El retorno de Klay Thompson

Llegó el momento: Klay Thompson ha vuelto a resurgir y se ha acostado, tras una exhibición para el recuerdo, como el mejor jugador del mundo. Tras meses excesivamente especulativos y un inicio esperanzador que se transformó luego en una ingente cantidad de meses llenos de irregularidad, Klay ha regresado a sus mejores fueros: 38 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias, solo 2 pérdidas y una efectividad tremenda en menos de 34 minutos de juego, con 15 de 24 en tiros de campo y 8 de 14 en triples. Klay no acudió a la línea de personal en todo el partido, los Warriors consiguieron un +27 con él en pista y se impusieron, además, a uno de los grandes candidatos al anillo, los Bucks de Giannis Antetokounmpo. Para Klay, el momento perfecto para emerger.

De nuevo hemos visto a ese jugador que fue el complemento perfecto para Stephen Curry en los Warriors de la dinastía, los de las 5 Finales consecutivas y los 3 anillos. Un equipo descarado que contaba con Klay como su eterno sostén, un jugador que cubría las carencias de Curry en defensa y anotaba sin botar el balón, sin subirlo, sin driblar. Un escolta históricamente bueno, un tirador absolutamente generacional y un hombre que prefirió jugar a la baja con su salario para permanecer en los Warriors en lugar de elegir un proyecto en solitario. Y un hombre que se lesionó, primero el cruzado y luego el tendón de Aquiles, y que ha cuajado una actuación formidable en medio de un momento que sigue siendo de lógica adaptación.

Tras un primer cuarto marcado por la igualdad, los Warriors explotaron en la parte central del partido, anotando 39 y 36 puntos en el segundo y el tercer periodo. Klay explotó concretamente en el segundo, en el que se fue a 17, con 5 de 6 en triples. Los Warriors, que llegaron a mandar por 21, apenas especularon con el marcador y mantuvieron con sabiduría su ventaja hasta el final del choque tras hacerse con ella de forma brillante en el segundo periodo y aumentarla en el tercero Y apabullaron a los Bucks en el rebote (55 a 39), repartieron 33 asistencias (por 28 de sus rivales) y lanzaron con un 40% en triples, una cifra espectacular a la que los Bucks, que solo perdieron 4 balones pero se vieron con desventaja demasiado pronto, no pudieron enfrentar.

En el otro extremo de Klay vimos a un Stephen Curry que hizo una de las actuaciones más discretas de la temporada, anotando tan solo 8 puntos, aunque llegó a los 20.000 en su carrera. Jonathan Kuminga lo hizo de formaexcelente desde el banquillo (14+11), Jordan Poole se fue a 30 tantos con 5 de 10 en triples y Andrew Wiggins a 21, asemejándose más al jugador seleccionado para el All Star que al que hemos visto las últimas semanas. Y todo esperando a Draymond Green, cuyo retorno es cada vez más próximo tras una baja realmente prolongada (no juega desde el 9 de enero, con apenas unos segundos como homenaje a Klay, que regresaba ese día). En los Bucks el mejor fue, claro, Giannis Antetokounmpo, que se fue a 31 puntos. Pero que nada pudo hacer contra el poder de Klay, el retorno del hijo pródigo. Un hombre que había regresado a las pistas pero que ha tenido, ahora sí, su verdadero regreso. Un héroe.