Laprovittola: "Tenía cosas que demostrar tras dos años raros"
El jugador del Barça repasa en Dazn cómo se gestó su pase del Madrid al club azulgrana y reconoce que le costó adaptarse a los sistemas de Jasikevicius.
Piti Hurtado ha entrevistado para DAZN, la plataforma global líder de streaming de deporte, a Nicolás Laprovittola, base-escolta del Barcelona. El argentino recuerda ahora lo que pensó cuando conoció de primera mano el interés del club azulgrana: “No perder esta oportunidad. Había un interés y fue un ‘no la podemos perder’. Creo que era una oportunidad buena”. Y añade: “Cuando vine a Barcelona, pensaba en no perder la oportunidad y que tenía que demostrar muchas cosas, sobre todo por los dos años en Madrid, que fueron raros”. Una vez que se confirmó su fichaje por el equipo catalán, Laprovittola confiesa que le costó adaptarse a los sistemas de Jasikevicius: “Los primeros dos meses iba bastante perdido y me costaba mucho entrar en el sistema, pero en cuanto pude acoplarme a las reglas, aprender el sistema defensivo, saber cómo poner los pies o qué es lo que quería Saras, fui creciendo en ese aspecto. Creo que eso me dio minutos en cancha y me dio oportunidad de mostrarme también en ataque”.
Esta temporada, a las órdenes del entrenador lituano, Laprovittola ha cambiado su forma de jugar: “Creo que Saras siempre vio la opción de que yo pudiera jugar de ‘2’, no creo que al nivel de tirador como lo estoy haciendo, pero sí como creador de juego, sobre todo porque tenemos dos grandes bases como Calathes y Jokubaitis. Hoy doy menos botes, pero también doy menos asistencias, creo que encontrar un equilibrio entre la posición de base y la de ‘2’, jugar un poco de combo, me está haciendo bien y me siento cómodo. Y siempre, junto con Facu, desde la selección que estamos juntos, jugar doble base o junto a él creo que ayuda al equipo y sobre todo al ‘1’ y al ‘2’. Intento hacer lo que me pide Saras, pero creo que he cambiado mucho y he mejorado mucho”.
Laprovittola ha jugado en la NBA y también en países como Brasil o Lituania: “El paso por Brasil fue muy, muy bueno. Gané muchos títulos, jugué muy bien. Ahí fue un poco cuando empecé a notar que podía anotar, que podía meter puntos. Fueron dos años increíbles, salimos campeones de la Copa Intercontinental contra Maccabi. La verdad que ir a Lituania era un desafío, era cambiar completamente el panorama. Pasar de jugar o vivir con 40 grados y ojotas (chanclas) e ir a la playa a meterme en medio del frío, a -20 grados, y sin ver el sol. Eso era un poco lo más impactante. Y después, la manera de jugar también: baloncesto europeo, EuroCup…Fue subir varios escalones. Después surgió la oportunidad de ir al Estudiantes, de jugar en ACB por primera vez, y también dije: ‘Quiero ir, quiero estar bien, quiero estar feliz, alegre, jugar en la ACB, que también era una ilusión muy grande’”.
La NBA y Michael Jordan
Las actuaciones en el Estudiantes llamaron la atención de la NBA y acabó firmando por San Antonio Spurs: “Después de un partido amistoso ante Estados Unidos, me dijeron que me querían invitar a la pretemporada, yo lo dejé pasar. Después, la invitación se hizo formal y bueno, dejé de lado cualquier contrato o cualquier tipo de opción que pudiese llegar de Europa y dije: ‘Bueno, voy, voy a ver…’. Llegué ahí y todo lo que es de la NBA es increíble, es inmenso, pero al ir como invitado, fui súper dispuesto a conocer todo, a aprender, a conocer y finalmente conseguí entrar en el equipo”.
Su paso por la liga norteamericana le permitió conocer a Michael Jordan: “Fuimos a jugar a Charlotte y ese partido me tocaba a mí estar en rotación y, de repente, faltaban 20 minutos para el comienzo del partido, hicimos el pasillo, fuimos corriendo a la cancha para entrar en calor y mientras voy para un lado, Jordan viene caminando para el otro. Iba a saludar a Kawhi Leonard, a Aldridge y claro, yo empecé a ir más lento. No lo podía creer, era Michael Jordan, era más grande que los dos juntos, para mí, era inmenso. Y bueno, me quedé medio atontado, me quedé medio embobado y pasa Manu [Ginóbili] y me dice: ‘Dale, boludo, que tenemos que ir a jugar’. Me dio un cachetazo en la cabeza. Esa fue mi experiencia con Jordan, que no la voy a olvidar, supernatural, como si fuésemos amigos”.