NBA | HAWKS 129 - LAKERS 121

Doble golpe para los Lakers

Los angelinos perdieron en Atlanta ante los Hawks el mismo día en el que LeBron James se fue de la gira para tratar la hinchazón en su rodilla izquierda.

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Los Lakers transitan por una parte de la temporada en la que no tiene respiro. Victorias de mérito que son esporádicas, como la de los Nets, pero golpes y golpes que se mantienen como gota china. El regreso de Anthony Davis a las canchas ha traído ilusión, pero no una mejora en la clasificación. Será cuestión de esperar, suponen en la franquicia, aunque el tiempo pasa y el tren se aleja. En Atlanta también tocó rojo y no verde. Con ello se acaba la gira por el este del país, que se ha saldado con cuatro derrotas en seis encuentros. Además, otra mala noticia: LeBron James la dejó antes de tiempo, sin presentarse ante los Hawks, para empezar en Los Ángeles un tratamiento con el que espera que baje la hinchazón continuada que tiene en la rodilla izquierda y que, como es lógico, mantiene inquietos a todos en un pensamiento aparte de los triunfos o las caídas en la pista

Nate McMillan y sus chicos, también dentro de un año en el que para nada se están cumpliendo los objetivos, apretaron para sacar adelante el partido por 129-121. Trae Young no tuvo ni que tener uno de sus días de tocado por varita para llegar a buenas cifras (36 puntos y 12 asistencias) y liderar a los suyos frente a Westbrook (20), Davis (27) y Monk (33), de gran rendimiento este domingo. 

Los Hawks no fueron ni mucho menos dominadores. Se vieron en la tela de araña de los de Vogel la mayor parte del encuentro. Por ello es todavía peor que les remontaran de forma tan flagrante en el último periodo y que la falta de concentración de algunos jugadores dejara sin protección a los demás. Por poner un ejemplo, y sin que sea ése el único punto negativo del encuentro, el triple de Young que sentenció el encuentro en el último minuto entró gracias a que Westbrook se quedó mirando el reloj demasiado tiempo y dejó espacio suficiente a Trae, un asesino desde el perímetro que ni siquiera tenía su mejor día. Pequeños detalles que hacen una montaña. A los Lakers les faltó rematar y lo que se llevaron de Georgia, y de la gira en general, es una cornada de dos trayectorias

Jugadas de rápida ejecución impulsaron a los Lakers en el segundo cuarto, en el que Davis también dominaba la pintura frente a Capela y Okongwu. Se marcharon por encima de los diez los visitantes. El público estaba muy metido en el partido pese a ser horas tempranas en Atlanta y los jugadores visitantes, que la mayoría son ya veteranos, se lo tomaron por el lado de la motivación para ir rompiendo el marcador. 

No sería una brecha importante a juzgar por lo que pasó después. Un primer arreón de Trae Young, culminado con un triple tras paso atrás, dejó por delante en un abrir y cerrar de ojos a los Hawks. Era el tercer cuarto. Le tocó apretar a los Lakers y hasta los once de ventaja se fueron en la apertura del último periodo, también culminando la racha con un triple pero de Monk (93-104, minuto 38). 

Okongwu retó a Davis dar un poco más y el pívot local terminó, con un par de jugadas de fuerza bruta, siendo un revulsivo psicológico para sus compañeros. Los Lakers cayeron en mil errores, dejaban muchos huecos, y Young o incluso Williams leían su endeble defensa para traspasarla. Trae, con un tiro lejano y el mencionado triple, fue el que, a pesar de que Malik Monk tratara de igualar su acierto, sentenció la velada.