Histórico LeBron

Hay noches que se recuerdan durante años. De LeBron James hay unas cuantas y, desde hoy, hay una más. La actuación de la estrella de los Lakers es de esas que queda en la retina. Una demostración de que sigue siendo un jugador monumental, capaz de hacer cosas que casi nadie más puede hacer. Capaz de ganar partidos él solo, sobreponiéndose en este caso al rival y a su propio equipo, unos Lakers perdidos que habían caído en sus últimos cuatro duelos. Al menos hoy mostraron algo de trabajo en el primer cuarto y algo de talento en el último. También por eso ganaron esta noche. Pero la victoria llegó, sobre todo, por LeBron, que en el segundo y tercer cuartos sostuvo a los suyos cuando los Golden State Warriors amenazaban con marcharse para siempre en el marcador. En esos 24 minutos (y en los otros 24) fue él quien dominó todo, en una actuación iluminada: 56 puntos, 10 rebotes, 6/11 en triples, 61,3% en tiros de campo, 12/13 en tiros libres. Con 37 años y 65 días hace historia en la NBA. El jugador más mayor hasta ahora en firmar un partido de más de 50 tantos y más de 10 rechaces era Michael Jordan... con 33 años y 19 días. Cuatro menos que LeBron. Una salvajada.

Empezó esta vez bien la cosa para unos Lakers que parecían otro equipo, demostrando concentración y ganas de hacer bien las cosas. 32-25 ganaron el primer parcial, con Austin Reaves multiplicándose en defensa y LeBron poniéndose las botas en la zona actuando como pívot (13 tantos). Pero el segundo cuarto pareció traer al Crypto Arena los fantasmas de la temporada. Un parcial de 8-22, con Poole haciendo mucho daño desde lejos y la segunda unidad de los Warriors en general imponiéndose claramente a la de su rival dio la vuelta al marcador. Llegaron a ir perdiendo de 14 los Lakers, pero entre LeBron, Reaves y Monk lo arreglaron para irse sólo 5 abajo al descanso (62-67). A esas alturas ya estaba claro que James iba a ser protagonista (llevaba 26 tantos). Pero también que el perímetro visitante (9/14) y el banquillo (9-36) amenazaban con dejar su partidazo en anécdota.

A la vuelta de vestuarios los locales seguían mostrando su peor cara en ambas canastas y con un Curry cada vez más entonado los Warriors volvían a marcharse (65-77). Sin embargo, LeBron no estaba por la labor de perder por quinto día consecutivo. Sumando otros 14 tantos, de todos los colores, dejaba a los suyos a tiro de 5 puntos al llegar a los últimos 12 minutos. Y lo mejor estaba por llegar. El momento cumbre seguramente de esta actuación histórica fue cuando el número 6 de los angelinos enlazó tres triples seguidos para colocar a los suyos 100-97 arriba con 7:53 por jugarse. Las gradas ya estaban en pie y el rival no daba crédito ante lo que estaba pasando. Curry (30 puntos al final) intentaba tomar el control de la situación ante el vendaval local y tanto él como Kuminga (gran partido del rookie con 18 tantos) respondían a los triples del rival. Un tiro de tres de Monk y un alley-oop de LeBron parecían poner el partido a salvo para los Lakers (119-112 a falta de 2:10), pero otra vez Curry, esta vez acompañado por Wiggins, estrechaba de nuevo el marcador (119-116 a 1:06 del final) y daba esperanzas a los Warriors. Unas esperanzas que iban a acabarse finalmente por un triple de Carmelo desde la esquina.

Los Golden State Warriors pierden así su cuarto partido consecutivo y ya han sido adelantados en la clasificación por unos Memphis Grizzlies que no parecen tener intención de bajar el ritmo. Pero es que con casi un cuarto de temporada regular todavía por jugarse, ya solo tienen una ventaja de tres partidos con el cuarto clasificado, los Utah Jazz. Que los Warriors se caigan de los tres primeros puestos, algo inimaginable hace nada, ahora ya no es descartable. La baja de Draymond Green les está rompiendo totalmente. Además, ya se puede decir que Klay Thompson no ha vuelto al nivel al que nos tenía acostumbrados y que Stephen Curry, con excepciones como hoy, ha bajado muchísimo su nivel respecto a los dos primeros meses de competición. Todo ello sumado hace que ahora mismo sea difícil verles como candidatos serios al anillo. Incluso hace pensar en una debacle que les pueda dejar en la cuneta a las primeras de cambio en los playoffs. Unos Playoffs que para los Lakers pasan inevitablemente por el play-in, parece que en dos eliminatorias (van novenos). Una trampa en la que cualquier día malo de los dos te apea de las eliminatorias por el título. Un objetivo ahora mismo tan lejano en Los Ángeles que seguramente nadie piense en él. Al menos sí que hay una cosa que habrán recordado y que algunos parecían haber olvidado. Que siguen teniendo en su plantilla a unos de los mejores jugadores de la historia y unos de los mejores del mundo en la actualidad. Por mucho que tenga 37 años.