Miami gripa el motor de Atlanta

Mala entrada en la primera ronda de la Conferencia Este para los Hawks. La victoria en casa de los Cavs en el play-in, la que le dio opción a jugar esta serie como octavo clasificado, tuvo lugar menos de 30 horas antes de que el equipo con mejor récord de ese lado del cuadro se pusiera delante de ellos. La NBA no esperan a nadie y a ellos les ha pillado algo desorientados el primer empujón. Eso, claro, dándoles cancha como para pensar que van a mejorar algo más en los próximos compromisos.

Miami estreno este fin de semana su condición de número uno del Este en la lucha directa por el título con un triunfo sin paliativos. 115-91. La defensa es una de las armas principales de este candidato a todo y con ella congelaron la producción de cara al aro de Atlanta. Algunos jugadores, especialmente Trae Young (1/12 en tiros), no dieron la talla. El especialista Duncan Robinson fue el mejor del encuentro con 27 puntos, ocho triples para lograrlos y sólo un error en los lanzamientos.

Para lo que hemos visto de los Hawks este curso esto no es una sorpresa mayúscula, más si contamos el elemento del viaje a Cleveland y luego a Miami en tan poco tiempo. Además recuperaban a John Collins, ausente durante el último mes, y no contaban con Clint Capela, que se lesionó en el play-in. Si su MVP tiene un día para olvidar y las demás piezas no están lo suficientemente engrasadas, el motor se gripa. Los Heat, en cambio, dieron muestra de una suficiencia de la que se extrae una señal clara para aquel que quiera ganarles.

Young empezó siendo objeto de buenas defensas y, sin el tanque a tope de gasolina, se empezó a torcer. Incluso se encaró con Jimmy Butler, cabeza con cabeza cuando el alero de los Heat bajó la suya. El chico es optimista, qué duda cabe. Con Hunter (14) teniendo el protagonismo en la pintura pudieron aguantar el primer cuarto y algo del segundo. Los suplentes, empezando por el retornado Collins, no aportaron casi nada en comparación con el fondo de armario que desplegaba Erik Spoelstra. Ahí, en ese momento de cambios y con Trae abusando de las posesiones sin tener buenas posiciones, empezó el repaso a gran escala. 10, incluso 20 antes del descanso... La distancia se hacía grande. Robinson enchufaba sus tiros, Butler y Adebayo recogían lo que se sembraba, quedaba hueco para Strus y Vincent lanzaran junto a Herro y Lowry, etc. Era un despliegue de grandes dimensiones. En los visitantes Gallinari (17) fue el máximo anotador y no tuvo la menor incidencia, ése es el resumen de lo escasamente hirientes que fueron los ataques de su equipo. Coralidad y defensa para abrasar a los Hawks, que llegaban con el gancho a la eliminatoria y le dan inicio con las sensaciones más negativas.