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LOS ANGELES LAKERS

Davis, la caballería de los Lakers

El ala-pivot podría regresar en el partido de esta noche en Miami. Su vuelta es la penúltima baza para un equipo en depresión. ¿La última? Hacer algo importante antes del cierre de mercado.

Davis, la caballería de los Lakers
Gary A. VasquezUSA TODAY Sports

Los Lakers siguen en el 50% de victorias (23-23), la realidad de una mediocre temporada en la que en ningún momento han tenido aspecto de aspirante al anillo con galones. Y tampoco salud, esa es la realidad: después de los problemas físicos de LeBron James, cayó Anthony Davis. Ahora los angelinos, con el puesto del entrenador Frank Vogel totalmente en el aire, atraviesan uno de los tramos más duros del calendario. Abrieron gira por el Este con un partido sencillo en Orlando pero ahora les toca, seguidos, Miami (esta noche), Brooklyn, Philadelphia, Charlotte y Atlanta. Seis partidos fuera de casa en nueve días que avanzan hacia un parón del All Star antes del que tendrán partidos también contra Warriors, Bucks y Jazz.

Un infierno para un equipo que ha tenido hasta ahora el calendario más fácil de toda la Liga, y no lo ha aprovechado, y que, precisamente por eso, tiene el más complicado sobre el papel de aquí al cierre de la regular season. Con miedo a que este tramo tan duro tenga consecuencias nefastas sobre un proyecto que sigue pareciendo cogido con alfileres, y a la espera de ver si sale algún conejo de la chistera del cierre del mercado (fecha límite, 10 de febrero), los Lakers recibieron ayer una muy buena noticia: Anthony Davis puede regresar ya en el partido de hoy en Miami. Será duda hasta el calentamiento previo por lo que, si finalmente no está en pista esta noche, lo estará en los próximos partidos. Davis ultima la puesta a punto de su rodilla izquierda tras el esguince que sufrió el 17 de diciembre. Se ha perdido, en total, 16 partidos hasta ahora. Los Lakers solo han ganado siete de ellos (7-9), mermadísimos en defensa sin un jugador del que ya dependen muchas de sus opciones. Solo con un regreso de Davis a un nivel excelso (mucho mejor del de esta temporada antes de esta lesión) tendrán opciones de mejorar realmente de cara a los playoffs.

Incluso lejos de su nivel estelar, Davis estaba siendo el líder de la defensa de los Lakers y estaba promediando 23,3 puntos, 9,9 rebotes, 2,9 asistencias y 2 tapones. Según Dave McMenamin (ESPN) ha aprovechado estas semanas de baja para trabajar en su tiro de media y larga distancia, un problema mayúsculo en este curso (32% en lanzamientos fuera de la zona).

Una opción rocambolesca para Westbrook

Uno de los problemas de los Lakers ha sido, desde luego, la mala suerte con las lesiones. Kendrick Nunn no ha debutado todavía (ni parece cerca de hacerlo). LeBron se ha perdido doce partidos y Davis, diecinueve. Y ambas estrellas han compartido pista muy poco. Pero el otro gran asunto, el verdaderamente clave y en el que tiene en el filo de la navaja a Vogel, tiene que ver con el (¿imposible?) encaje de la tercera estrella, Russell Westbrook. Su suplencia en los minutos finales contra los Pacers, y su pésimo nivel de las últimas semanas, han incendiado los debates, una discusión que no ha silenciado apenas el buen nivel del base en la victoria contra Orlando Magic, el peor equipo de la NBA.

Con el cierre del mercado a la vuelta de la esquina, los Lakers tienen pocas formas de hacer un gran movimiento que revitalice una plantilla mortecina. Russell Westbrook tiene 33 años, cobra 44,2 millones esta temporada y tiene una player option de 47 para la próxima. Básicamente, no hay interés por él en el mercado. Y, en todo caso, los Lakers necesitarían dar más cosas para que alguien aceptara hacerse con un jugador cuyo contrato y situación deportiva produce una mezcla ahora mismo tóxica. Los angelinos tienen una primera ronda de draft y, básicamente, los contratos de Kendrick Nunn y el prometedor Talen Horton-Tucker. Pero sería un golpe tener que regalarlos para poder desprenderse de un Westbrook que fue su apuesta grandiosa, un peligroso todo o nada, antes de esta temporada.

Pero, en la NBA, siempre hay un roto para un descosido. Incluso en un caso tan extremo como este. Según el veterano y reputado Marc Stein, los Lakers podrían encontrar una gatera para escapar del lío en el que andan metidos con Westbrook: “Como casi todo el mundo con contacto con la Liga, yo era de los que pensaba que los Rockets no tendrían ningún interés en reunirse con Westbrook después de mandarlo a Washington a cambio de John Wall en diciembre de 2020 antes de la temporada pasada. Pero por lo que sé ahora, y aunque el interés deportivo sigue sin existir, los Rockets podrían estar abiertos a un intercambio con Wall si los Lakers incluyen en la operación los incentivos adecuados”.

Esos incentivos pasan, claramente, por esa primera ronda (de 2027) que pueden traspasar los Lakers y que es casi su única arma para hacer algo serio en este cierre de mercado. Los Rockets son el peor equipo del Oeste (14-33) y piensan en amasar activos (jugadores jóvenes, rondas de draft) para ir construyendo su futuro. Tienen en la banda sin jugar a John Wall, que no encuentra destino y que tiene un contrato de 44,3 millones con una player option de 47,3 para la próxima temporada. Así que por salarios no habría problema para un intercambio que sería una bomba en todos los demás niveles: los Rockets mandaron a Westbrook a los Wizards en diciembre de 2020 después de un experimento (su unión con James Harden) que solo duró un año y que acabó muy mal. John Wall tiene un valor deportivo muy escaso ahora mismo, así que los Lakers solo harían algo así para desprenderse, sin más objetivo, de Westbrook. “Los Lakers podrían convencer a Houston con su primera ronda de 2027. Podrían intentar ofrecer varias segundas rondas, claro, pero esa primera ronda es la que gusta a cualquier equipo que quiera negociar algo con ellos”, remata Stein.

Se trata de una opción remota, a priori, y una que demostraría una desesperación absoluta de los Lakers. Pero esta información demuestra que no hay ninguna operación ni opción imposible en el mercado NBA, así que habrá que ver qué pasa de aquí al cierre del 10 de febrero porque los Lakers necesitan hacer algo de forma desesperada. Su temporada, penosa hasta ahora, les obliga a asumir riesgos.