Si en la primera semifinal de la Champions el Tenerife se puso en el asiento del piloto y condujo el partido bajo su mando durante prácticamente los 40 minutos, quitando algún hipo sin importancia, en la segunda, la que debía confirmar que esta BCL tiene acento español, el Manresa tampoco escuchó grandes alarmas ante el Ludwigsburg, al que muchos señalaban como la Cenicienta y durante tres cuartos ejerció de revoltoso invitado a la fiesta de los del Bages. Miribilla fue israelí en la primera sesión, con los aficionados del Hapoel a todo trapo, y catalana en el segundo, con casi 4.000 hinchas que hicieron que el recinto fuera el tercer Nou Congost, ya que los otros dos lucen en Cataluña. El domingo es un día señalado para este entrañable club, que tiene la Copa de la leyenda Creus y la Liga de Casimiro y sus heroicos muchachos. Se ve en su primera final europea y puede alcanzar el cielo que tanto tiempo lleva esperando. Pedro Martínez, un técnico cuyos números abruman, ganó la Korac 18 días después de tomar las riendas en el Joventut. Tenía 28 primaveras. Ahora su carrera vuelve a relanzarse hacia la estratosfera. 

Manresa lleva siendo la revelación de la ACB toda la temporada. Demasiado tiempo exhibiendo un baloncesto físico, veloz y gozoso para los sentidos. Su bendita locura requiere muchas energías y va a necesitar una gasolina extra en esta fase final de la Champions. Encima, verse arropado por tanta gente añade presión. El Ludwigsburg, en franca minoría en cuanto a aliento con unos 150 valientes en la grada, tenía muy claro que no debía dejar correr al Baxi. Y lo consiguió en muchas fases de la semifinal. Se apoyó en ataque en Simon, un gran anotador tras bote, que llevaba 14 puntos en la primera parte. Pero luego se evaporó ese cañón. Es un equipo curioso. Su entrenador, John Patrick, tiene cinco hijos y dos están a sus órdenes en su equipo. Las rotaciones son continuas para mantener la exuberancia física, porque atrás son duros, saltan a todo y meten manos como si fueran pulpos. Cada vez que alguien echaba el balón al suelo, le venían mil termitas. Pedro Martínez soltó menos a sus reservas.

El Manresa empezaba a bloquearse en ataque por sus errores en el triple 1/9 al descanso. Ni cuando lanzaban liberados encontraban el golpe de muñeca preciso. Se empeñaban en jugar frontal y ahí les tapaban con facilidad. Era más conveniente buscar las puertas atrás o las esquinas. Sima se erigió en el seguro de vida para Pedro Martínez ante la física defensa germana. Los del Bages supieron encontrar a la torre internacional por España. Salieron a fuego tras el descanso para evitar sustos y pasito a pasito, se citaron con el Tenerife. La resistencia amarilla iba cediendo porque al final un equipo que ha despuntado en la ACB va minando al representante de una liga europea menor. Cambiaron el ritmo en defensa con una zona 1-2-2 mutante y dieron un paso al frente en ataque.

Se sacó un gran peso de encima el cuadro catalán con un triple de Maye a falta de 1:59 para el último cuarto: 44-52. Francisco tomó las riendas con sus penetraciones y protagonizó un gran duelo de bases con Radebauch. Simon, clave en la crecida del Riesen, no apareció en la segunda parte y la lógica aplastó a lo que habría sido un sorpresón. La férrea defensa fue decayendo. Se tiraron cuatro minutos sin anotar cuando la soga apretaba y fallaron cosas inverosímiles bajo el aro. Ahí acabó su resistencia. Claudicaron con honor. 

Pedro Martínez: "Es histórico para los que queremos al Manresa"

Pedro Martínez, se mostró feliz tras lograr el pase a la final, en un día "histórico y muy bonito" para el club catalán. "Es un día muy bonito para todos los que queremos al Manresa. Primero porque nos hemos clasificado para una final europea y eso es algo que nadie esperaba cuando empezó la temporada", señaló.

"Y luego tener una afición así nos enorgullece y nos hace sentir muy del Manresa. Jugamos para ellos y la energía es recíproca", subrayó Martínez sobre el apoyo que recibieron de los cerca de 4.000 aficionados manresanos que poblaron las gradas de Miribilla.

El técnico trasladó al Lenovo Tenerife el papel de favorito en la final española que va a enfrentarles el domingo. "Su entrenador ya ha recordado que han jugado varias finales de esta competición y para nosotros es la primera. Además tienen el triple de presupuesto y un equipo buenísimo", admitió.

"Pero nosotros tenemos un equipo muy competitivo y espero que nos recuperemos físicamente para picar piedra desde el minuto uno e intentar dar una sorpresa que sería histórica. Creo que el equipo y nuestros aficionados se lo merecen", dijo.

La principal preocupación del técnico es recuperar físicamente a sus jugadores, especialmente a Dani Pérez y Francisco, que acabaron la semifinal "tocados".

"Estamos muy al límite físicamente, pero es un partido que nadie se quiere perder y jugarán. Esperemos que se recuperen bien y el domingo nos preparemos para un partido igual de duro que el de hoy y seguro que más difícil porque es una final contra un gran equipo", concluyó.