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NBA | BUCKS 123 - NETS 126

El talento de Kyrie se abre paso

Partidazo del base en Milwaukee, donde fue más decisivo que Giannis Antetokounmpo en un partido resuelto en un final histérico. Gran triunfo de los Nets, malas sensaciones de los Bucks.

El talento de Kyrie se abre paso
Benny SieuUSA TODAY Sports

Hay una historia aquí. Hay una rivalidad Bucks-Nets después de la semifinal del Este de la pasada temporada, en la que las lesiones destrozaron a los Nets y los Bucks sobrevivieron a un Kevin Durant solo y heroico para pavimentar su camino al anillo. Hay un cara a cara que lleva tres partidos esta temporada (2-1 Bucks) y tendrá un último capítulo, al menos hasta los playoffs, el 1 de abril. Hay un profundo peso en este tipo de duelos en el que se cruzan equipos que tienen opciones reales, muy reales, de ser campeones. Había una atmósfera de partido serio, grande, en Milwaukee, el hogar del campeón, el trono del rey. Incluso con Kevin Durant (no juega desde el 15 de enero) y Ben Simmons (sin fecha de reestreno para el reboot de su carrera) vestidos de calle, sin jugar. Y sin ellos, pero con un Kyrie Irving descomunal, ganaron los Nets (123-126).

Es una victoria grande para un equipo metido en problemas, perdido sin Durant y durante todo el tramo que acabó con el traspaso de Harden. Ahora las cosas van mucho mejor: KD está a punto de volver, Ben Simmons entrará en el equipo en algún momento de las próximas semanas y la llegada de Seth Curry, Andre Drummond y Goran Dragic (debutó) ha reforzado de forma robusta una rotación en la que crece el rookie Cam Thomas y se reinserta Bruce Brown, que va a más justo a tiempo, otra vez una turbina de energía que, además, anotó un triple clave (para el 116-118 a 1:38 del final). Un escudero de lujo, como LaMarcus Aldridge, en la noche de Kyrie: 38 puntos (12 en el último cuarto), 5 rebotes y 5 asistencias. Canastas marca de la casa, de esas que fabrica solo ante el peligro, una danza de videojuego que es un espectáculo único, uno de los procesos de anotación más artísticos de toda la historia de la Liga. Kyrie volvió a la pista en la que se lesionó en el cuarto partido de esa semifinal del Este 2021 que lo cambió todo, la que los Nets empezaron ganando 2-0 pero los Bucks acabaron ganando 3-4. La que lanzó a unos al título y a otros al torbellino de confusión que, entre lesiones y tensiones por las (no) vacunas, acabó con la salida de James Harden.

Fundido en un abrazo con su padre al acabar el partido, Kyrie estaba básicamente feliz después de sacar adelante una proeza. Ahora todo apunta a que las leyes de Nueva York están a punto de relajarse y a que podrá, por fin, jugar también los partidos en Brooklyn. Lleva 15 en total esta temporada, todos a domicilio y seguramente el mejor este, por su actuación y por el significado. Los Nets pelearon, recibieron un empujón de los nuevos: 6 puntos Dragic, 19 Curry, 17 con 12 rebotes, 5 asistencias y un tapón clave a Giannis de Andre Drummond. Y ganaron en un partido tremendo, con una enorme presencia, en territorio comanche y tras un final histérico en el que los últimos 21 segundos duraron casi 20 minutos de tiempo real y consumieron 21 tiros libres entre los dos equipos. Los Nets metieron los suficientes para ganar, los Bucks fallaron los que tenían que meter para agarrarse al partido. Sobre todo Grayson Allen (por encima del 85% esta temporada), al que un error de los Nets dio tres tiros libres con 116-119 y 14 segundos por delante. Pero solo anotó dos. El partido acabó con un triple a la desesperada de Giannis Antetokounmpo. Hierro y victoria para los Nets.

Es un 32-29 para un equipo que está muy lejos del que será su lugar real cuando estén todos (sobre todo, cuando vuelva a estar Durant). Octava posición del Este, sepultado en el play in a tres partidos y medio del sexto, unos Celtics además lanzados. Y es, más significativo (más real) un 36-25 para los Bucks, quintos de su Conferencia tras un tramo decepcionante: una victoria en cinco partidos, cinco en diez. Sensación de que la cosa no termina de ir. Poco físico por dentro, poco banquillo, derrotas incluso en noches en las que Bobby Portis suma 30 puntos y 8 triples. Derrotas muchas veces basadas en pésimos terceros cuartos (34-43 esta vez)… derrotas.

Demasiadas derrotas para el campeón a pesar del big three (esta vez bien Middleton, peor Jrue Holiday) liderado por un Giannis Antetokounmpo que acabó con 29 puntos, 14 rebotes y 6 asistencias pero falló en demasiado en las jugadas decisivas. Y falló justo antes, un par de acciones que podían haber sepultado a los Nets en el peor momento de estos, cuando en el último cuarto un 95-98 se había convertido en un 110-103. No llegó la puntilla y en un visto y no visto Kyrie había dado la vuelta al partido (112-113). Por una vez, Giannis no pareció el mejor jugador en pista, superado por el inacabable talento de esa wildcard inexplicable que es Kyrie Irving, un tipo complicado, una estrella dispersa… pero un jugador de techo generacional. Que espera a Ben Simmons y a Kevin Durant en un roster rearmado y redireccionado. El Este va a ser una pesadilla en playoffs, una carnicería. Y más les vale a los Bucks subir revoluciones. O lo tendrán complicado, por mucho que sean el campeón y, todavía para muchos, el gran favorito. Vienen curvas, será tremendo.