Cade Cunningham ilumina el futuro
El número 1 del draft juega una segunda parte portentosa y los Pistons sorprenden a unos Jazz a los que no habían ganado desde 2016 y contra los que perdían por 22 en el segundo cuarto.
Cade Cunningham tiene trazo de jugador especial. También tiene solo 20 años, claro, y juega en uno de los peores equipos de la NBA. Su temporada rookie está siendo buena. No excepcional, pero sí lo suficientemente buena para cualquiera que entienda que hay que tener paciencia con todos los recién llegados a la NBA, también con el número 1 del draft, un proyecto de estrella que difícilmente le va a discutir el Rookie del Año a Evan Mobley (el tremendo pívot de los Cavs, número 3 de su generación) pero que sí está enseñando, ese era el gran objetivo de la temporada, que puede ser el nuevo jugador franquicia de los Pistons. Y muchos más que eso. Y el que quiera pruebas, que se ponga la segunda parte del triunfo de los de la MoTown ante los Jazz (126-116).
Una sorpresa mayúscula que quizá no lo fue tanto. Los Pistons (ahora 9-30) están 4-2 en 2022 después de cerrar 2021 con 18 derrotas en 19 partidos. Y los Jazz han perdido tres seguidos en una gira a domicilio que empezó 2-0 (2-3 final): Toronto, Indiana, Detroit, tres pinchazos que han demostrado cómo de imprescindible es Rudy Gobert (en los protocolos COVID) y que dejan 28-13 a los de Quin Snyder, de pronto a tres partidos de Warriors y Suns y con solo medio de ventaja sobre los ascendentes Grizzlies.
Fue, además, la primera derrota de los de Salt Lake City contra los Pistons en casi seis años y después de diez victorias seguidas. Y fue, lo peor para los visitantes, un traspié inexplicable en un partido que tenían domado en el segundo cuarto. De hecho, apuntaba a paliza: 32-54 mediado ese segundo parcial. El resto de la noche fue un 94-62 tremendo, los mejores minutos en toda la temporada de unos Pistons sin Dwane Casey (también en los protocolos) y dirigidos por Rex Kalamian, asistente en los banquillos NBA desde 1995. Los Pistons se engancharon al partido antes del descanso con un 16-6, y firmaron una espléndida segunda parte (78-55) con un tremendo 40-23 en el tercer cuarto. Los Jazz llegaron a ponerse por delante en el último parcial (90-93), pero ahí tampoco supieron instalar una lógica que había escapado: triples de Lyles y Joseph y la aparición definitiva de Cade mandaron a los Jazz a la lona y dieron una enorme alegría a una afición muy necesitada de noches así.
El primer cuarto (21-35), con Whiteside jugando a placer cerca de la canasta, apuntó a noche horrible para un Cade que falló sus cuatro tiros y perdió dos bolas. Todavía erró otro lanzamiento antes de anotar 10 de 12 y acabar en 10/17 para su tope del curso, 29 puntos de los que 18 llegaron en ese mágico tercer cuarto. También repartió 8 asistencias y conectó con Sadiqq Bey, otro joven en muy buen momento después de un tramo de temporada terrible: 29 puntos, 6 rebotes, 5/7 en triples. Los Jazz fueron incapaces de imponerse en los minutos finales. Donovan Mitchell acabó con 31 puntos y 4 asistencias pero un 11/25 en tiros. Conley sumó 13 puntos y 8 asistencias y Whiteside 21 puntos y 14 rebotes, pero la sombra de Gobert es enormemente alargada para un equipo muy liviano sin él. También quedó claro en Detroit, donde el presente no es tan feo como hace unas semanas y eso no deja de ser, en realidad, una excelente para un futuro que tiene nombre y apellidos: Cade Cunningham.