NBA | RAPTORS 123 - LAKERS 128
Los Lakers navegan el caos total para llegar a buen puerto
Un fallo y posterior acierto de Westbrook en los últimos segundos mandaron el partido a la prórroga, donde los Lakers remataron a los Raptors.
Las burlas a Russell Westbrook tocaron techo en Minnesota y la respuesta que tenía preparada el base era esperable, pero el resultado ni deja indiferente a mezquinos y comprensibles ni podía estar escrita en el guión mental del jugador. Los Lakers se llevaron un triunfo importante de Toronto en esta gira por varios pabellones y lo hicieron de la forma más Westbrook que Westbrook está conociendo este año, una suerte de Doctor Jekyll y Míster Hyde que asusta hasta al más echado para delante y en la que la cara que sale con más asiduidad es la mala. El base fue el encargado de ejecutar la jugada con la que forzar la prórroga en el ScotiaBank Arena, salió muy mal y no fue ésa sino una posterior e inesperada la que sí les dio esa opción a él y su equipo, que remataron en un buen tiempo extra para ganar por 123-128. Todo lo que resonaba en su cabeza antes de este encuentro era una mezcolanza que así salió en la pista, en un triple-doble (22 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias) que a punto estuvo de no servir para nada, pero en esta ocasión la suerte se alió con su trabajo y los Lakers obtienen un preciado botín que les hace afianzar su novena posición de la conferencia sin que Blazers, Kings o, sobre todo, Spurs la amenacen.
¿Consecuencias de esta locura? Que se te quede una cara como la del rapero Drake, activista de los Raptors además de aficionado, en la imagen que ilustra esta crónica. Lo que haga Russell Westbrook, llegados a este punto, casi siempre va a pasar por el filtro de la sorpresa.
El mejor de la noche para los angelinos fue LeBron James, que terminó con 35 puntos y un imponente 15/26 en tiros. El titular Wenyen Gabriel sólo erró uno de los suyos para acabar con 17 y Avery Bradley, que metió 14, fue el autor del lanzamiento más importante: el triple, a pase de un Westbrook que leyó perfectamente las ventajas de ese ataque, que sentenció la victoria a falta de medio minuto para acabar la prórroga. Para los Raptors la pena fue que su hombre más acertado, el novato Scottie Barnes (31 puntos, 17 rebotes y 6 asistencias), fue también al que Westbrook se apareció para hacer fallar los balones decisivos y anular el efecto que estaba produciendo en el conjunto de Los Ángeles. Los de Frank Vogel suman la trigésima de setenta posibles, un rédito escaso dado el palmarés y posibilidades que poseen pero perfectamente asumible en el descontrolado mar que aún navegan.
Los Lakers, con el control de James y Westbrook, enlazaban canastas con más facilidad que el rival y por eso iban por delante. La tónica cambió bien tarde, después del descanso. Tres canastas seguidas de Barnes igualaron la contienda a 64 y ahí los Raptors incluso cogieron unos puntos de ventaja, en concreto fueron siete, para demostrar que ellos también iban a pelearlo hasta el final. Y vaya si fue así.
James alternó matazos con tiros de escolta puro. La suerte incluso estaba del lado del '6'. No tanto de su compañero Westbrook, como bien se vio en los últimos dos minutos de tiempo reglamentario. Barnes y Siakam hicieron daño buscando emparejamientos más fáciles yendo de fuera hacia dentro y lograron una pequeña ventaja. Bola caliente, tres abajo, circulación de balón en el perímetro y tiro de LeBron, que echándose hacia atrás empataba el encuentro mientras decía que no con la cabeza. "No me vais a ganar". Pero Trent (23), con otro lanzamiento de tres con la mano del defensor encima, puso otra vez tres arriba a los suyos. 116-113 en el marcador. Momento para Russell, le tocaba decidir al base de los Lakers. La pedrada que le metió al tablero, lanzando desde la parte izquierda de la pista y pegando en la esquina izquierda de manera que el balón saliera despedido como un escupitajo, fue esa jugada que ya hemos visto demasiado esta temporada y por la que algunos aficionados le ponen el mote de 'Westbrick' jugando de su apellido y los ladrillazos que salen de sus manos. Lleno de ganas, Westbrook lo arregló en la jugada siguiente: le robó el balón a Barnes, salió corriendo y, ahora desde la parte derecha, tiró de tres y la encestó para empatar. En la última jugada, con sólo cuatro décimas en el reloj, impidió que Toronto anotara con un balón colgado al aro. Ver para creer.
Los Raptors se confiaron en el tiempo extra con unos Lakers que de prórrogas van sobrados en este curso. Con todo igualado a 122 y restando un minuto y medio permitieron tirar a Bradley, llevaba ahí tres triples. Ese tiro condicionó lo demás y fue, también, a pase de Westbrook. Barnes perdió otro balón y Gabriel aseguró con un tapón la victoria heroica de los de púrpura y oro. Y también con redención.