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NBA | PACERS 122 - SIXERS 131

Joel Embiid se cita con la historia

El camerunés (45+13) oposita al MVP y puede ser el primer pívot Máximo Anotador desde Shaquille y el primero con más de 30 puntos por partido desde la fusión de la NBA y la ABA.

Joel Embiid se cita con la historia
Robert GoddinUSA TODAY Sports

Los Sixers aceleran en una recta final de foto finish: los Heat (52-28) tiene casi atado el primer puesto de la Conferencia Este, la más fuerte en muchos años, pero todavía tienen que amarrarlo. Detrás, el follón es serio: Celtics, Bucks y Sixers, ahora mismo por ese orden, son segundo, tercero y cuarto con el mismo balance (49-30). Como tantas veces en su historia, Sixers y Celtics luchan por el Atlántico y luchan esta vez, además, por la ventaja de campo en una hipotética segunda ronda. Después de todos sus pecados, los de Doc Rivers (que carga con los suyos propios) suman tres victorias seguidas y cierran contra Raptors, Pacers y Pistons. Pueden permitirse cábalas halagüeñas con los playoffs ya a solo diez días.

En Indiana, su rival la pasada noche y también el próximo viernes, en su penúltimo partido, ganaron con 131 puntos y 23 triples (récord de la franquicia) con un brillante 57% (23/40). La victoria, aún así, no fue exactamente brillante, no después de un aplastante primer tiempo (59-82). Los Pacers, camino de su octava derrota seguida y el quinto peor equipo de la NBA en pleno abrazo al tanking (25-55 ahora) reaccionaron en una segunda parte en la que convirtieron un 61-87 en un 109-113 a falta de nueve minutos que obligó a los Sixers a un último esfuerzo defensivo con el que seguramente ni contaban. Pero les bastó contra un rival que ahora mismo cae por su propio peso, que anotó once triples menos (12/40) y acumuló 16 pérdidas. Tyrese Haliburton, sigue a gran nivel como pilar esencial para el futuro de la franquicia: 21 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias.

Contra un rival pequeño y poco profundo en las zonas, Joel Embiid jugó a placer. Solo apretó en defensa cuando fue estrictamente necesario. Y en ataque hizo lo que quiso. Cuando le defendió un solo rival, anotó sin problemas. Cuando se acumularon hasta cuatro jugadores encima de él, encontró a los tiradores abiertos. Así de fácil. Y 45 puntos con 13 rebotes y un 18/30 en tiros que tienen un doble mensaje: por un lado ayudan a dar las últimas pinceladas a su candidatura por el MVP, que él se está encargando de abrillantar sin rubor asegurando que no sabe qué más tendría que hacer si no gana el premio este año. Por otro, vuelve a liderar la carrera de anotadores, ahora 30,4 por noche con Giannis Antetokounmpo y LeBron James (y su tobillo maltrecho) décima arriba, décima abajo. Cuidado: Embiid lleva doce partidos con al menos 40 puntos y 10 rebotes. Puede ser el primer pívot desde Shaquille O’Neal con el premio de Máximo Anotador… y el primer pívot desde el merger NBA-ABA (1976) con más de 30 puntos de media en una temporada completa. Una barbaridad.

James Harden sumó 11 puntos y repartió 14 asistencias. Su capacidad para mover la bola es siempre notable pero no aportará su pico diferencial si no es capaz de subir revoluciones físicas para playoffs y si sigue sin sacar ventajas de los cambios que le dejan con interiores grandes frente a él. Las acciones que le convertían en una máquina letal en los Rockets. En todo caso, la vida es mucho más fácil para los Sixers si los triples entran: 5/6 y 17 puntos para Tobias Harris, cada vez más cómodo en ese rol de recibir liberado y lanzar, y 8/11 y 30 puntos para Tyrese Maxey, que llevaba ya siete triples al descanso y que tiene un valor esencial como desatascador en unos Sixers con peligrosa propensión al colapso pero con un eje monumental sobre el que gira todo: su rey sol, Joel Embiid.

Miami tiene el liderato en el bolsillo

Después de sus derrotas horrendas, la casi pelea entre Erik Spoelstra y Jimmy Butler y la sensación de que las cosas estaban rompiéndose en el peor momento, los Heat han respondido de forma extraordinaria. Han vuelto a ser los Heat: cinco victorias consecutivas y 52-28. Les quedan dos partidos, en casa contra los Hawks y en pista de los Magic. Si ganan uno, tendrán el liderato del Este asegurado y, con él, el factor cancha en todas las eliminatorias de su Conferencia. No es poco.

Los Hornets (40-39) son décimos ahora, en el último puesto de un play in que tienen asegurado pero en el que ven la octava posición a un partido. Eso da dos balas en la repesca con el segundo partido en casa. Pero no llegarán más arriba con una defensa que ha encajado 144 puntos en dos partidos seguidos, contra Sixers y Heat. Con sensación de peso ligero, los huesos de los de Carolina crujieron en el último cuarto (42-18 hacia el 144-115 final) contra un rival mucho más duro, sin Kyle Lowry pero con una versión óptima de Jimmy Butler (27 puntos, 8 asistencias) y buena de Bam Adebayo (22 y 9 rebotes). Los de South Florida anotaron 23 triples con casi un 55% de acierto (23/42) con 17 sumados por sus suplentes: 3/3 para Caleb Martin, 7/11 para un Duncan Robinson que rompió su mala racha y 6/10 para Tyler Herro, que anotó 35 puntos para sacar brillo a un premio de Mejor Sexto Hombre que tiene en el bolsillo. En los Hornets, Miles Bridges anotó 29 puntos y capturó 6 rebotes y LaMelo Ball acabó con 18 y 14 asistencias. Les espera el play in… pero a ver desde qué posición.

