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NBA | CELTICS 104 - PELICANS 92

Boston se despereza a tiempo

El partido inaugural del día de recuerdo a Martin Luther King fue de menos a más para los Celtics, victoriosos en el Garden para seguir la buena senda.

Boston se despereza a tiempo
Winslow TownsonUSA TODAY SPORTS

La jornada de la NBA en honor a Martin Luther King arrancó con un duelo entre Celtics y Pelicans que suponía también la posibilidad de ver a los hermanos Hernangómez con minutos. Al final de los 48 minutos no hubo ni rastro de ellos en el parqué del TD Garden en un partido que empezó de un lado, cayó del otro y en el que no se llegó a sacar a los menos habituales, siquiera, aunque la distancia rondara los quince tantos en la última franja del cuarto final. Juancho y Willy tuvieron que conformarse con la conversación previa al choque, nada de verse dentro de él. Los locales se impusieron pese a la baja de Robert Williams, haciendo un buen trabajo en la segunda parte y minimizando los errores que les llevaron a verse con -17 antes del descanso

El papel de los hermanos españoles queda en entredicho en los respectivos equipos. A Boston le salió magnífica la elección de Nesmith, que tuvo su cuota de fama en el momento en el que mejor jugaron, y Green probó sólo con Hayes de pívot suplente aunque su actuación no fuera brillante. 

La capacidad de Valanciunas (22+14) para castigar a unos Celtics sin Williams, su intimidador en la zona, quedó anulada cuando el equipo se cerró más en defensa y abrió el campo en ataque. Son instrucciones simples, pero que no son fáciles de cumplir y menos cuando el marcador se pone tan cuesta arriba. Tatum metió 27 y Brown y Schröder aportaron 23 puntos cada uno para ser los que opusieran resistencia a estos Pelicans tan impredecibles. Para el cuadro de Ime Udoka esto supone la cuarta victoria en los últimos cinco partidos, superar una velada llena de trampas y la sensación de que se ha mejorado ligeramente la casi bochornosa imagen que ofrecieron en el primer cuarto de temporada

Udoka probó con Al Horford y Grant Williams ayudándose el uno al otro para impedir el efecto que pudiera provocar Valanciunas tanto por dentro como por fuera. Bueno, pues ni por dentro ni por fuera le hicieron frente en los primeros compases. El lituano se supo buscar los espacios cuando llegaba, arrastrando por detrás para lanzar solo en las transiciones de Josh Hart, y con ello y el buen arranque de Ingram, que se iría apagando poco a poco para demostrar que es un buen baremo de lo que son estos Pelicans, se abría brecha. Estos 17 de ventaja llegaron en el segundo cuarto. Green falló al dejar demasiado rato sentado a Jonas y Boston pegó un pequeño tirón antes de irse a los vestuarios para reposar. Aquello, sin importancia en otro día, tuvo su incidencia. Con la buena racha con el que los Celtics iniciaron la segunda mitad estaban ya soplando en la nuca del contrincante. 

Se hundieron los Pels en cuanto Valanciunas volvió a abandonar la cancha para descansar. Hayes no metía tanto miedo en defensa ni hacía tanto daño en ataque. Con el pívot europeo habían dado otro salto para no quedarse sin ventaja, pero eso terminó con él en el banco. Brown y Tatum ya se habían hecho con el encuentro en las alas y Schröder, con un triple ladeado, fue el que puso a los de Massachusetts por encima en el contador. Graham quiso reaccionar, pero Nesmith cerró la puerta con dos acciones seguidas que incluyeron un matazo ante Herbet Jones. El 13-2 de parcial fue demasiado para New Orleans, que no llegó a ondear la bandera blanca pero sí bajó el ritmo al ver que el rival les había pasado por la derecha.