Primer disgusto para Kyrie Irving
Los Nets, cansados, dejan una imagen pésima en la segunda parte y caen en Portland contra unos Blazers en cuadro. Kyrie acaba tocado. Cinco derrotas en siete partidos para su equipo.
La fatiga fue un factor, desde luego. Este partido se tenía que haber jugado el 23 de diciembre. El aplazamiento, cosas de la pandemia, obligó a encajarlo ahora, en back to back para Blazers y Nets, pero con los visitantes obligados a cruzar el país tras jugar una prórroga el domingo para ganar, por los pelos, a los Spurs. Con muchos apuros, una de sus dos únicos triunfos en los últimos siete partidos. Así que, desde luego, el agotamiento influyó en la pésima segunda parte de los Nets, que perdieron en Portland (114-108) y que, dicho lo anterior, tendrían que haber sido capaces de superar por puro talento a un rival depauperado (16-24 ahora después de dos victorias en dos noches) y que juega sin Damian Lillard, CJ McCollum Norm Powell y Larry Nance. Más pendiente de ver si Lillard regresa o si su lesión abdominal y la nefasta marcha del equipo provocan un parón de larga duración. A esto último apunta, dicen en Oregón.
Sin estrellas y sin demasiada presión ya en una temporada que se ha ido al traste, los Blazers al menos son capaces de reunir a un puñado de jugadores con ánimo. Y su cuota de talento: Anfernee Simons (22 años) está en un excelente momento, en plena crecida, y acabó con 23 puntos y 11 asistencias, referente en ataque pese a su 2/11 en triples. Lo que no le entró por fuera lo metieron entre Robert Covington (21 puntos, 5/7 en triples) y Ben McLemore (20 y 5/8), que tiraron básicamente solos contra una defensa rival incapaz de aguantar unos cuantos pases sin descoserse. Ese buffet libre y el trabajo de Nurkic, Little, Zeller, Elleby y Dennis Smith Jr dio una de las grandes alegrías del año a la sufrida afición de los Blazers, que durante muchos minutos pensó que tendría que acabar aplaudiendo el esfuerzo de sus jugadores contra una lógica que, sin embargo, no asomó. Porque los Nets son expertos en hacer regalos.
Todo lo que se puede hacer para perder, los Nets lo hacen. Y aún así, ganan mucho más de lo que pierden, ahora 25-14 y a dos partidos de unos Bulls a los que visitan el miércoles en un tramo de cuatro partidos en cinco días y cinco en siete. Un calendario durísimo contra el que los neoyorquinos no tienen sostén, ni automatismos, ni sistemas, ni identidad. Nada de lo que te salva en noches así. Un día después de sufrir demasiado contra los Spurs, perdieron en Portland porque después de ponerse en ventaja en el segundo cuarto (55-62 al descanso), fueron inconsistentes, desinteresados y trasparentes en defensa en la segunda parte. El goteo de triples de los Blazers decidió el partido, con más intensidad de los de Billups, más atentos a la hora de defender un poco en un duelo de equipos básicamente sin defensa. Y más conectados en el último cuarto. Ellos no cogieron un avión para cruzar el país un día antes, cierto, pero ellos no tienen a Kevin Durant y Kyrie Irving. El base jugó su segundo partido de la temporada. Por ahora, tablas (1-1).
James Harden no jugó por problemas de rodilla, a priori básicamente un descanso en ese tramo de calendario brutal en el que Nash tendrá que encontrar formas de que Kevin Durant descanse sin que su equipo no parezca una caricatura. El alero jugó más de 42 minutos y ni aún así los Nets ganaron. Anotó 28 puntos, pero solo 8 después del paso por vestuarios. Pareció que podía anotar a su antojo… pero que no tenía las piernas o la cabeza en el partido, quizá ninguna de las dos cosas. Y los Nets acabaron viviendo de dos rookies, el productivo Cam Thomas (21 puntos) y el esforzado Day`Ron Sharpe (14 y 7 rebotes). No debería ser así. No si tienes a Durant y a Kyrie, que jugó porque era noche fuera de casa. El base pareció más fresco que la mayoría de sus compañeros, cosas de su agenda personalizada, pero acabó con un tobillo fastidiado tras una jugada con Little por la que señaló al alero de los Blazers: “Me podía haber roto el tobillo”. Nash dijo que “veremos”, y que es “una buena torcedura”. Así que, aunque acabó el partido, Kyrie es duda para jugar en Chicago, un duelo que puede dejar muy inclinado hacia Illinois el liderato del Este.
Como luego los Nets vuelven a casa, Kyrie gastaría una bala importante si no puede jugar mañana. Pero esta es la situación que él y su equipo han elegido. Cuando jugó, estuvo bien sin excesos: 22 puntos en 21 tiros, 8 rebotes, 4 asistencias, 4 pérdidas. Pero no bastó para un equipo que no es un equipo. Que esta vez no tuvo a Harden (entre otros), otros días tendrá otras bajas (en casa, siempre por ahora, Kyrie) y nunca tiene personalidad, forma, sostén. Todo depende del talento, de las rachas, de las súper estrellas. Así ha sido en la primera mitad de la temporada y así tiene pinta de que será, para bien o para mal, de aquí al final. Con Kyrie unos días sí y otros no, con Durant cansado y con un calendario que será terrible en el futuro inmediato. Hay muchas cosas que uno cree que se podrían hacer de otra manera pero, al fin y al cabo, cada uno gestiona su casa como quiere. No hay más.