NBA | SPURS 139 - TIMBERWOLVES 149

Towns sube a 60 la máxima puntuación en la NBA este año

Récord de temporada en la NBA para un jugador, Karl-Anthony Towns, que ya se proclamó campeón de triples siendo pívot: 60 puntos frente a los Spurs.

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Mal año para jugar contra Karl-Anthony Towns. Sus Timberwolves por fin parecen funcionar, encaminados a los playoffs, y su campaña es de resaltar a nivel individual. Si en febrero ganó el Concurso de Triples como el primer pívot que lo conseguía, este lunes ha logrado otro hito. 60 puntos en un partido. Es el jugador de la NBA que más ha anotado en un sólo encuentro en lo que va de temporada 2021/22. Además, con ello, ha batido el récord total de los Timberwolves en este aspecto. 7/11 en tiros de tres, 12/20 en tiros de dos y 15/16 en tiros libres. En 36 minutos de juego sumó, además, 17 rebotes. Un partido con ese doble-doble sólo se había visto en hombres Shaquille O'Neal, Michael Jordan o Karl Malone si echamos la vista atrás medio siglo. A Shaq, el último al que le habíamos observado una bella barbaridad como ésta, sólo se le unen Chamberlain, Mikan, Robinson y, ahora, Towns como jugadores en ese rango de puntos mientras juegan como center. Son compañías muy ilustres para Karl, que además sacó una de esas victorias que están apuntadas en el calendario como seguras si se quieren mantener la aspiración de entrar entre los seis primeros del Oeste.

El equipo funciona y Towns bate otra marca con una imponente facilidad para hacer números en ataque. Se fueron hasta el 57% de acierto en tiros. Los que secundaron a Towns en una noche anotadora a rabiar (en la que, sin prórroga, se llegó a 288 entre los dos equipos) lo hicieron midiendo muy bien cuándo lanzaban. Beverley (20), Russell (19) y Nowell (15) juntaron un 16/28 que corresponde exactamente a ese 57% con el que terminó el equipo entero.

Sin la algarabía del récord de Gregg Popovich como motor a los Spurs se les quedó corto el queroseno del tanque. Intentaron remontar en el inicio del último cuarto los 36 puntos que sólo en el anterior, el tercero, les había metido Towns. El esfuerzo de liderazgo de Murray y acciones sueltas de Pöltl o Johnson les dejaron a la orilla de los diez puntos, ese tope psicológico, y no lo pudieron superar. Esto es una doble mala noticia para ellos: no es una derrota más, los Lakers siguen perdiendo y los Pelicans están en un pequeño bache y ellos, que aspiraban a quitarle el puesto de play-in a alguno de ellos, continúan desaprovechando oportunidades mientras el tiempo pasa y la regular season se consume. Están a dos del corte. Adicionalmente llevan 13 victorias en casa de las 26 totales de la campaña, una marca horrible para un conjunto que hasta hace bien poco era hegemónico en esta Liga.

Towns sólo se descompuso durante un par de minutos, en el segundo cuarto, cuando encadenó una técnica por protestar y una pérdida de balón. A partir de ahí su dominio fue absoluto. Primero machacó a Pöltl, que demuestra que no está para ser pívot titular si se enfrenta a rivales de esta entidad, pero la peor parte se la llevó un Collins al que retó una y otra vez al uno contra uno y en casi todas salió ganando. A Zach, que ha vuelto esta temporada de una lesión peliaguda, incluso le metió en la cara dos triples con paso atrás más propios de un escolta que de un hombre alto. Pero claro, hablamos de un campeón en los tiros de tres y algo de ello debía demostrar en su gran noche. Arsenal de recursos para colarse con facilidad en la zona y rematar y su clásico juego de cuerpeo para abrirse un espacio por el que soltar el balón. Un triple de Murray en el inicio del tercer periodo había dado la ventaja a los Spurs después de haberse visto diez abajo en la primera mitad, ése fue su último momento de alegría. Towns, con sus puntos pero también absorbiendo a los rivales para dar opciones adicionales a sus compañeros, dejó su mejor actuación en la NBA.