Un partidazo de Doncic aviva la rivalidad entre Mavericks y Jazz

En fechas recientes se ha visto a un Luka Doncic completamente metido en faena, acertado en sus diversas facetas, dando un plus que ha hecho grande a los Mavs. Está en ese momento. Está dando el tirón. En el último mes ha gozado de diez partidos para demostrar su potencia, el cambio de dieta al que se ha sometido, su calidad y los ítems que queramos añadirle, y así lo ha hecho: ha disputado nueve, el último se lo saltó para descansar, y el promedio de puntos es de 35,8. En esta monumental racha ha tenido sólo dos días en los que no ha sido el puñal que ha sido en los demás: en Miami, en un encuentro dominado cuando él quiso aunque los números finales dijeran otra cosa, y en Utah, de donde salió despotricando contra los árbitros tras una actuación no tan brillante. El caso de los Jazz es el que hay que tratar con especial cariño, no sólo porque es el que atañe al encuentro de este lunes en el que hay que centrarse, sino porque hablamos de dos equipos que pueden enfrentarse en el comienzo de los próximos playoffs. Y el campo ya está regado de alicientes si ello se produce: piques, victorias para ambos, rachas distintas, revanchismo, etc. Los Mavericks, después de aquel mencionado tropiezo, se han vestido de ganadores en su casa, en la que han terminado por encima (111-103) de los de Salt Lake City, que no llegaron a agarrar por la pechera a su contrincante en ningún momento de la noche para siquiera pelearle la victoria.

Aquella derrota en Utah justo después del All-Star molestó en exceso a un Doncic que, sabedor de la imagen al completo, tenía que dar un golpe de timón fuerte en esta ocasión. La razón no está sólo en ese enfrentamiento anterior, está más en el que pueden tener allá por abril en una serie de playoffs a siete partidos. Los Jazz (40-24) están lejos del tercer puesto del Oeste, que ocupan unos estancados Warriors (43-22), porque se sitúan a tres victorias de distancia. Los Mavericks (40-25), que están quintos, parece que se jugarán ese puesto con los Nuggets (39-26), que mejoran respecto a lo visto a principios de curso. A Utah y Dallas, tras el resultado de hoy, sólo les separa una derrota. Se enfrentarían cara a cara si la fase regular terminara ahora. No va a haber respiro en el mes que queda para estos cuatro conjuntos, o sí en el caso de que alguno juegue a ser dios en el reino de los mortales perdiendo partidos para tener un cruce más asequible.

35 puntos, 16 rebotes, 7 asistencias y 3 robos. 5/11 en triples, rozando el 50%, y 12/23 en el global de tiros de campo, por encima. Pese a que los rebotes no sean una señal inequívoca en la NBA de hoy, es su mejor marca de la temporada y frente a un terror en los tableros como Rudy Gobert, con el que mantiene vivas esas pequeñas disputas que sacaron a Doncic de su partido anterior y que impidieron al francés dominar éste. La ausencia de Luka ante los Kings la arreglaron, en gran parte, Dinwiddie con anotación y Finney-Smith con el tiro decisivo, y aquí entre los dos aportaron 44 tantos para ayudar al esloveno a poner barreras a los Jazz, un equipo desgarbado en la ofensiva cuando tiene el día. La defensa fue, sin embargo, más importante para frenar a Mitchell y Conley, que aportaron muy poco a su causa. El croata Bojan Bogdanovic, con 21 puntos, fue el máximo anotador de los visitantes.

A ambos equipos les queda un último enfrentamiento en regular season que se antoja muy interesante si estos ingredientes se mantienen frescos: el 27 de marzo será la cita.

13 segundos, el tiempo total que los Jazz estuvieron por delante en el marcador. Más allá de lo chocante que pueda parecer ese número, la realidad está en los momentos en los que se decidió el resultado. Los de Snyder no pudieron disputarle a los locales el ídem durante todo el último cuarto, en el que anotaron más pero en el que ello no sirvió prácticamente para nada. El trabajo de los Mavs ya estaba hecho con anterioridad. Doncic había pasado de los 15 en el primer cuarto a lanzar y errar sólo dos veces en el segundo periodo. Con su 3/6 desde la larga distancia en el tercer periodo, pero también con su arte para leer la defensa para sacar provecho a sus pases Luka y sus amigos sacaron de punto a los Jazz. Es un aperitivo apetitoso si en unas semanas nos sirven este plato, más voluminoso, como principal.