Dijo Vasilije Micic (28 años), después de la clasificación de su equipo para la final de la Euroliga 2022, que la pesadilla de comienzo de temporada acabó siendo un acicate para el Anadolu Efes, que después de seis partidos de fase regular estaba 1-5, el peor inicio de un campeón en la era moderna de la Euroliga (desde 2000).

Desde ahí, sin mucho brillo y sacando los partidos con bastantes apuros, el equipo de Ataman remó hasta el 16-12 que le dejó sexto de la fase regular, y eso después de la salida de los tres equipos rusos, que estaban en puestos de playoffs antes del inicio del conflicto en Ucrania. Pero, a la hora de la verdad, respondió y eliminó al potente Armani Milán sin factor cancha (1-3). El campeón rugió a tiempo y regresa a la final, la tercera seguida, después de ganar en semifinales, otra vez con angustia y máxima presión, al durísimo Olympiacos. Hoy será el rival del Real Madrid, campeón contra rey.

Es también la sexta final consecutiva para el baloncesto turco, algo que hace una década habría parecido imposible. Tres el Fenerbahçe primero, tres el Efes ahora. Y un título para cada uno... a la espera de lo que pase esta tarde. Micic, MVP de la fase regular y la Final Four la pasada temporada, tuvo un pie en Oklahoma City Thunder, pero optó finalmente por retrasar el salto a la NBA y quedarse en Estambul, en el equipo del Grupo Anadolu que primero fue Efes Pilsen, la marca de cerveza. Fundado en 1976, ascendió a la Primera turca en 1978 y ganó la Liga un año después. Suma quince, la Copa Korac de 1996 y la Euroliga que defiende en Belgrado, claro. La que ganó la temporada pasada tras tumbar, en Colonia, a CSKA y Barça.

El serbio, que ahora vuelve a flirtear con la aventura NBA, y Shane Larkin (29 años), base estadounidense que lleva en el club desde 2018, siguen siendo el motor de un equipo menos sobresaliente que las dos últimas temporadas (era líder cuando la pandemia paró la Euroliga 2019-20) pero con coraza de campeón. Dirigido por Ergin Ataman (56), un tahúr de los banquillos que es un experto en la guerra psicológica en la que siempre se mueven las grandes citas como esta.

Después de fulminar al Olympiacos con un triple de Micic casi sobre la bocina, Ataman dijo que dejó mucha libertad a sus dos estrellas para decidir quién se jugaba ese match point. En 2021, un Efes muy favorito sufrió lo indecible para derrotar en el playoff de cuartos a un Real Madrid muy mermado. La serie pasó de 2-0 a 2-2 y el equipo de Laso tuvo opciones hasta los últimos ataques del quinto duelo. Hasta un triple tremendo de Krusnolav Simon que acabó con la última vida del equipo de Pablo Laso. Ataman no solo no guarda mal recuerdo de los blancos sino que reconoce, sonriente, cierta afinidad: “En Turquía hay muchos aficionados al Real Madrid de fútbol y uno de ellos es mi hijo Sarp, que es socio del club de fans júnior del Madrid y cada año recibe un regalo de la entidad”.

El Efes ha sido uno de los grandes equipos de Europa en los últimos tres años. El mejor, seguramente. Si ganan otro título hoy, pasará a la historia de los grandes bloques de la competición, tal vez el último asalto de un grupo de jugadores que puede cambiar radicalmente este verano. Más allá de lo que decida Micic, seis jugadores terminan contrato cuando acabe esta temporada: Shane Larkin, Bryant Dunston, Adrien Moreman, James Anderson, Chris Middleton, Tibor Pleiss y un Krunoslav Simon cuyo adiós ya es seguro.

En la serie de playoffs contra el Milán, Ataman colocó en pista el quinteto más veterano de la historia moderna de la Euroliga. Pero, ese es siempre su estilo, se lo tomó con sorna cuando se le preguntó por ella antes de una final que puede ser el último baile, la versión particular de The Last Dance para este tremendo proyecto del Efes: “No sé… yo tengo un año más de contrato. Pero no sé si seguiré. Igual alguien me llama de la NBA, y…”.