despegó el pie del acelerador. En parte, porque el acierto desde el triple de los anteriores tres cuartos se esfumó (20 de 39, 51%, tras el pitido final). El trabajo, sin embargo, estaba más que hecho. La imprecisión en el tiro se trasladó al juego, lo que se tradujo en ataques más lentos, previsibles y alguna perdida inentendible, mientras el Covirán Granada maquillaba algo el marcador. Al final, Reuvers y Ojeleye volvían a anotar más allá de la línea tras una pequeña pájara y Chris Jones cerró el partido con un triple sobre la bocina para su doble-doble particular (12 puntos y 10 asistencias) y dejar los 120 puntos de recuerdo en el marcador de La Fonteta.

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