Los Timberwolves echan el cerrojo para ir a los 'playoffs'

Los Timberwolves son equipo de playoffs. Durante los últimos 18 años sólo habían alcanzado ese objetivo en una ocasión, con Jimmy Butler en aquel equipo junto a Towns y Wiggins que luego saltó por los aires. Se lo han ganado a pulso con una plantilla compensada, con un Towns que es el que repite en ese jolgorio de las eliminatorias por el título y aportes secundarios de Russell, Edwards, Beverley y una inacabable rotación que Chris Finch ha hecho funcionar sin que, en un principio, se tuviera tanta fe. Son un señor equipo y a los Clippers se los han cargado jugando como hay que hacerlo en un play-in o en otros compromisos de esta altura: cerrando el grifo en defensa cuando los nervios empiezan a ser los protagonistas.

Si bien es sólo una victoria para asegurar el séptimo puesto y continuar vivos, para los Wolves pareció el triunfo de una vida. Al final del encuentro Beverley, ex de los Clippers, se subió a la mesa de anotadores para celebrar con el público y Edwards, joven y alocado, le siguió la corriente. Minnesota tiene carácter, eso es indudable.

Los Clippers adivinaban un futuro brillante cuando Paul George regresó antes de acabar la regular season y se filtraron los primeros entrenamientos de Kawhi Leonard. Sin ellos durante buena parte de la temporada Lue ha hecho poco menos que un milagro, manteniéndoles en la pelea hasta ahora con un roster que no es tan poderoso sin esos dos jugadores. A la hora de la verdad, sin embargo, se han visto superados. La defensa exterior de Beverley, especialmente, fue una tortura. El ex de Los Ángeles fue el que llevó el ritmo para dejar a su rival en 20 puntos durante todo el último acto y hacer explotar el Target Center. Los Grizzlies, otro de los conjuntos de corta edad pero preparados para cualquier guerra, ya les están esperando.

Nadie hacía presagiar una alegría tan inmensa después de lo que pasó durante el primer tiempo. Una de esas situaciones que no te deja indiferente. En el transcurso del segundo periodo, tras un tiro libre de Ivica Zubac, una mujer saltó a la cancha para intentar soldar su mano al parqué echándose pegamento en la palma. Los agentes del orden actuaron rápidamente, pero la marca del pegamento se quedó en el suelo como muestra de lo que todos acababan de presenciar. Miradas de estupefacción pese a que pudiera parecer un salto de espontáneo como otro cualquiera. Pero no. La mujer, según se explicó en la emisión del partido en la televisión estadounidense, cometió ese acto en protesta por lo ocurrido en una de las granjas de Glen Taylor, que todavía es el propietario de los Wolves hasta que el traspaso de poderes con los nuevos se haga efectivo: por un brote de gripe del pollo se han tenidio que sacrificar numerosos ejemplares y de ahí parte la reivindicación de la susodicha.

Volviendo a lo deportivo... Una gran pena para los Clippers perder este encuentro después de todo lo bueno que hicieron en él. Con Powell (16) como buen segunda espada para George (34) en ataque dominaron el ritmo, no con claridad pero sí con el suficiente mordiente como para poner a temblar a Finch y su corajudo equipo. Pero eso es lo que son estos Wolves, una roca.

Tocó un mal partido de Towns esta vez. Y por eso también se les ponía cuesta arriba el reto a los Timberwolves. Tienen arsenal, eso es lo que les salva. Beasley tomó los tiros correctos, Russell fue el sostén que se espera de él, Reid tuvo una eficiencia superior a la del resto y, sobre todo, los ataques de Edwards en el último periodo fueron como de ir abriendo con llaves maestras todas las puertas. Los que pusieron el cerrojo fueron ellos pero en defensa, y a esa van todos a una. En el exterior sufrió Reggie Jackson, capital para desarrollar las ideas ofensivas de Lue en cualquier situación durante el último año, y Beverley se fue creciendo y creciendo hasta que, tras la remontada de su equipo y su celebración de campeón, se vino abajo y acabó a lágrima viva. Estos Wolves lohabían vuelto a hacer. A los Clippers, por su parte, les queda vérselas con el ganador del Pelicans-Spurs para, a la segunda, confirmar su octava plaza.