NBA | GRIZZLIES 119 - BULLS 106
Memphis es una locomotora
El Día de Martin Luther King fue otra oportunidad para ver a los mejores Grizzlies en años. Los Bulls no pudieron igualar su poderío. Morant y Bane, imparables.
Imparables. O parables sólo si tienes todas las piezas y cuentas con tu día de suerte del mes. Así es como son los Grizzlies ahora mismo, una fuerza irrefrenable en la Conferencia Oeste y toda la NBA. A uno de los mejores conjuntos del Este también le ha dado una pequeña lección. Los Bulls no salieron bien parados de la visita a Memphis. Sin Ball ni Caruso, dos de sus dos dagas desde el exterior, se quedó demasiado peso sobre otros jugadores, como White, Dosunmu o un desconocido Nikola Vucevic, que no estuvieron a la altura.
El final plácido del partido dejó en 119-106 el marcador, aunque en el tercer periodo se vio que la victoria se iba a quedar en el FedEx Forum.
Quedaron saciados los Grizzlies después ofrecer la trigésima victoria de la temporada a su afición en el Día de Martin Luther King. El resbalón ante los Mavericks fue eso, se cortó ahí la racha de once seguidas pero tienen la clara intención de abrir una nueva que les lleve más alto. La pareja que han encontrado en Ja Morant, su estrella más brillante, y Desmond Bane, un base que acierta y que hace un enjuague sanador junto a su compañero, es para verla. Los secretos de este equipo son el colectivo y el saber trabajar en la sombra, aunque en noches como ésta toca darse un gustazo y elevar el nivel para disfrutar el doble.
Morant y Bane metieron 25 cada uno para contrarrestar el poder de DeMar DeRozan, autor de 24. Vucevic no acompañó: los vítores a Djokovic los acompañó en esta jornada de lunes con un 2/13 en tiros de campo. Esta disparidad no es permisible para Chicago, más estando en este valle de la temporada en el que se apunta la cuarta derrota consecutiva. La amplitud de plantilla (o, mejor dicho, lo bien que aprovechan los Grizzlies los minutos sin sus jugadores principales) llevaron a dos tirones que se cargaron este encuentro. Clarke sólo falló uno de sus ocho tiros y Jones sumaron 21 puntos entre los dos con un 50% de acierto. Incluso tuvieron que rezar los Bulls para que a DeRozan no se le fuera una rodilla más de lo debido en una fea caída durante el tercer cuarto, cuando peor lo estaban pasando, a lo que el alero de Compton respondió con más y más puntos, dando una señal enormemente positiva en comparación a la de algunos de sus erráticos compañeros.