31 millones en un año: las multas de los Sixers a Simmons no cesan
Ben Simmons continúa sin entrenar ni jugar. 19 millones han volado y la cuenta puede llegar a 31. Su entorno insiste en que no es una decisión económica.
Ben Simmons continúa en su férreo posicionamiento de no jugar nunca más para los 76ers. Las críticas vertidas por Embiid, jugador, y Rivers, entrenador, tras una pobre actuación del australiano en la eliminatoria de playoffs en la que quedaron eliminados la temporada pasada (Atlanta Hawks era el rival), le han hecho, según sus palabras, "no estar preparado mentalmente" para volver a disputar partidos con ellos. Ni siquiera entrena con sus compañeros. Estuvo en unas sesiones de pretemporada, medio obligado por sus colaboradores ante la amenaza de que sería multado si no se presentaba, pero su actitud distó mucho de la de un profesional y él mismo decidió irse de nuevo. La casa de Moorestown, en Nueva Jersey, que había puesto a la venta pensando que el traspaso a otra franquicia estaba hecho es su refugio. La situación no se ha desbloqueado, el mercado se va a cerrar pronto y la prisa de los Sixers se ha tornado en frialdad para valorar la opción más valiosa.
Ramona Shelburne (ESPN) ha hablado con entorno para conocer cómo se desarrolla la vida de Ben mientras se desbloquea este agrio tira y afloja con el equipo que le dio la oportunidad de entrar en la NBA como nº1 en 2016. Una recomendable pieza en la que se da la versión del jugador y sus allegados.
El de Melbourne ha estado trabajando en gimnasios abiertos al público y jugando partidos amistosos contra jugadores locales. Ahora, apretando un poco más las tuercas, ha vuelto a utilizar las instalaciones de los Sixers para seguir en forma. Con ello pretende reactivar los rumores de traspaso que le saquen de allí, una Filadelfia en la que Morey todavía no ha encontrado un trato que sea satisfactorio para el que, sin duda, es el segundo mejor jugador del equipo y un base del nivel del All-Star que está perdiendo su momento de madurez física en una pelea mental de la que no consigue escapar por ahora.
Ben continúa siendo sancionado con multas por no presentarse ni a los entrenamientos colectivos ni a los partidos programados. No ha jugado en toda la temporada. La cuenta sigue creciendo. Cada encuentro al que no va son 360.000 dólares. Sólo ha cobrado una vez esta temporada, el primer cheque (25% del salario total, que son 33 millones). De momento lleva 19 millones en multas y el total podría llegar a los 31 millones si no pisa el Wells Fargo Center en lo que queda de curso.
El de Australia ha dejado como detalle a considerar el volver a la ciudad y el integrarse de manera parcial en la franquicia aunque siga siendo multado, pero las posturas no están cerca en este aspecto. Los Sixers ven como obligatorio esos pasos y piden más, que regrese a los partidos para que su valor de mercado vuelva a crecer y un posible traspaso se cierre con mejores opciones para, sobre todo, el equipo con el que renovó hace sólo dos años.
Rich Paul, su representante y el de otras estrellas como LeBron, Davis o Draymond Green, insiste en que la decisión de Ben Simmons no es económica. "Nos importa una mierda el dinero", se cita en esa información a partir de una fuente anónima. Pero el jugador, que ve su cuenta bancaria yendo hacia abajo, intenta hacer gestos leves para que el equipo reaccione y acceda a traspasarle.