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NBA | MAGIC 120 - PISTONS 134

Saddiq Bey firma un portento

El alero de los Pistons llega a 51 puntos en una noche anónima de la NBA en pleno rugido del torneo universitario. Es el octavo partido de al menos 50 puntos en lo que llevamos de marzo.

Saddiq Bey firma un portento
Nathan Ray SeebeckUSA TODAY Sports

Un brindis por los guiones inesperados. Por los héroes con los que nadie cuenta, por las apariciones inesperadas de lo excepcional. Este Orlando Magic-Detroit Pistons era el partido anónimo de la regular season 2021-22. O no, precisamente por las mismas razones por las que debería serlo: solo en una jornada de jueves en la que la NBA no metió chicha para competir, hay batallas que no se pueden ganar, con el primer día verdaderamente grande del March Madness universitario. Con un programa de un solo encuentro, y uno entre dos de los peores equipos de la temporada, faltaban algunas bajas sonadas para rematar el asunto. Las hubo: nos quedamos sin cara a cara entre dos de los mayores talentos del último draft: Cada Cunningham, un número 1 que está jugando una magnífica temporada, y Jalen Suggs, un 5 que está teniendo muchos más problemas y que todavía no ha demostrado que puede ser lo que se supone que tiene que ser: el nuevo jugador franquicia de Orlando Magic.

Más: los Pistons sin Cade tampoco tenían a Jerami Grant. Y en los Magic no estaban Wendell Carter y Chuma Okeke. Y acaban de saber que Jonathan Isaac tampoco jugará esta temporada. Agua fría por todas partes por si la temperatura de este partido no era ya lo suficientemente gélida. En un duelo entre dos de los tres equipos que todavía no llevan 20 victorias, los Pistons (19-51) ganaron (120-134) a los Magic (18-53). Y, sobre todo, en un partido en el que no estaban ni Cade ni Grant ni Suggs, y en el que toda América miraba al torneo universitario, Sadiqq Bey anotó 51 puntos que parecieron salidos de la nada. A los mismos Magic, además, que acababan de conceder 60 a Kyrie Irving. Había habido en la NBA nueve partidos de al menos 50 puntos hasta el 28 de febrero. En los 17 primeros días de marzo, van ocho. Solo en la última semana, llevamos cinco, incluidos dos de sesenta: 60 Towns y Kyrie, 53 Kevin Durant, 51 Bey y 50 LeBron James. El mes natural con más es diciembre de 1962: nueve. En el último medio siglo, la mejor marca eran siete.

Bey acabó con 51, 9 rebotes, 4 asistencias y 3 robos; 17/27 en tiros con un 10/14 en triples y un 7/10 en tiros libres. Es un alero de 22 años que fue número 19 del draft en 2020 (elegido por los Nets y traspasado a la MoTown) y acabó cuarto en la votación del Rookie del Año 2021. Trata de establecerse como un forward importante, de tiro y defensa, en un proyecto que va a liderar Cade Cunningham con, a partir de la próxima temporada, otra altísima elección de draft. Quizá el segundo número 1 seguido. Bey, que nació en Charlotte pero jugó sus años de College en Villanova y no en una de las grandes universidades de Carolina del Norte, aseguró después del partido que le gusta ser el villano porque su personaje favorito de la infancia era el Joker. Esta vez le tocó ser héroe. En su segunda temporada NBA promedia 15,8 puntos, 5,7 rebotes y 2,9 asistencias.

Una falta personal de RJ Hampton en los últimos segundos le permitió superar los 50 cuando parecía que iba a quedarse corto. Sus compañeros le buscaron con descaro en los últimos minutos y él reconoció que estaba un poco nervioso en esa visita a la línea de personal. Uno nunca sabe si una oportunidad así se volverá a presentar. Había firmado un brillante primer cuarto en el sumó 21 de los 30 puntos que llegaba al descanso. Y que eran 36 al final del tercer parcial, cuando cedió la resistencia que habían presentado los hermanos Wagner: 16 puntos y 5 rebotes de Mo, 26+5 de Franz, el excelente alero que fue número 8 en el último draft. Pero era la noche de Bey, la noche en la que un partido del que nadie esperaba nada dejó un gran titular. Y en la que un sophomore desconocido para el gran público se quedó cerca del récord de anotación de Detroit Pistons, los 57 puntos que anotó Jerry Stackhouse en 2001. No se quejará, en todo caso: Saddiq Bey tiene su capítulo propio en la historia de esta temporada 2021-22 de la NBA. Que no es poco.