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Monbus Obradoiro
91
Surne Bilbao
96
Finalizado

OBRADOIRO 91-BILBAO BASKET 96

El Bilbao Basket se estrena fuera

Séptima victoria, cuarta consecutiva, de los 'hombres de negro', que siguen creciendo. El Obradoiro se lió al final con una jugada en la que Hobbs se quedó bloqueado. Walker, fichado.

El Bilbao Basket, tras la victoria
El Bilbao Basket, tras la victoriaACB MEDIA

El Bilbao Basket viene demostrando en Miribilla que marcha viento en popa. Y faltaba por refrendarlo lejos de su mágico castillo. Lo ha logrado en el Fontes do Sar, allá donde tantas veces ha acabado impotente, con partidos dramáticos, alguno tras dos prórrogas. El triste descenso de 2018 tuvo en la capital gallega un episodio que no se olvida en Bilbao. El triunfo esta vez cayó de su lado y significa mucho: corroborar las buenísimas sensaciones que han llegado con el fichaje de Inglis y con la recuperación física de Luz y Withey. El propósito de mirar hacia arriba está consolidado. Y la ambición no se para ahí. Tras la marcha de Thomas al Maccabi, llega David Walker (2.00; 28 años), según ha adelantado Chema de Lucas, procedente del Ludwigsburg alemán. Se refuerza el puesto de tres. Jugó entre 2016 y 2020 en MoraBanc Andorra. Para el dos ya están Hakanson, Goudelock y Rigo. Pugnará con Reyes, y Bigote estará a caballo entre las dos posiciones.

RESUMEN

Monbus Obradoiro (23+24+27+17): Hobbs (14), Robertson (25), Scrubb (11), Ellenson (13) y Birutis (6) -equipo titular- Zurbriggen (11), Beliauskas (5), Viny Okouo (4) y Álex Suárez (2), Muñoz..

Bilbao Basket (27+26+26-17): Rafa Luz (14), Goudelock (12), Withey (15), Bigote (11), Masiulis (3) -equipo titular- Inglis (10), Delgado (10), Rigo, Reyes (2) y Hakanson (19),

Árbitros: Miguel Ángel Pérez Pérez, Raúl Zamorano y Joaquín García González.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimoctava jornada de la liga Endesa disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante unos 2.500 espectadores.

Los 23 días sin jugar dibujaron un Obra con muy poco ritmo de inicio, sobre todo defensivo. Consintió mil bandejas dejando espacios por todas partes. Oliver estaba al final, aunque parecía que no sería así por el confinamiento, lo mismo que Reyes. Solo se quedó fuera Peno, en el bando vasco, por esta razón. La regularidad del Surne se constata porque solo perdió un cuarto y por un mísero punto. Rompió con el pasado y esta vez gestionó mejor que el Obradoiro el igualado final. Tras desaprovechar 12 puntos de ventaja (30-42, min 15) se vio abocado a otro cara o cruz de esos que solían caer del lado gallego, partiendo de un 10-0 (40-42). A cuatro minutos para acabar, Ellenson, un jugador muy interesante, completó la remontada local: 84-83. No se veían por delante desde el 10-9 en el amanecer del partido, ante una grada que se notaba extraña por las restricciones en el aforo, al cincuenta por ciento. Robertson seguía martilleando con bandejas por su derecha y el partido estaba descontrolado. El Obra tenía claro que ante la duda en cualquier acción con Delgado implicado, le debían hacer falta. restaban 41 segundos y tenía dos tiros libres el pívot dominicano. metió solo uno y el marcador señalaba un 89-91. Birutis falló a continuación una canasta fácil para él bajo el aro. 

Moncho Fernández no quería que corriese el reloj y ordenó otra personal. La sufrió Luz, que también aprovechó un solo tiro desde la línea fatídica: 89-92. La diferencia de tres puntos no deja de provocar las alarmas para el equipo que defiende. El Bilbao Basket negó el triple, pero aprovechó el pasillo Ellenson para un mate de concurso: 91-92 con 13 segundos por desarrollar. Zurbriggen hizo falta rápida al primero que encontró. Se da la casualidad de que se trataba de Hakason, el mejor del partido. Metió los dos: 91-94. Mumbrú ordenó defender, no quería faltas. Parecía obvio que se la tiraría Robertson desde el arco. Sacó de medio campo el escolta canadiense y se la encontró completamente solo Hobbs, junto a la línea de fondo a dos metros del aro. Se hizo un lío morrocotudo porque no sabía si encarar la cesta o abrirse a la esquina para buscar el triple. En ese maremagno, la pelota llegó a Birutis, pero se la quitó Inglis. Luz aprovechó para rematar con una bandeja en el otro aro.

