El Baxi Manresa se cura la hérida de la Champions en Málaga
El equipo catalán asalta el Martín Carpena ante un Unicaja en caída libre que acumula ya cinco derrotas consecutivas en la ACB.
El Unicaja está cerrando su temporada al mismo nivel del curso: horrible. El BAXI Manresa se paseó por el Martín Carpena para desquitarse de la derrota en la final de la BCL con un Chima Moneke como referencia y mostrar de nuevo sobre el parqué las terribles carencias verdes. El resultado final fue puro maquillaje. Los catalanes solo dieron alguna opción a los malagueños en el tramo final del choque, cuando ya todo estaba decidido. Puro maquillaje.
RESUMEN
95- Unicaja (21+21+20+33): Alberto Díaz (4), Brizuela (17), Barreiro (3), Abromaitis (11), Guerrero (2) -quinteto inicial- Alonso (14) Kravic (9), Oliver (15), Jaime Fernández (3), Mooney (8), Nzosa (6), Bouteille (3).
100- BAXI Manresa (23+29+27+21): Pérez (12), Thomasson (12), Vaulet (9), Sima (12), Moneke (23), - quinteto inicial â Bako (14), Valtonen (0), Badio (7), Martínez (4), Maye (4).
Árbitros: Juan Carlos García González, Martín Caballero y Héctor Báez.
Incidencias: Partido de la jornada 34 de la Liga Endesa, disputado en el Pabellón José María Martín Carpena ante 4.033 espectadores.
Aguantó como pudo el tipo el equipo de Ibon Navarro en los dos primeros cuartos. Brizuela, Cameron Oliver y Kravic trataban de oponer resistencia mientras los visitantes, de forma coral, iban cimentando una victoria inevitable. Thomasson era indetectable por la defensa verde, Moneke ejercía como líder y la falta de acierto desde el perímetro de los cajistas elevó la renta en el descanso hasta los diez puntos (42-52).
Y ahí llegó la desconexión de cada día del Unicaja. Un parcial 0-14 al regresar del vestuario dejó el partido liquidado (42-66) y la evidencia, una vez más, de que el proyecto malagueño necesita un giro de tuerca descomunal. De arriba a abajo. El crédito está agotado en todas las esferas del club y urge una revolución a todos los niveles, empezando por la plantilla, horriblemente diseñada y que en ningún momento ha estado a la altura mínima exigible.
El tramo final del partido solo sirvió para que los locales trataran de paliar el bochorno y maquillar un marcador, de nuevo, demoledor. Incluso llegó a ponerse a ocho el Unicaja a falta de 2:30 para el final y a tres faltando unos segundos. Pero los catalanes no se dejaron remontar. El Carpena se despide de la peor temporada que ha contemplado, el curso más pobre en décadas para el club de Los Guindos. Al calvario verde aún le queda una última estación: Lugo. El BAXI Manresa, en cambio, aún tiene por delante el desafío del playoff.