Le tocaba descanso a Joel Embiid para proseguir con su temporada de MVP, pero no hay parón en la NBA. También era el turno de sus compañeros de probarse sin su máxima referencia en un partido de altura. Los que llegaban a la ciudad eran los Grizzlies, sin duda el equipo revelación de la temporada y uno de los más fascinantes de ver (si el que más) durante las últimas semanas. Van lanzados los de Taylor Jenkins. Por eso tiene más valor la victoria que consiguieron los Sixers en su pabellón. Se ayudaron de una prórroga para ello. 

Los Sixers vencieron 122-119 a los Grizzlies tras cinco minutos de añadido. Interesante, sin el pívot camerunés, el duelo de parejas que se dio en este encuentro: Maxey (33) y Harris (31) por un lado; Morant (37) y Bane (34), por el otro. Ja, en una penetración con contacto apabullante, tuvo un 2+1 para ganar el encuentro, pero se dejó fuera el adicional. Maxey fue el que remató. 

Este partido se resolvió al final y menos mal. Qué pugna. Bonito a ojos del espectador neutral, no tanto de los fanáticos. En la primera parte se intentaron escapar los locales, no sólo sacando nueve puntos después de una manga sino con un +17 al iniciar la segunda. Cortado de raíz por Morant. El eléctrico base, al que veremos en el All-Star este año por primera vez, se encontró con un contrincante de similares características, sin miedo a tomar decisiones y con buen hacer para sacar puntos en penetraciones a canasta. Un 2+1 de Maxey dejó cinco puntos arriba a los suyos al descanso. Un 4-11 de parcial en el tercero, con una jugada de pase por la espalda de Morant que asombró al pabellón rival, tuvo su fin en Drummond (16+23), el hombre encargado de hacer las veces de Embiid aunque eso sea imposible.

La igualdad continuó entre jugadas de fantasía de Morant y la anotación creciente de Harris. Tres bandejas complicadas entre Matisse, Tobias y Seth Curry, fueron sólo contestadas por un triple de Bane en el tramo final hasta que llegó un fallo en tiro corto de Morant que obligó a los Grizzlies a buscar la falta. Perdían por uno y los libres de Maxey ampliaban sólo a dos la distancia. Y Morant, con 14 segundos en el reloj, rompió a Thybulle y se fue con todo contra Drummond para sacar la canasta más falta en un movimiento antinatural del cuerpo que heló el Wells Fargo Center. Pero el base erró el lanzamiento desde la personal y se llegó a la prórroga. Ahí los que acertaron fueron Danny Green, con un triple clave para el 118-119, y Tyrese Maxey, que primero dio la ventaja con una bandeja en estático y luego sentenció con otra en contragolpe después de que Ziaire Williams fallara el triple desde la esquina que hubiera dado la victoria a Memphis. Una velada de altura en Philly.