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NBA | ALL-STAR 2022 | RISING STARS CHALLENGE

El aroma a estrella de Cunningham

El número 1 del último draft se lleva el MVP de un renovado Rising Stars Challenge, que estrenó formato revolucionario con muy buen recibimiento. Ya está en marcha el All Star Weekend 2022.

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El aroma a estrella de Cunningham
Kyle TeradaUSA TODAY Sports

Arrancó el All Star Weekend 2022, la edición 71 de uno de los eventos centrales de cada temporada NBA, esta no una cualquiera sino la del 75 aniversario, cuya celebración cala hasta los huesos una cita que regresa a Cleveland por tercera vez. Antes estuvo cuando la NBA cumplió 35 años (en 1981, cuando los Cavs todavía jugaban en el Colisuem de Richfield) y, sobre todo, en el 50 aniversario: 1997, ya en el pabellón del dowtown de Cleveland, entonces Gund Arena y ahora Rocket Mortgage Fieldhouse. Y, entre 2005 y 2019, Quicken Loans Arena. El nombre más sonoro para muchos por el recuerdo de su atronador volumen durante las cuatro Finales seguidas Warriors-Cavaliers (2015-2019).

La NBA metió el bisturí, nunca tiene miedo de hacerlo, para cambiar el primer acto, el evento del viernes que sirve de prólogo para lo que viene durante los dos días siguientes. Este calentamiento, la noche de los rookies y sophomores, de los jugadores de primer y segundo año, había caído demasiado (incluso para los bajísimos estándares de una cita tan festiva) en su seriedad durante los últimos años. Y del mismo modo que la Liga introdujo el Elam Ending, el final a puntos y no a tiempo en el último cuarto, para el All Star Game del domingo, en esta edición de 2022 le ha dado la vuelta a un Rising Stars Challenge cuyo gran cambio hasta ahora había sido, básicamente, el paso del duelo entre jugadores de primer y segundo año al Estados Unidos-Resto del Mundo. El Team USA ganó los dos últimos, en 2019 y 2020. El pasado año, en la edición exprés de Atlanta, este partido no se jugó aunque la NBA sí anunció los seleccionados entre jugadores de primer y segundo año para que esa consideración cuenten en los currículos.

Ahora se dinamitó las bases del partido y el cambio ha gustado. Las valoraciones han sido mejores, la novedad ha llamado la atención, los duelos han tenido ritmo y el tono competitivo ha sido más alto. No ha estado nada mal. La nueva modalidad se basa en 28 jugadores (12 rookies, 12 sophomores y 4 del Ignite, el club de la G League vinculado a la Liga y potenciado así para atraer proyectos de estrella que prefieran saltarse el College). Y cuatro entrenadores, elegidos esta vez de la bolsa de los 75 mejores de siempre, una lista oficial que va a tener mucha presencia todo el fin de semana: Rick Barry, James Worthy, Isiah Thomas y Gary Payton. Estos hicieron un draft para elegir cada uno a siete jugadores, uno del Ignite por equipo. Y se jugaron dos semifinales y una final con el lema Race To 75, carrera por los 75 puntos. En cada semifinal ganó el que llegó a 50 y en la final el que anotó antes 25 puntos. Ganó el Team Barry: 50-48 en su semifinal al Team Payton y 25-20 en la final al Team Isiah, que había ganado antes el Team Worthy (50-49).

El MVP fue Cade Cunningham, el guard de los Pistons que fue número 1 del último draft y que desprende un inevitable aroma a súper estrella. Es el primer número 1 de draft que se lleva el MVP del Rising Stars desde Andrew Wiggins (que ahora se estrenará como all star) en 2015. Cade sumó en la semi 13 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, y en la final 5+2+3. Su equipo era una gozada: con él estaba Evan Mobley, ya ídolo local (juega en los Cavs) y el tremendo pívot que tiene toda la pinta de que le va a ganar al propio Cade el Rookie del Año. Y estaba otro de la casa, Isaac Okoro, el brillante Franz Wagner de los Magic (anotó el tiro libre que cerró la final con el punto 25), dos de los Rockets (Alperen Sengun y Jae’Sean Tate) y Dyson Daniels, del Ignite.

En la final de una cita más divertida de lo que muchos esperaban, destacó en el Team Isiah Precious Achiuwa (12 puntos y 3 rebotes) Jugaba en otro equipazo con Desmond Bane, Saddiq Bey, Tyrese Haliburton, Isaiah Stewart y el G League Jaden Hardy. Y con Anthony Edwards, el número 1 del draft 2020 que jugó solo la semifinal y alimentó los rumores de que podría ser el sustituto de Chris Paul en el All Star Game de mañana. El base de los Suns tiene una lesión en una mano que todavía no se sabe si le dejará estar en el partido de las estrellas.

De los derrotados en semifinales, se puede destacar dentro del Team Worthy a Jalen Green (el número 2 del último draft), que anotó 20 puntos, Jalen Suggs (el 5), que se fue a 16, y Josh Giddey, el brillante número 6 (2+9+6). Y del Team Payton, a LaMelo Ball (que estará en el All Star Game: 8 puntos), Scottie Barnes (número 4 del último draft, 9 y 4 rebotes), Bones Hyland (10) Jaden McDaniels, el excelente currante de los Wolves (12+2).

Hubo otra novedad, por cierto. Entre las semifinales y la final se disputó el Clutch Challenge, un pequeño concurso en el que cuatro parejas competían con la obligación de anotar cinco tiros desde cinco posiciones donde se lograron canastas icónicas: Magic Johnson, Charles Barkley, Ray Allen, Damian Lillard y Reggie Miller.

El primer equipo tenía 90 segundos para anotarlos y los jugadores de cada pareja estaban obligados a alternar tiros sin que uno lanzara más de uno en cada intento. El campeón tenía que ser el que lograra en menos tiempo y fue la pareja Tyrese Haliburton-Desmond Bane, dos de los mejores sophomores de la NBA y dos jugadores que, seguramente, estarán algún día en el gran partido del domingo.