El Zaragoza no aguanta la presión y deja al Barça la Copa en bandeja
La derrota del Zaragoza en casa del Granada aclara el panorama de la Copa: el último billete será para el Barça salvo descalabro histórico de los culés.

Al Barcelona le ha caído del cielo un resultado que quizá no esperaba antes de que entre en escena su partido de la 17ª jornada de la Liga Endesa, la que dictamina qué ocho equipos se clasifican para la Copa del Rey. Sólo queda un billete y se les ha abierto el pasillo ante sus ojos, porque aún no han disputado su encuentro de esta semana, para conseguirlo. El resultado en el Palacio de Deportes de Granada, 97-91, deja un escenario claro pero igualmente curioso. El Barça mantiene la octava posición (juega contra el Bilbao a las 18:00) y en confrontación están el Zaragoza y Baskonia; la victoria contra los vizcaínos en el Palau Blaugrana daría el pase a los de Joan Peñarroya, pero en caso de derrota entran otras cábalas. El Barcelona podría perder hasta por 26 puntos si el problema lo encuentra con el Zaragoza. Antes que ellos, por cuestión horaria, se estará pendiente del Baskonia (juega contra el Breogán a las 17:00), que necesita que pierda el Barça y recuperar una desventaja puntual de 74. Sólo un descalabro histórico dejaría sin Copa a los culés, aunque el sufrimiento que han pasado durante este mes no se lo quita nadie.
El Granada no olvidó que está en los puestos de peligro de la clasificación y tiró de todas las herramientas con las que cuenta para sacar este choque adelante, en un feudo que a ello le tiene que ayudar, y perjudicar a los maños en su empresa.
Los de Pin controlaron la primera parte y metieron el miedo en el cuerpo de sus contrincantes, que reaccionaron tras el paso por el vestidor. El conjunto andaluz tiró de sus dos principales salvadores de la pasada temporada, los que evitaron el descenso, Elias Valtonen y Scott Bamforth, que además de aportar 17 tantos cada uno encestaron un par de triples -uno cada uno y de manera encadenada- que dilapidaron en el cierre cualquier esfuerzo extra que el Casademont quisiera realizar.
El Zaragoza no entró en partido hasta la segunda mitad y, una vez realizado el gran esfuerzo y habiéndose puesto donde y como querían, volvió a dar otro bajón del que no se recuperó. Ni la potencia de Bango ni el cerebro de Haynes compensaron.
Al Barcelona le queda un trámite en casa, donde esta semana ha vencido a Panathinaikos y Efes en la Euroliga, frente a un Surne Bilbao Basket al que las aspiraciones coperas se le acabaron hace un tiempo. Simplemente con no resquebrajarse les valdría. Quedarán con 8-9 tanto Zaragoza como Murcia, que también se asomó a esta 17ª jornada con mínimas opciones, y falta por saber cuáles serán los balances de Barcelona y Baskonia, dos clubes que disputan la competición de mayor entidad de Europa y penan en los puestos de la zona media de su liga nacional. Para comparar situaciones: el Granada, refundado después de los años del Cebé, ascendió a la primera división en 2022; el Zaragoza ha disputado durante un par de campañas la Europe Cup, cuarta competición en importancia a nivel continental. Así se han jugado las castañas dos de los equipos más laureados del baloncesto español, y uno quedará irremediablemente fuera.
RESUMEN
Casademont Zaragoza - 91 (17+20+28+26): Bell-Haynes (13), Slaughter (12), González (0), Fernández (15), Bango (10) -cinco inicial- Spissu (5), Yusta (9), Mencía (2), Rodríguez (10), Sulejmanovic (13).
Árbitros: Fernando Calatrava, Rubén Sánchez Mohedas y Cristóbal Sánchez. Excluyeron por cinco faltas personales al local Jonathan Rousselle (m.40).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 17 de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes de Granada ante 6.933 espectadores, según cifra oficial.
Wiley colocó diez de ventaja en una manga inaugural en la que Valtonen brilló como ninguno. Sería el preludio de un último cuarto en el que también se encargaría de asegurar este triunfo local.
Dos acciones de Emir Sulejmanovic despertaron a los aragoneses del letargo. Se estaban viendo sobrepasados. Como si pesara más la salvación, para la que queda una vuelta entera, que la clasificación para la Copa, inminente. Covirán Granada estuvo trece arriba. Spissu ordenó su cabeza y, por ende, la de los demás, y la reducción fue un hecho hasta que, al borde del descanso, los locales colocaron de nuevo la distancia en terreno psicológico, la decena: 47 a 37. Reacción del Casademont con un rompedor 9-23 para abrir fuego después del parón, con el uruguayo Joaquín Rodríguez como principal ejecutor. Pero, ay, Granada seguía apretando. Bamforth dio el aviso con dos triples antes de acabar el tercer acto. El Zaragoza se encomendó a dos de sus mejores hombres esta temporada: Jilson Bango y los balones que le lanzaban tras bloqueo; y Trae Bell-Haynes y su capacidad para superar por velocidad a los rivales. Éste encadenó un par de 2+1 para salvar otro tirón que pegaban el Granada. La igualdad era terrible, tensión y presión, hasta que los nazaríes la destrozaron con dos triples, uno de Bamforth y otro de Valtonen, que a 1:23 dejaron tocado y hundido al combinado que dirige Porfi Fisac. El técnico segoviano apoyó al grupo a pesar de la derrota: “Me siento orgulloso de mis jugadores. El grupo se ha merecido estar en la Copa, pero errores nuestros y errores externos no nos lo han permitido. Al grupo le duele porque ha tenido una oportunidad y ha hecho méritos deportivos para estar. No siento más que satisfacción por ellos”.
Pin incluso tuvo tiempo, a cuatro segundos de terminar, de buscar una jugada adicional para ganar más ventaja, que al término de los cuarenta minutos quedó en seis. Porque nunca se sabe.
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