Roberto Íñiguez (Vitoria, 1967), entrenador del Perfumerías Avenida de Salamanca, ha escrito un comunicado en el que se muestra muy crítico con la decisión de la FIBA, tras la expulsión de los equipos rusos, de rehacer el cuadro de cruces de cuartos de final de la Euroliga Femenina que da acceso a la Final Four. El rival inicial del Perfumerías iba a ser el Familia Schio italiano y ahora se enfrentará con el Uni Girona, que no superó el corte en la competición y que cayó a la Eurocup antes de ser repescado tras el castigo a Rusia.

El ajuste que critica Íñiguez en la Euroliga femenina es este: tras quedar fuera el Ekaterimburgo y el Dynamo Kursk rusos, se han readmitido a los que habían quedado quintos en los grupos, es decir, al Spar Girona y al Riga letón. “Mi opinión es muy clara: lo justo y lo correcto tras la exclusión de los equipos rusos habría sido que los otros seis clasificados para los playoffs fuesen los que tuviesen la oportunidad de llegar a la Final Four”, explica el técnico, que añade: “Nada es por casualidad. (…) Tristeza y decepción por cómo se han hecho las cosas. (…) Mi primer impulso al conocer la noticia fue no participar en la competición y, por tanto, abandonar al equipo”.

El comunicado íntegro de Roberto Íñiguez:

“Amo la Euroliga. Para mí, es la mejor competición que existe. Cada temporada que tengo el honor de disfrutarla es un sueño (esta es la décima). Siento pasión por ella: es exigente, dura cada error se castiga y, si quieres y te gusta competir, es el lugar donde debes estar.

Nunca hablo de política desde hace más de veinte años. Tengo comprobado que esta se basa en la estrategia, en influir en los demás, en crear opinión. Sé que hay personas en la política que todavía se mueven desde la ética, pero mi refugio y forma de vida es el deporte, porque es antagónico a la política predominando conceptos como cultura, esfuerzo, unión, trabajo en equipo, principios y valores. La decisión de eliminar a los equipos rusos de la Euroleague Women es política, pero los acontecimientos que estamos viviendo son tan relevantes que trascienden a todo y a todos. Creo que, en algunos casos y desde el ámbito del deporte, pagan justos por pecadores pero también que es momento de cohesión y unión ante lo que está pasando y, por lo tanto, comprendo dicha decisión, la acepto y la hago nuestra.

Tras la eliminación de los equipos rusos de la competición, FIBA ha decidido rehacer el cuadro de cruces. Esperaba y confiaba en que esto se haría desde criterios exclusivamente deportivos y se hiciese justicia deportiva. Hemos estado todos los equipos compitiendo y trabajando muy duro por conseguir nuestros objetivos, semana a semana, partido a partido. Mi opinión es muy clara: lo justo y lo correcto tras la exclusión de los equipos rusos habría sido que los otros seis equipos clasificados para los playoffs fuesen los que tuviesen la oportunidad de llegar a la F4, cada uno en las posiciones que mereció tras catorce partidos exigentes en esta dura temporada. Eso hubiese sido lo justo y lo correcto, era fácil y sencillo hacerlo: los cruces estaban hechos, era simplemente respetar lo que cada uno se había ganado y por lo que había luchado. Pero no, finalmente un equipo que perdió la ventaja de campo, ahora la ha ganado en los despachos, dos equipos que deberían jugar Eurocup, ahora juegan Euroliga y el cambio en los emparejamientos ha beneficiado a unos y perjudicado a otros. ¿Por qué todo esto? En mi honesta opinión nada es por casualidad, nada.

Muchos pensarán que esto es una queja como entrenador de mi equipo por el cruce que nos ha tocado. Nada más lejos de la realidad. Para nosotros, con la situación deportiva que vivimos, cualquier cruce era complicadísimo, y más Schio, el que debía ser, un equipo al que tengo gran respeto por el club que representa, el roster que tiene y su staff técnico. Otros pensarán que es una crítica a Girona… aún más lejos de la realidad. Esto es una crítica desde la total sinceridad a la decisión global tomada por Euroleague Women. Uni Girona es nuestro rival deportivo, igual que lo es en nuestras competiciones domésticas y yo defenderé a mi equipo, a mi club, a los que ahora represento, pero quien me conoce bien sabe que para mí Girona, ciudad y club, fueron, son y serán algo especial. Es donde recuperé mi pasión por entrenar, donde viví una experiencia familiar que nunca podré olvidar y donde conocí a personas a las que quiero y llevaré siempre en mi corazón. Eso nada ni nadie lo podrá cambiar, independientemente de nuestra rivalidad deportiva.

Reconozco que mi primer impulso al conocer la noticia fue no participar en la competición y, por tanto, abandonar al equipo. Estaba muy dolido por la decisión tomada porque me parecía tremendamente injusta. Renunciar a irme ahora, con la situación deportiva que atravesamos, sería una actitud cobarde, la más fácil y, sinceramente, creo que ni club, ni staff, ni jugadoras merecen que haga eso, todo lo contrario. Es momento de estar juntas y luchar, seguir luchando. Estoy muy orgulloso de ser el entrenador de Perfumerías Avenida, soy un privilegiado por muchas razones: nuestra afición, lo que representa el club, la ciudad (a la que empiezo a sentir como mi hogar), y, sobre todo, por el compromiso, resiliencia y cultura de trabajo que demuestran sus dirigentes, trabajadores y, especialmente, las jugadoras. Mención aparte para mi staff, no tengo palabras para ellos. En esta situación tan complicada sé que debo estar con ellos y quiero estar con ellos.

Para terminar, quiero reiterar mi tristeza y decepción por cómo se han hecho las cosas. Honestamente, creo que se ha desvirtuado la competición y las decisiones no han respetado los valores y principios del deporte de los que he empezado hablando. Perdón por la longitud del comunicado, necesitaba expresarme desde la honestidad de lo que piensa alguien que ama la Euroliga y, aún más, el baloncesto”.