Los Raptors son quintos, los Bulls sextos

El tercero ahora mismo en el Este es Milwaukee Bucks. El campeón sigue (49-30) empatado con Celtics y Sixers, que son segundo y cuarto. Eso sí, aseguró su cuarto título seguido de la División Central tras aplastar a unos Bulls (106-127) que caen al sexto de una Conferencia en la que rondaban la cabeza después del primer tramo de temporada. Los de Illinois están ahora (45-34), a un partido de los Raptors. Y están 2-20, un dato tremendamente significativo, en sus partidos contra los cuatro primeros de Este y Oeste. Sin Zach LaVine y ya para toda la temporada (confirmado) sin Lonzo Ball, los Bulls fueron siempre a remolque, lejos de un rival que está en otro nivel. DeMar DeRozan anotó 40 puntos y repartió 6 asistencias, muy solo. Especialmente mal estuvo Nikola Vucevic, cuya temporada ha sido decepcionante y que acabó este partido con 7 puntos y un 3/19 en tiros.

En los Bucks todo fueron buenas noticias, salvo que Giannis Antetokounmpo (18+9+7) se descolgó en su carrera por ser el máximo anotador de la temporada. Sin apretar de entrada y en el banquillo al final, el griego disfrutó de una jornada plácida para unos Bucks en los que lució la fórmula que no han podido tener en casi toda la temporada: Brook Lopez a su mejor nivel (28 puntos, 7 rebotes) y Bobby Portis y Grayson Allen (13 cada uno) poniendo puntos muy necesarios en la segunda unidad.

En Toronto, los Raptors ganaron un buen partido a los Hawks (118-108). Suman 12 victorias en los últimos 16 que han jugado y ascienden al quinto puesto del Este. Se han asegurado los playoffs, sin paso por el play in, y ahora mismo tienen un partido de ventaja sobre los Bulls aunque el equipo de Chicago tiene el desempate ganado. Los Hawks, por su parte, caen el noveno puesto pero están empatado con el octavo (Nets) y todavía en riesgo de ser décimos (los Hornets están a un partido).

El partido se resolvió gracias al mayor acierto final de los Raptors, con un triple clave de Fred VanVleet. Otra vez fue clave la aportación en defensa y ataque del tremendo dúo de forwards que forman Pascal Siakam (31 puntos, 13 rebotes, 6 asistencias) y el espectacular rookie Scottie Barnes (19+14). En los Hawks, que perdieron su primer partido de los seis últimos, Trae Young finalizó con 26 puntos y 15 asistencias, Huerter con 21+4 y Bogdanovic con 19 y 9 rebotes. A los de Georgia les queda jugar contra Wizards, Heat y Rockets.

Kyrie da un respiro a los Nets

Los Nets no hicieron nada del otro mundo, ni borraron algunas dudas, pero al menos ganaron al peor equipo de la NBA (Houston Rockets: ahora 20-60) y aprovecharon las derrotas de Hawks y Hornets para ponerse octavos. Están a un partido de ser décimos… pero a uno y medio del séptimo que ocupan unos Cavs fundidos. En esa pelea por posicionarse para el play in, no podían permitirse fallar contra los Rockets y no fallaron (118-115), pero sí dejaron que una ventaja de 21 puntos (90-69) quedara reducida a seis (90-84) ya en el último cuarto y tras encajar un parcial de 0-15. Inexplicable. Kyrie Irving anotó entonces ocho puntos seguidos y aseguró la victoria (41-38 los Nets). El base sumó 17 puntos en el último cuarto y 42 con 6 asistencias y un 8/16 en triples en total. Kevin Durant se quedó en 18 puntos con 9 rebotes y 7 asistencias. En los Rockets, sigue el gran final de temporada de la pareja Kevin Porter Jr (36 puntos, 13/26 en tiros) y el número 2 del último draft, un Jalen Green que anotó 30 puntos con un 12/23 y está acabando con nota muy alta. Otro rookie, Alperen Sengun, volvió a demostrar que forma parte del núcleo duro de la reconstrucción (14 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias) y Usman Garuba tuvo esta vez 12 minutos (2+5+2).

La temporada se les hace eterna a los Cavs

Los Cavaliers están desfondados después de una temporada extraordinaria marcada, en el reverso de la moneda, por una terrible mala suerte con las lesiones. Ahora sin Jarrett Allen ni Evan Mobley, sus torres gemelas, su defensa se resiente tanto que los Magic les metieron 120 puntos (120-115) para romper una racha de seis derrotas seguidas. El segundo peor equipo de la NBA (21-59) tiró mucho mejor de lo que acostumbra gracias a las desconexiones, impropias hace algunas semanas, de unos Cavs en los que Darius Garland, que volvió a jugar más de 41 minutos, hace lo que puede visiblemente cansado: 27 puntos, 6 rebotes, 10 asistencias. Lauri Markkanen sumó 25 puntos con 6 triples y Kevin Love, 17 con 13 rebotes. Los Cavs ya no podrán acceder directamente a playoffs, el castigo a ocho derrotas en diez partidos. Y tratan de asegurar la séptima plaza: en 43-37, llevan solo un partido y medio de ventaja a Nets y Hawks, así que todavía tienen que dar un último paso para evitar perder incluso el factor cancha en la primera repesca. En los Magic, 21 puntos, 12 rebotes y 6 tapones para Mo Bamba, 10 de sus 15 puntos en el último cuarto para Mo Wagner, 20 puntos para Brazdeikis y titularidad para Markelle Fultz: 16 puntos y 6 asistencias.