El Clásico nunca defrauda

El Breogán hizo sudar la gota gorda al Madrid el jueves, en el estreno copero, y el UCAM exigió ayer bastante al Barcelona (103-90) después de presentarse en Granada con un bagaje aterrador, tres partidos en 53 días y un brote de coronavirus recién superado. Pero resistió en pie hasta soñar la que hubiera sido la mayor campanada del torneo en este siglo. No lo consiguió y el gran favorito en la previa de esta 86ª edición avanza fiel al pronóstico. Como avanza el torneo. Habrá Clásico por novena vez en las últimas trece finales: 6-6 en el balance desde 2010. Los azulgranas parecen haber cogido la medida a los blancos desde el aterrizaje de Jasikevicius (3-9). Sin embargo, y pese a la exhibición ofensiva de Mirotic, Laprovittola y compañía (105 puntos de media en sus dos duelos), en semifinales se mostraron más terrenales.

Quizá eso le dé fuerzas al equipo merengue, que llegaba roto por la acumulación de partidos y anoche pareció haber despejado la mente con su victoria más redonda de las últimas fechas. Taylor, Rudy y Deck han regresado a la acción, aunque pinta que Causeur será baja por lesión en la cadera derecha. La duda es si Laso recuperará, para su novena final seguida, a Williams-Goss o mantiene la apuesta por Deck y Thompkins de extracomunitarios. Los culés encadenan tres triunfos seguidos en el Clásico casi por KO, con un control amplio de diferentes escenarios y del ritmo, incluido un Laprovittola genial como escolta. Referente encestador de una línea exterior que ha desequilibrado más que la del adversario en los cara a cara, que ha sabido maniatar la creación blanca. Y habrá que ver si es el momento para Deck frente a Mirotic, o si Sanli y Davies descolocan a Tavares. El Clásico que se repite, pero que nunca defrauda.