Barcelona-Madrid: escalera al cielo

Barça-Madrid era la final soñada, la nunca jugada hasta ahora en 64 años de historia de competiciones europeas, pero se desbarató y volverá a ser el paso previo camino de la gloria, a unos metros de la cima continental (sigue el partido en directo en AS.com). Por cuarta vez coinciden en una semifinal (en 1996, victoria culé y en 2013 y 2014, triunfo merengue). Y las tres veces el vencedor perdió 48 horas más tarde el partido por el título. Unos con el tapón ilegal de Vrankovic (Panathinaikos) y los otros con la remontada de Spanoulis (Olympiacos) y al año siguiente con la aparición estelar del macabeo Tyrese Rice en la prórroga. Vuelven a intentarlo, el Madrid no llega al último escalón desde la Décima con Doncic, en 2018, también en Belgrado, en la Ciudad Blanca, y el Barça desde el curso pasado, aunque el último trofeo data de París 2010.

En enero y diciembre los dos viajaban por encima del resto (alternando la primera y la segunda plaza), pero luego llegó la crisis blanca, esa que trajo 17 derrotas en 28 partidos de enero a abril. Y, pese al colosal derrumbe, la opción de ver una final española siguió viva hasta la última jornada de la fase regular, cuando el Madrid se dejó remontar 20 puntos contra el Bayern y cayó a la cuarta plaza. Saltaba por los aires el sueño de un Clásico por el título, incluso era aventurado ver al Real en la Final Four porque parecía roto.

Metamorfosis del Madrid

La metamorfosis fue inmediata después de forzar una prórroga en el Palau en la ACB y variar la manera de atacar, mucho más incisivo y vertical, con los exteriores yendo al aro y generando ventajas. Añadan que Heurtel y Thompkins no volvieron a jugar. A lo anterior (o quizá por ello) se unió el dominio interior con Tavares, Poirier y Yabusele, la irrupción de Causeur, la mejoría de Hanga y Abalde y un muy buen Llull al timón, más director y penetrador, para borrar de la pista al Maccabi (3-0) y ser el primer club en lograr el billete a Belgrado. De languidecer a sacar músculo, aunque mantenga carencias evidentes en el perímetro.

Enfrente, el Barcelona, el favorito en las quinielas con algo de margen respecto al vigente campeón, el Anadolu Efes de Micic y Larkin. Mirotic sonríe con el MVP de la temporada bajo el brazo, el que recibió ayer, en busca de lo que de verdad anhela, su primera Euroliga en su quinta Final Four, las tres primeras vestido de blanco. Equipo al completo tras recuperar a Higgins y a Exum. Atrás queda el atasco en el playoff contra el Bayern, como en 2021 con el Zenit. Higgins es una pieza mayor, decisiva en estos retos, incluso mermado.

Un Barça hegemónico ante su rival, con cinco victorias seguidas, cinco (dos de Euroliga, dos de Liga y la final de Copa), todas desde que cayera en septiembre en la final de la Supercopa. Varias con Laprovittola, renacido de azulgrana, y Mirotic como estrellas de rock. Laso le busca antídoto al de Podgorica, mejor Deck que Yabusele, de momento. Y Jasikevicius acumula 11 triunfos de 14 en el Clásico desde 2020. Al favorito le queda rematar, es hoy o nada valdrá. El Madrid quiere pasar de derrota en derrota a la victoria final.

ASÍ LLEGAN

Barça

Real Madrid

PLANTILLAS

	Pos.	Altura	Edad
99 Nik Calathes	B	198	33
1 Danté Liman Exum	E	196	26
22 Cory Higgins	A	196	32
33 Nikola Mirotic	AP	208	31
5 Sertaç Sanli	P	212	30
20 Nicolás Laprovittola	B	188	32
31 Rokas Jokubaitis	B	193	21
21 Álex Abrines	E	198	28
24 Kyle Kuric	E	193	32
10 Rolands Smits	A	202	26
14 Nigel Hayes	A	203	27
0 Brandon Davies	P	208	30

	Pos.	Altura	Edad
0 Nigel Williams-Goss	B	192	27
1 Fabien Causeur	A	195	34
8 Adam Hanga	A	199	33
14 Gabriel Deck	A	200	27
28 Guerschon Yabusele	AP	203	27
23 Sergio Llull	E	190	34
5 Rudy Fernández	A	196	37
6 Alberto Abalde	A	200	26
44 Jeffery Taylor	A	201	32
3 Anthony Randolph	AP	211	32
17 Vincent Poirier	P	213	28
22 Edy Tavares	P	221	30