El Tenerife llega a su tercera final

El CB Canarias ya ha hecho la mitad del trabajo en favor de la ACB. La mesa está preparada para el banquete español. Si Miribilla está esperando una final entre equipos de nuestro país, los insulares han cumplido con su parte y retan al Manresa a que haga lo propio ante el Ludwigsburg. Lo de los tinerfeños es pura rutina. Llevan desfilando por cinco de las seis últimas fases finales de la Champions y llegar a la tercera final parecía solo un trámite, como cubrir un expediente sin esfuerzo. Nadie ha pisado tantas veces la lucha definitiva por la copa. Ese es su oficio. Con 'míster BCL' al frente, un Vidorreta que ostenta el récord de partidos y victorias en el torneo, todo va encarrilado.

Fue un partido serio, con Huertas y Shermadini al volante llevando las riendas como se esperaba e interesantes aportaciones de Fitipaldo y Guerra. Con dos buenas parejas de bases y cincos la vida es sencilla. Pero hubo que trabajárselo ante un Hapoel Holon que, liderado por un viejo conocido como Ragland, se agarró al partido a base de acciones en uno contra uno y no se arrodilló hasta el mazazo final. Un triple de Menco, también estelar, puso a los israelís con un punto de ventaja a 3:47 para acabar (69-68). Cada vez que reaccionaban, el Tenerife les castigaba cargando el juego sobre Shermadini. De nuevo se cumplió la premisa. La impotencia se adueñó del Holon y Johnson fue castigado con técnica por protestar airadamente una posible falta. Doornekamp y Witjer pusieron la puntilla.

Final de un partido sin gran calidad pero muy emocionante que abrió la Final Four de Miribilla. Estos tragos hay que pasarlos así, no hacen falta los violines. Se trata de ser prácticos. Los más de mil aficionados hebreos estaban atentos a las 21:02, la hora en la que anochece hoy en Bilbao, ya que deben recogerse al encontrarse en el sabbath. Dieron un colorido espectacular y si Vidorreta esperaba sentirse como en su casa por el cariño de sus paisanos, los visitantes dominaron en gritos y ánimo de cabo a rabo.

Los insulares llegaban tras nueve victorias consecutivas en la Champions. Se saben de memoria la letra del himno de este torneo. Empezaron con 0-7 y Goodes tuvo que pedir un tiempo muerto a los tres minutos. Inauguró su cuenta realizadora Zack bajo el aro poco después. El equipo israelí tiene un ejército de jugadores norteamericanos que van por libre y lanzan a los pocos segundos de la posesión, mientras los chicharreros, fieles al libreto de Vidorreta, jugaban más ordenados y seguían los parámetros habituales de generar a partir del 'pick and roll' con Huertas y Shermadini. El base brasileño fue un martillo pilón. Si le dejaban sin pase colapsando la zona o en el 6,75, se paraba a media distancia y lanzaba como los ángeles.

Goodes trataba de cortar el ritmo amarillo enseñando una zona en defensa para luego ir a individual. El Hapoel se vio con 12 de desventaja, pero se aferraba a la esperanza a impulsos de sus tiradores. El Lenovo tapaba muy bien las líneas de pase y provocaba pérdidas en su rival. Salin brilló en la intendencia. Johnson enganchó dos triples que encendieron a la afición amarilla: 57-61. Pero enseguida llegaba la reacción de los tinerfeños. El Holon probó con cuatro grandes y luego con tres pequeños. Nada descentró al favorito.

Marcelinho quiere reinar en Bilbao

Marcelinho Huertas, máximo anotador y jugador más valioso del Lenovo Tenerife en la semifinal consideró "un honor luchar por un título" en Bilbao, ciudad en la que jugó en la temporada 2007-2008. "Es una satisfacción especial, pero ahora vamos a enfocar bien la final y si ganamos lo celebraremos por todo lo alto", subrayó el base brasileño en la rueda de prensa que compartió con su técnico, el bilbaíno Txus Vidorreta, quien admitió que puede ser "muy especial y emocionante" levantar el trofeo en su ciudad.

"Para Marce (Huertas) Bilbao fue el despegue en su carrera deportiva y seguro que para mí será también emocionante, pero el foco no está ahora en el 'postpartido' de la final sino en el 'pre' y en nuestro rival. Lo mismo que hoy jugando bien hemos sufrido la final será tremenda y muy igualada", señaló.

Acerca del partido Vidorreta destacó que acertaron "dando pequeños descansos a jugadores clave para que llegaran frescos al final" y destacó su superioridad en el rebote. "Sabíamos que el rebote no era una de sus virtudes, pero hemos cogido muchos rebotes porque hemos fallado mucho. Estamos contentos porque es algo que nos penaliza y también porque hemos respondido bien a su 10-0", dijo recordando el parcial que puso por delante al Holon (69-68) a poco menos de cuatro minutos para el final.