Los Warriors confirman su mala racha ante los peleones Wolves

Estos Timberwolves parecen haber encontrado el punto. Esta semana se han convertido en el mejor equipo a nivel ofensivo de lo que llevamos de 2022 y a los Warriors le endosaron 129 para no ser menos. Y, además, ganando a uno de los conjuntos más sólidos de su conferencia este curso en un back-to-back arrastrado. Quieren sangre y la que ellos tienen es joven y fluida. El conjunto que dirige Chris Finch ganó al de Steve Kerr en Mineápolis por un +15 maquillado, la realidad es que hubo recorte pactado en los últimos minutos, en una noche en la que dominaron a un rival al que cualquiera, ellos también, quiere parecerse. 

Los de San Francisco están de capa caída en las últimas semanas, contando el parón del All-Star también pese a que Steph completará en dicho evento una de sus marcianadas ya demasiado habituales. Son sólo dos victorias en los últimos ocho encuentros. El calendario se les ha empinado, es cierto, pero la contundencia con la que ganaban a principios de temporada les ha abandonado en esta franja. En Minny estaban sin Bjelica y Thompson y esperan tanto a Green como a Wiseman, ambos en la fase final de sus recuperaciones, pero se nota el bajón igualmente.

Para Minnesota esto es un reconocimiento a la confección de plantilla, siempre importante en los veranos, y a que la idea ha calado. Son, por fin, el equipo que Towns lleva queriendo que sean más de un lustro. Seguirán en la zona de play-in, pero a sólo dos victorias de unos Nuggets con quienes además comparten división. El pívot originario de República Dominicana fue el líder de su equipo un día más, terminando con 39 tantos, aunque es cierto que la ventaja clave que les dio la victoria la sacaron en uno de sus momentos de descanso en el banquillo. Su amigo D'Angelo, con 22 puntos, fue un complemento perfecto.

Los locales mantuvieron el tono durante toda la noche. Estuvieron por delante desde el principio y dieron la estocada, para sorpresa de algunos, con algunos de los menos habituales. Demostrando fondo de armario ante los Warriors, que llevan años yendo sobrados en esa faceta. Towns y Curry entraban al último cuarto con 31 cada uno y ambos desaparecieron de la programación cuando los Wolves se vieron con fuerzas para sentenciar. Y fue manteniendo el bloque en defensa, obligando a Curry a algún mal tiro y a sus compañeros a ejecutar las jugadas también en posiciones desventajosas. Pasaron de rondar los diez a irse a los veinte y poco más quedó por hacer. En ataque, una jugada de rabia de Prince tras una técnica, cinco puntos seguidos de Russell, un matazo a la contra de Reid y el triple que terminó ese brillante tramo, firmado por Malik Beasley (20), dispararon a los Timberwolves hacia la victoria en esta jornada.