Beal se opera y se abre la duda sobre el futuro de los Wizards
Bradley Beal, el jugador más representativo de los Wizards, decide pasar por el quirófano y no jugar más esta temporada en medio de los rumores de traspaso.
Justo cuando el mercado coge altura y se pone en la rampa de lanzamiento para un cierre siempre explosivo, viraje fuerte en uno de los equipos del que más se puede sacar en dicha clausura de los traspasos. Los Wizards, que empezaron como un tiro bajo la nueva dirección de Wes Unseld y se han ido desinflando conforme avanzaba la temporada, tienen una plantilla repleta de jugadores por los que se está debatiendo entre los equipos. El jugador más reconocido, Bradley Beal, es el primero de las listas. Pues ha sido él el que, de conformidad con la franquicia (en una decisión que puede dar pistas sobre lo que acontecerá en las próximas horas), se ha quitado de la carrera de esta temporada. El escolta no jugará más al decidir operarse de la muñeca izquierda, concretamente de una lesión en el ligamento escafolunar, para solventar los problemas que arrastraba en el último mes.
Con los experimentos de Wall y Westbrook para emparejar a Beal con un base de características físicas parecidas a las suyas ya acabado, esta campaña ha sido la de aglutinar talento para hacer una rotación fuerte. Las piezas no están empastando como Unseld quiere, hay habido incluso fricción en el vestuario, Davis Bertans tiene un contrato profundísimo que no está mereciendo y hay jugadores que no encajan como compañeros. Beal, que en su día prometió amor eterno, se en la puerta de salida y es uno de esos jugadores que puede ser diferencial en la lucha por el título si recae en el equipo adecuado, una aspiración que le acompaña desde hace años.
El jugador tiene una opción personal para renovar por un año más a razón de 36,4 millones. Por otro lado, este mismo verano se activa la opción de que algún equipo, Washington u otro si es que no sigue allí, le pueda ofrecer un contrato de 5 años por 245 millones. Mucho dinero en ambos casos, aunque la que sufre no es una lesión preocupante y no debe afectar a los movimientos de mercado de su agente.
Los contratos de dos pívots, Harrell y Bryant, expiran esta temporada, por lo que son movibles. El cuarto que más cobra, Caldwell-Pope, sólo tiene garantizados cuatro millones de la próxima y también puede ser cortado si se considera una opción. La reconstrucción está en marcha en D.C. aunque hay que ver si será a gran escala.
Beal ha hablado después de que se conociera la noticia. Asegura que espera "volver al cien por cien y continuar liderando a este equipo mientras construimos un futuro juntos". "Pese a recibir en los últimos diez días un tratamiento intensivo, ha quedado claro que no iba a poder jugar bajo los estándares que los aficionados y el equipo se merecen", aclara el jugador, de 28 años.