De Torrelodones a Tennessee: el camino de Darko Rajakovic

Los Grizzlies ha coronado una racha de 11 partidos consecutivos ganados este mes de enero (ahora, 12 de 13 tras el Grizzlies-Bulls) y lo han hecho con dificultades. Se han visto sin Ja Morant en algunas de ellas y con la lesión de Dillon Brooks para las próximas fechas. En uno de los enfrentamientos, el de los Clippers en Los Ángeles, se quedaron sin entrenador principal. Taylor Jenkins tuvo que aislarse en un hotel de la ciudad californiana un par de horas antes de este encuentro y permanecer allí durante su debida cuarentena. Esa baja, no la de los jugadores sino la del banquillo, ha abierto un hueco a alguien que lleva mucho tiempo esperando una oportunidad para seguir progresando y del que no se conoce tanto a nivel siquiera local. Darko Rajakovic es la persona que se ha puesto al frente y elevó la mencionada racha positiva por encima de la decena, haciéndola una de las más consistentes de la temporada en la NBA. 

Rajakovic es uno de los entrenadores asistentes de más poder. El haberse contagiado antes y salido antes del protocolo contra el COVID es lo que le ha valido esta curiosa oportunidad. 

Rajakovic ha estado progresando en la NBA durante los últimos años. Memphis es el lugar en el que desarrolla ahora su actividad después de un camino largo y repleto de experiencias. 

Este serbio de 42 años es responsable del nuevo rol, prominente, de Desmond Bane en la rotación de los Grizzlies, desplazando un poco a Tyus Jones como constructor al lado de la estrella Ja Morant. Es uno de los que ha podido, además, integrar a Steven Adams, con quien había coincidido en los Thunder. Ése es uno de los sitios en los que ha parado durante estos años. Procede de los Suns, donde estuvo un año junto a un Monty Williams al que también conocía de Oklahoma City. En los Thunder pasó cinco años y fue su primera experiencia como técnico en la NBA, aunque se había colado en el circuito de otra manera. Los Spurs, expertos en encontrar talento fuera de las fronteras estadounidenses, le hicieron un contrato como ojeador en plena etapa de triunfos, en 2004, y lo tuvo hasta 2011. Durante aquellos años en los que la conexión con la NBA sólo era casual, de consulta, fue haciendo carrera en los banquillos: de su Serbia natal, estando en las canteras del Borak Cacak y el Estrella Roja, pasó a Torrelodones, una localidad madrileña en la que entrenó al equipo local durante tres cursos. Su enganche con los banquillos de Estados Unidos se produjo tras su etapa en España: en la D-League de la mano de Tulsa 66ers (afiliado de Oklahoma City Thunder). A nivel de selecciones estuvo con Serbia en el último Mundial, el de 2019, como asistente.