Final caótico a un partido precioso en lo ofensivo, aunque con muchas pérdidas. Los bilbaínos lo llevaron controlado en todo instante, aunque se dejaban media vida en el rebote defensivo y cumplieron con la tradición santiaguesa de perdonar la vida al Obra y dar la oportunidad a este de ajusticiarlos al final. Se engancha a los partidos como un lobo ante un cordero. Moncho tiene jugadores que cuando están enchufados meten una catarata de triples. Hay mucho talento individual en su línea exterior. Scrubb es un fantástico baloncestista. Como Zurbriggen, que en una penetración hizo un doble reverso prodigioso. Con Withey el Bilbao Basket ha crecido mucho en la pintura. Con Delgado, desactivaron a Birutis. Metió un matazo a una mano e interpretó el bloqueo y continuación como se enseña en las escuelas de baloncesto.

Cuando el Obradoiro parecía que había hecho lo más difícil y tenía la flecha para arriba, se dio contra la pared de la confusión. Será casualidad o no, pero no está el capitán Rousselle y la cosa marcha de cine en Miribilla. Sigue prevaleciendo el espíritu colectivo: siete jugadores en dobles dígitos en la capital gallega. Cuarta victoria seguida (Breogán. Granca, Andorra y Obradoiro) y subiendo. Desde el lío con el Breogán y el famoso cubo de posesión, es un cohete. El año pasado no se hicieron más de dos consecutivas. La meta de la permanencia empieza a quedarse corta, pero mejor no desplegar las alas de la ensoñación. 

Moncho Fernández: "Nuestra defensa ha sido muy mala"

Moncho Fernández consideró que la defensa "muy mala" de su equipo en los tres primeros cuartos y el "desacierto" en los últimos minutos resultaron determinante para que el Bilbao Basket asaltara esta tarde el Multiusos Fontes do Sar.

"Nuestra defensa ha sido muy mala, con muchos errores de uno contra uno en los dos primeros cuartos y muchos errores tácticos en los otros dos. Pese a ello, nuestro acierto y nuestro rebote ofensivos nos ha permitido estar en el partido e incluso ponernos por delante en el último cuarto",
analizó.

"Y cuando nos pusimos por delante -continuó el preparador santiagués- la gota que colmó el vaso fueron nuestros errores ofensivos porque hemos fallado un tiro libre, una bandeja, un triple sólo y cometimos dos pérdidas". El técnico eludió excusarse en la inactividad de su equipo para justificar su mal trabajo defensivo: "Nuestra mejor defensa fue en el último cuarto, que es cuando más cansados deberíamos de estar. La inactividad no es el motivo".

Mumbrú: "Esta victoria nos da confianza"

Mumbrú destacó la importancia del triunfo logrado esta tarde en la pista del Monbus Obradoiro (91-96), y eludió hablar de las opciones de su equipo de entrar en la Copa del Rey porque van "día a día". "Es una victoria muy importante y nos da confianza para seguir trabajando. Hay que ser realistas, sabemos de donde venimos. Ahora llevamos cuatro victorias seguidas pero nuestro próximo partido será ante un rival complicado", comentó en rueda de prensa.

En este sentido, dijo que ha sido "un partido complicado" ante un rival que acusó en el inicio su falta de "inactividad" pero que supo mantenerse en el duelo gracias a sus rebotes ofensivos. "En la primera parte estuvimos bien pero muy mal en el rebote defensivo, no supimos controlarlo y eso nos supuso 9 puntos del Obradoiro con tres triples. El inicio del tercer cuarto fue igual, aguantaban con el rebote ofensivo y en el momento que lo controlamos mejor pudimos manejar mejor el partido. Aún así, llegamos a un final ajustado", explicó Mumbrú. En este sentido, consideró determinante que su equipo minimizara "las pérdidas" porque eso le permitió "compensar" el dominio gallego en el rebote.